reportaje

Los perfumes no tienen género, si te gusta es el tuyo

No busques ni dejar huella ni pasar desapercibida. La elección del perfume que te acompaña es mucho más que un olor que te gusta. Es una emoción y te define.

Lorenzo Villoresi
Lorenzo Villoresi
D.R.

La elección del perfume es algo muy personal que no solo depende de los gustos, también del estado de ánimo, la época de año e incluso del contexto en el que se va a usar.

El primer filtro que históricamente se ha usado para comenzar el proceso de elección de un perfume era el de separarlos por sexos y decidir según el nuestro. ¿Que implica este inconsciente detalle? Que nos perdemos el 50% de posibilidades de dar con el que nos guste. "Basarnos en el género para elegir un perfume es una limitación que no tiene sentido. Del mismo modo que no hay arte para hombres o para mujeres, ni gastronomía para hombres o mujeres, no hay notas más afines al gusto de hombres o mujeres. Se trata de un constructo cultural, y evitarlo abre la mente y enriquece la experiencia olfativa". Son palabras de Lorenzo Villoresi, uno de los perfumistas más reconocidos internacionalmente y creador de clásicos como ‘Teint de Neige’, sin duda en la lista de los más buscados.

Recuerdos o emociones

¿Dónde habría que poner el foco para acertar con la elección? "Puesto que un perfume apela a la memoria olfativa, ya sea reflotando un recuerdo o como elemento integrado en la formación de nuevas memorias, sugiero que la emoción sea la base sobre la que elegir un perfume. El mayor error que puede cometer una persona es comprar un perfume porque está de moda", explica Villoresi.

Tan importante como todo lo anterior es la paciencia. El primer ‘fogonazo’ no es el olor que perdura. Lo primero que nos llega son las notas de salida, pero las que perduran son las de fondo. Este matiz lo explica también el perfumista florentino: "Un perfume no se expresa en su totalidad hasta pasadas unas horas. Las primeras notas son las de salida y son las que nos seducen en primera instancia, pero no son la historia completa. Lo recomendable es ir oliendo el perfume a lo largo del día; y también probarlo siempre en piel, porque hay variables personales como la alimentación o el pH que pueden alterar la fragancia".

Por último, una vez que tenemos ‘nuestro aroma’ hay que saber cómo aplicarlo: "Algunas áreas del cuerpo son más estratégicas, en las que late el pulso, como las muñecas, el interior de las articulaciones del codo y la rodilla, debajo del pecho, el ombligo y la nuca. Importante no frotar nunca las muñecas tras aplicar el perfume para no degradar el corazón de la composición", concluye Villoresi.

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