Selvatik, en marcha a pleno rendimiento

El centro de ocio y restauración ‘indoor’ más grande de Aragón, que da empleo a 40 personas, trabaja sin cortapisas tras enfrentarse a tres cierres debido a la pandemia.

Eloísa Artal, gerente de Selvatik, con varios camareros que atienden la enorme barra central.
Eloísa Artal, gerente de Selvatik, posa en la enorme barra central con varios trabajadores del complejo
Camino Ivars

Acceder al establecimiento de Selvatik, ubicado en el entorno de la avenida de Gómez Laguna de Zaragoza, en concreto en el número 18 de la calle Ramón Sainz de Varanda, es como acceder a una jungla oculta en medio de la ciudad. No en vano, los más de 3.000 metros cuadrados que ocupa el establecimiento, dividido en dos plantas, presentan una decoración inspirada en la selva, con vegetación artificial, rocas e incluso una enorme cascada. Ésta se encuentra al lado de la cocina, la cual no cierra en todo el día.

Del total de este espacio, unos 600 metros cuadrados están dedicados a restauración, mientras que el resto es un área de juegos destinados a los más pequeños con 16 atracciones, entre las que destacan el campo de fútbol o de basket, el rocódromo, un circuito de coches y motos eléctricas, una zona de realidad virtual, el espacio lego o los toboganes gigantes, de más de 7 metros de envergadura. “Antes de llegar nosotros aquí iba a haber un supermercado. Lo que hicimos fue adaptarnos a la realidad de lo que había”, relata Eloísa Artal, gerente junto al propietario Iván Acedo del establecimiento.

Con un aforo para unas 700 personas -en torno a 200 niños en la zona de juegos-, se trata del centro de ocio y restauración ‘indoor’ más grande de Aragón que, por fin, se encuentra abierto a pleno rendimiento tras enfrentarse a tres cierres debido a la pandemia. “Lo hemos pasado muy mal, la verdad es que la pandemia fue un gran reto para todos, para nosotros con un proyecto de esta envergadura; todavía más”, reconoce la hostelera.

Eloísa Artal, gerente de Selvatik
Eloísa Artal, gerente de Selvatik
Camino Ivars

En cuanto a la característica decoración del establecimiento, la empresaria asegura que el 90% de los proveedores son aragoneses. “Hemos apostado por colores que evocan a la naturaleza, marrones, verdes y grises. Con elementos llegados de Cuarte de Huerva, La Puebla de Alfindén y Utebo, entre otras procedencias”, especifica. La mayoría de los materiales utilizados son ecológicos y reciclados. Llama la atención la zona central, que recibe al cliente con una enorme barra. “La pandemia ha provocado que la gente no utilice este espacio como antes, pero eso no podíamos saberlo, el proyecto nació antes”, afirma.

Y es que la historia de Selvatik se remonta al pasado 16 de septiembre de 2020, momento en el que se produjo la primera apertura de este establecimiento en plena pandemia. Tras su inauguración, se vieron obligados a cerrar sus puertas hasta en tres ocasiones debido a la crisis sanitaria. “Nos íbamos adaptando a las restricciones y a las normativas vigentes en cada momento, pero ya habíamos comprado género y teníamos a parte del equipo contratado”, explica. Hoy, están dando empleo a más de 40 personas.

Eloísa Artal, gerente de Selvatik
Eloísa Artal, gerente de Selvatik
Camino Ivars

La apertura definitiva se produjo el 5 de marzo de 2021. Afortunadamente, lograron convertir Selvatik en el lugar que soñaron antes de que llegara la pandemia. “Ahora tenemos este espacio a pleno rendimiento y hemos conseguido crear lo que un día imaginamos. Un espacio único en Aragón en el que padres y niños pueden disfrutar de una experiencia pensada para todo tipo de contextos”, explica Eloísa. Y es que desde el momento en el que los pequeños llegan al local y se ponen su pulsera, son dirigidos a la zona de juegos, siempre con un monitor a su cargo.

“Los papás no tienen que preocuparse por nada, sus hijos tienen juegos, zona de merienda, pintacaras, pantallas de proyección… rara vez quieren salir de allí”, asegura. Mientras tanto, en la planta de arriba, los adultos pueden disfrutar de una completa carta pensada para todo tipo de públicos, y paladares. “Desde un perfil más ejecutivo con opciones tipo ensalada, bistec o pulpo a la plancha por la zona en la que nos encontramos, a otro más urbano, con pizzas, hamburguesas, perritos calientes y patatas”, especifica.

En cuanto a los precios, el acceso a la zona de ocio va desde los 13 hasta los 19 euros en función del tiempo -a elegir entre una hora y media o tres- y el día de la semana. El horario es de martes a domingo de 13.00 a 22.00, siendo los fines de semana de 11.00 a 00.00 horas.

La familia crece

El proyecto se une a sus otros locales, como el restaurante Aura, Bunker Bar o Kentya, su última apertura. “Provenimos de una familia de hosteleros de toda la vida, por eso teníamos claro que Selvatik era, ante todo, un restaurante. Nuestra apuesta por la gastronomía de calidad es una máxima”, admite.

Sin embargo, la pandemia y la guerra de Rusia han afectado notablemente al avance de este negocio. “Los gastos que acumulamos durante el tiempo que estuvimos cerrados todavía siguen ahí, al tiempo que se tan triplicados los costes energéticos. Nos está tocando trabajar mucho por sacar este sueño adelante”, concluye Artal, que reconoce que ha sido “uno de los retos más grandes a los que nos hemos enfrentado”. 

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