MÚSICA Y BOXEO / ARTES & LETRAS

Perico Fernández, una historia que nunca termina

Una mirada transversal al campo del mundo de los superligeros: ecos musicales, literarios, pugilísticos y sociales: un héroe de la cultura popular

La foto más famosa y espectacular de Perico Fernández: el día que venció a Alfonso Redondo. Manuel Hernánde de León fue premiado por esta instantánea que capa el momento decisivo.
La foto más famosa y espectacular de Perico Fernández: el día que venció a Alfonso Redondo. Manuel Hernánde de León fue premiado por esta instantánea que capa el momento decisivo.
Manuel Hernández/H. A. /EFE

Cada uno tiene su propia historia. Casi todos la quieren recordar y muy pocos se atreven a contarla. Un correo electrónico de José M. Gala en una noche de septiembre. Me habla de un libro sobre la rivalidad entre Perico Fernández y Muangsurin, la historia de las dos peleas que el campeón aragonés disputó con el tailandés. Todos tenemos una historia y la mía comienza el 10 de agosto de 2009.

Aquel día Perico me firmó un autógrafo y me enseñó alguna de sus pinturas con motivos taurinos que le compraba gente como el escritor y editor David Giménez. David lo acompañó al Festival de Periferias de 2011. La edición estaba dedicada a los ‘Outsiders’. En la mesa, junto al organizador de la velada, Luis Lles, estaban David, Perico y el rapsoda y director de El Silbo Vulnerado, Luis Felipe Alegre. Un paquete de tabaco y un poco de cariño. Lo que le podía ofrecer un mundo, el de Perico, que llevaba años agotándose.

«Me encuentro muy solo. Y no me gusta la soledad. Me gusta y no me gusta la ciudad. A veces pienso: “¡Con lo que yo he sido: ahora todo es lamentable! ¿Qué amigos tengo ahora?”. A veces me consuelo a mí mismo y me digo: “Menos mal que he perdido memoria”», dijo Perico.

Cuando José M. Gala me pregunta por Perico Fernández yo recuerdo a Félix Romeo. Félix tenía un cuaderno donde conservaba los autógrafos de personajes a los que admiraba. El de Perico era su mayor tesoro. En el capítulo 117 de su primer libro, ‘Dibujos animados’ escribe: «Nos quedábamos a ver a Perico. Era sábado y después de la película. Solo nos quedábamos por Perico. Ahí estaba repartiendo leña. Mirabas por la ventana y todas las luces estaban encendidas. “Así, así, Perico”, se oía como una respiración cortada. Era de noche y mi padre cerraba los puños».

'La vida en un puño'

Le hablo a José M. Gala del libro ‘La vida en un puño’, el libro que escriben Mariano Gistaín y el periodista deportivo Juan Antonio Ciria sobre la vida de Perico. Una biografía que aparece por entregas semanales en el periódico ‘El Día’ durante un caluroso verano de 1987. La primera biografía sobre Perico Fernández la había escrito el concejal y periodista Alberto Maestro y con ese material y una serie de entrevistas realizadas recorriendo España en un 133 amarillo, Gistaín y Ciria, junto al tercer mosquetero del proyecto, Luis Alegre, van dando forma al proyecto a base de entrevistas y combates contra el estío con una manguera a modo de ducha desde la azotea de Escoriaza y Fabro donde los tres ven pasar los trenes que se detenían en la Estación del Portillo. Más tarde, dentro de la colección ‘Los libros de El día’, los artículos aparecerán recopilados en dos tomas con forma de libro. Perico Fernández también podría haber sido futbolista. Le gustaba entrenar con los Zaragüayos: Nino Arrúa, Lobo Diarte y los menos conocidos, Ocampos y Soto. Acabaron la temporada 73-74 terceros y al año siguiente alcanzaron el subcampeonato.

Perico, según José M. Gala, llega a considerar dejar el boxeo para dedicarse a la música. Graba un single, ‘Fuera de combate/ No sé vivir sin ti’ que suena a Adriano Celentano. En 1993 la banda de garage madrileña The Pleasure Fuckers, liderada por el mítico Kike Turmix, hace una versión de ‘Fuera de combate’ en su disco ‘Ripped to the hits’.

Pienso también que Perico podría haber sido actor. Óscar Aibar le da un pequeño papel en su corto ‘Chihuahua’ del año 1991. Durante los 14 minutos que dura aparece en pantalla junto a Jorge Sanz o Pere Ponce. «Este es Kid. Nadie sabía exactamente a qué se dedicaba, pero algunos recordaban que, en un tiempo, había sido un buen boxeador». Óscar Aibar acaba de publicar una novela de ciencia-ficción, ‘La mancha sobre Titán’ y dicen que cada vez que mira el cielo es para homenajear a Perico.

Verano de 1974. Perico Fernández efectúa el saque de honor en la Romareda, ante Violeta y Pelé.
Verano de 1974. Perico Fernández saluda a Pelé antes de efectuar el saque de honor en la Romareda, ante Violeta y Pelé.
Misis/Burgos/Archivo Heraldo.

Bunbury y el púgil zaragozano

En la primavera de 2002 sale a la venta ‘Flamingos’, el tercer álbum solista de Enrique Bunbury. En las fotos interiores del LP, Bunbury, con el calzón de Benito Escriche, recibe los ánimos de Perico Fernández apoyado en la esquina de un ring. El disco se abre con ‘El club de los imposibles’. Se escucha «Esto va a comenzar, vaya mirada se están cruzando los púgiles, suena la campana y comienza el combate». Más adelante, en ‘Hermosos y malditos’, la presentación: «En la velada se enfrentaban el brasileño Joao Henrique, aspirante al título mundial de los superligeros y el campeón mundial de la categoría, Perico Fernández».

Y en los últimos veinte segundos de ‘Contar contigo el éxtasis’: «Atención, señoras y señores, es un momento altamente emotivo para el boxeo español, porque podemos tener un campeón del mundo... ¡Campeón Perico Fernández! ¡Campeón del mundo, Campeón del mundo!».

Todos tenemos una historia. Antón Castro lo entrevista. Antón le ofrece un cigarrillo. Todos hemos fumado con el campeón. Perico le dice: «Me encuentro muy solo. Y no me gusta la soledad. Me gusta y no me gusta la ciudad. A veces pienso: “¡Con lo que yo he sido: ahora todo es lamentable! ¿Qué amigos tengo ahora?”. A veces me consuelo a mí mismo y me digo: “Menos mal que he perdido memoria”».

Todos tenemos una historia: estos días se reedita ‘Flamingos’, veinte años desde la edición del disco, el libro ‘Perico&Muangsurin, historia de una loca rivalidad’ apareció dos días después de que se cumplieran seis años de la muerte del campeón del Mundo. Habían pasado unas semanas desde el aniversario del fallecimiento de Félix Romeo (Zaragoza, 1968-Madrid, 2011).

Hace unos meses la enfermedad se llevó a mi tío Octavio, el hombre que me presentó a Perico Fernández.

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