El ‘Netflix’ de los cines y otras estrategias para recuperar espectadores en las salas

La suscripción mensual es una de las últimas propuestas desde el sector para volver a alcanzar cifras prepandemia

Las instalaciones de CInesa en Puerto Venecia.
Las instalaciones de CInesa en Puerto Venecia.
Aránzazu Navarro

Hace 40 años, en 1983, se puso en marcha la iniciativa del día del espectador en los cines ante la amenaza de películas que llegaban antes de tiempo a la televisión, tras caer en desuso una cláusula según la cual debían tener cinco años de antigüedad antes de emitirse. Luego vino la piratería en vídeo, cedé, internet... hasta llegar a la situación actual, donde las plataformas de contenidos han potenciado nuevos hábitos de consumo y han ocasionado que la cifra de espectadores haya descendido en los últimos años.

Mientras siguen en marcha fórmulas como la Fiesta del Cine, promociones y precios reducidos para sesiones en versión original, matinales, descuentos para mayores de 65 y con carné Joven, proyecciones en 70 mm o el citado día del espectador, se añade ahora una nueva estrategia que la empresa Cinesa lanzará en abril, y que incluirá a sus cines de Grancasa y Puerto Venecia de la capital aragonesa: un modelo de suscripción similar al de las plataformas que, a partir de 15,90 euros al mes, permitirá ir a ver películas a sus salas todas las veces que se quiera.

«La propuesta de Cinesa de anunciar un bono fijo mensual para ver todas sus películas me parece estupendo. Es el mismo caso, aunque en otro contexto, de abonar nosotros una cantidad fija a una plataforma para ver todos sus contenidos la veces que queramos sin tener que volver a pagar –comenta Juan Carlos Ajenjo, responsable de comunicación de la Tertulia Cinematográfica Perdiguer–. Puede fomentar que mucha gente vuelva a ver más veces una película que le ha gustado sin tener que pagar una nueva entrada, u otras que a lo mejor no iría a ver pero que con ese bono podría tener curiosidad por conocerlas».

El informe que la Federación de Cines de España (FECE) presentó la pasada semana en el marco del Festival de Málaga arroja un balance positivo en relación al ejercicio de 2022, con una recaudación en taquilla de 379 millones de euros y 61,2 millones de espectadores, un 49% más que en 2021, y un 45% más que el ejercicio anterior. Sin embargo, a pesar de encadenar dos años consecutivos con un incremento de espectadores del 45%, todavía se mantiene la diferencia respecto a 2019. Según el documento de la FECE, en el año anterior a la pandemia la recaudación fue de 624,1 millones de euros y se registraron 105,5 millones de espectadores.

Nuevas propuestas

Sobre las distintas maneras de hacer frente a esta situación, el crítico de cine de HERALDO, Enrique Abenia, explica que «los exhibidores, en una situación difícil aunque haya días y semanas buenos, se están moviendo, y desde hace tiempo. Lanzan propuestas diversas, pero en varios casos deberían estar mejor perfiladas. Dentro de que nunca se volverá a lo de antes, la revitalización pasa por una combinación de acciones con una base que debería ser innegociable: el cuidado de la programación».

Además, Abenia subraya que «los cines con concepto de multisala tienden a desatender la cuestión. Pero luego se da el caso de que los que cuidan, y mucho, la programación no tienen detalles con el cinéfilo fiel».

El crítico señala que los hábitos han cambiado «radicalmente». En relación a las plataformas dice que «son algo maravilloso, pero no todo es magia y también han traído aspectos nada positivos» y defiende que «lo mejor es que convivan ambos modelos».

«El público medio va menos al cine –prosigue–, pero cuando hay una película que de verdad le interesa, vuelve a las salas. Está el claro caso de ‘Avatar. El sentido del agua’, pero también el de ‘Top Gun. Maverick’, todo un fenómeno en Estados Unidos».

Ventanas de exhibición

Desde el sector se piden cambios en la Ley del Cine para aumentar las ventanas de exhibición –el margen de tiempo que los cines tienen para exhibir una película en exclusiva antes de que salga en formato físico o en plataformas–. En este sentido, Abenia comenta que no sabe hasta qué punto evitaría la pérdida de público, pero que «desde luego respaldaría a los cines, que lo necesitan. Antes las ventanas eran demasiado amplias, y ahora se ha llegado al extremo contrario. Se ha dado el caso de películas con recorrido taquillero que al poco de estar en cines ya se ha anunciado que su estreno en la plataforma está bastante cercano. Es un tiro en el pie y un sinsentido».

Ana Asíón, historiadora del cine y profesora de la Universidad de Zaragoza, sintetiza ante esta cuestión que «cualquier medida, consensuada entre todos los agentes involucrados, que favorezca la llegada de espectadores a los cines y suponga un beneficio para la industria fílmica será bien recibida», y matiza que «el riesgo está en encontrar una propuesta que realmente satisfaga a todas las partes, algo que quizás es más complicado».

Recuperación en 2023

En 2022, la Federación de Cines de España impulsó un estudio para conocer como ha afectado la pandemia a los hábitos culturales de los españoles y su predisposición a acudir a los cines en 2023. Los resultados hablan de una «consolidación en el crecimiento para alcanzar las cifras prepandemia y la recuperación de públicos hasta ahora perdidos». El estudio revela que el 61% de los encuestados confirman que seguirán asistiendo al cine tal y como lo han venido haciendo hasta ahora, mientras que un 25% declaran que irán al cine con mayor asiduidad este año.

«Es cierto que la dinámica ha mejorado, pero hay fines de semana con recaudaciones bastante bajas y que asustan. La recuperación de públicos perdidos pasa por una estrategia de medidas fijadas a medio y largo plazo. Pero no solo depende de las salas, sino también de las distribuidoras y de los grandes estudios», advierte Abenia.

«En momentos de incertidumbre como el que nos ha tocado vivir es necesario que reflexionemos e intentemos aprovechar el cambio de ciclo para buscar nuevas alternativas y estrategias que nos permitan seguir creciendo. Y el cine, por supuesto, no tiene ni debe ser ajeno a esta realidad», sostiene Asión.

La historiadora también coincide con Abenia en que «se puede seguir trabajando para perfeccionar el tipo de propuestas que se hacen, sobre todo para intentar captar público y consolidar el ya existente. Las plataformas son un formato con el que las salas de cine van a tener que convivir, por lo que será necesario reinventarse y buscar los puntos fuertes que ofrece la gran pantalla».

Acerca de la pérdida de público en los cines, Asión indica que «ha habido una tendencia en los últimos años, favorecida entre otros por las circunstancias sociosanitarias que hemos atravesado, que ha fomentado un consumo más individualista del audiovisual. Un hecho que, más allá del evidente perjuicio que supone a las salas, tiene que servir para hacernos reflexionar sobre nuevas estrategias que sirvan para recuperar público, sobre todo joven».

«El precio es otro hándicap para que la gente no vaya tanto al cine, y menos los jóvenes. Solo hay que ver que cuando se hace a lo largo del año la Fiesta del Cine, poniendo los precios muy rebajados, las salas se llenan para ver las películas de esa semana en proyección», concluye Ajenjo.

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