Códices manuscritos, incunables, libros antiguos y raros: qué los diferencia
Los coleccionistas de libros conocen muy bien cómo distinguirlos y cuáles son las similitudes. Ahí van algunas diferencias.
Siguiendo el rastro de los libros robados de la Seo, que publica HERALDO desde este domingo en distintas entregas, surgen varias dudas al respecto. Y es que, aunque parezcan términos sinónimos no lo son y saber diferenciar entre códices manuscritos, incunables y libros antiguos y raros tiene más importancia histórica de la que a priori pueda parecer. A continuación, una breve explicación:
Códice manuscrito
Un códice es un manuscrito anterior o simultáneo a la propagación de la imprenta, la cual, a partir de 1453 -año consensuado para datar el origen de la imprenta en Europa- fue poco a poco arrebatando el protagonismo al secular y fecundo 'scriptorium' de los amanuenses palatinos y monásticos -personas que tenía por oficio copiar escritos, pasarlos a limpio o escribir al dictados- donde se elaboraba el códice.
En función de la capacidad adquisitiva del comprador este podía ser ilustrado con dibujos o letras capitales coloreadas, e incluso se adornaba con láminas de oro o plata.
Libros antiguos
Son los libros impresos a partir del 1 de enero de 1501. Existe una subcategoría entre los impresos antiguos, llamada post-incunables, creada básicamente para libros impresos en aquellos países en los que la imprenta tuvo un desarrollo tardío. Esta subcategoría comprende ejemplares que mantienen ciertas cualidades de los impresos incunables más próximos a los orígenes de la imprenta.
Incunables
El término incunable hace referencia a la época en la que los libros se hallaban 'en su cuna', es decir en la primera 'infancia' de la técnica moderna de hacer libros a través de la imprenta. Así, son reconocidos como incunables los impresos entre 1453 -fecha de la invención de la imprenta moderna- y 1500, procedentes de unas 1.200 imprentas, distribuidas entre 260 ciudades, con un lanzamiento aproximado de 35.000 obras distintas.
Libros raros
Hay muchos libros que son antiguos o inusuales, pero esto no significa que ninguno de ellos sea raro. Para obtener tal clasificación, el ejemplar debe cumplir con un ciertos criterios entre los que destacan los siguientes: que sea difícil de encontrar debido a su fecha de impresión temprana, número limitado, carácter especial de una edición o encuadernación o su interés histórico.
