Los Músicos de su Alteza cumplen 30 años y preparan nuevos discos y producciones

La temporada del aniversario, llena de conciertos, se cerrará en 2023 con un ‘Mesías’ de Händel junto a Amici Musicae en el Auditorio de Zaragoza

Los Músicos de su Alteza: Pablo Prieto, Eduardo Fenoll, Olalla Alemán, Luis Antonio González, Pedro Reula, Josep Maria Martí y Silvia Jiménez, en la pausa de un ensayo.
Los Músicos de su Alteza: Pablo Prieto, Eduardo Fenoll, Olalla Alemán, Luis Antonio González, Pedro Reula, Josep Maria Martí y Silvia Jiménez, en la pausa de un ensayo.
Guillermo Mestre

En 1992 Luis Antonio González Marín, un organista, clavicembalista y musicólogo aragonés, creó Los Músicos de su Alteza, grupo que tres décadas después es referencia nacional e internacional en la interpretación de música antigua. La formación está celebrando sus 30 años de vida, en un año que incluye hitos como ‘La Pasión según San Mateo’ de Bach, interpretada en abril pasado, y el ‘Mesías’ handeliano, en colaboración con el coro Amici Musicae, al que darán vida al año que viene. ¿Cómo se define el sonido distintivo del grupo?

"La base de nuestro trabajo es la investigación en las fuentes musicales –asegura González Marín–. Hay que estudiar no solo las notas de la partitura original, sino también los parámetros propios de la interpretación, el número de músicos originales... El estudio de las fuentes musicales y del entorno en que se hacía la música te ayuda a entenderla mejor. Y, una vez que tienes ese trabajo hecho, se inicia otro proceso, el de trasmitir la partitura de la manera más viva posible, evitando el anacronismo siempre que sea posible. Si cometemos alguno es porque nos fuerza la historia. En nuestros conciertos, por ejemplo, son voces femeninas las que cantan lo que en su día interpretaban los castrados; no recurrimos a sopranistas. No podemos saber con exactitud qué querían Nebra, Monteverdi o Bach, pero sí interpretar la música intentando no traicionar lo que conocemos del pensamiento de su autor, y siempre procurando que, con los medios históricos, la música suene viva y ‘nueva’, como si se estuviera haciendo por vez primera".

El aniversario se está traduciendo en muchas cosas. Hace unas semanas el grupo ofreció dos conciertos en el Palacio Real. Su director, González Marín, está a punto de publicar un disco de música de tecla española del siglo XVII. A principios del año que viene el grupo publicará otra grabación, de música española del XVIII. Tras participar en el documental ‘Nebra. El tiempo de la música’, de José Manuel Herráiz, ha hecho un videoclip con música de Mozart y prepara un nuevo audiovisual con la de Nebra. Ha participado también en ‘Goya, el ojo que escucha’. Esta temporada el grupo está incluido en la programación de la fundación Juan March, en el Festival de Música Antigua de Albacete, en la Semana de Música Religiosa de Cuenca... También participará en un festival en Brasil y espera recuperar una gira por México que abortó la pandemia.

"A lo largo de los años, en Los Músicos de su Alteza se han ido integrando intérpretes que nos han dado mucho. La estabilidad y la fidelidad de los músicos es la mejor garantía para conseguir resultados –añade Luis Antonio González, musicólogo de la IMF-CSIC y académico de la de San Luis–. Hoy, cada uno de nuestros conciertos es la suma de los criterios de todos los integrantes, pasados por el filtro de los míos. También hemos evolucionado. No hacemos ahora la música como hace 20 años".

Pocos proyectos culturales cumplen tres decenios en Aragón. Pese a ello, el grupo contempla el futuro con cierta preocupación. "La música necesita ayudas –señala el director de la formación– y, cuando se trata de subvenciones públicas, resulta que las ayudas que se convocan anualmente se conceden muy tarde. Esto dificulta mucho poder programar porque los conciertos no se plantean en cuestión de meses. Las temporadas se suelen diseñar con dos años de antelación, a veces tres, y este sistema nos plantea dificultades y esfuerzos suplementarios. El futuro, en general, lo vemos con cierta incertidumbre. El público de la música clásica no está creciendo, sino envejeciendo, lo que contrasta con lo que ocurre con los instrumentistas, que cada vez son mejores. A pesar de ello, también encaramos el futuro con cierto optimismo. Estamos acostumbrados a trabajar mucho y, afortunadamente, en Zaragoza tenemos un público de una fidelidad tremenda".

Un ensayo de Los Músicos de su Alteza.
Un ensayo de Los Músicos de su Alteza.
Guillermo Mestre

Los cinco hitos

Los hitos

1992: fundación de Los Músicos de su Alteza, con Luis Antonio González como director. "Queríamos que la música antigua sonara como algo vivo que trasmite emociones".

1996: el grupo gana el concurso Van Wassenaer de La Haya. Graba su primer disco, ‘In ictu oculi’, de música española del siglo XVII. Lo hace con el prestigioso sello Arsis.

2000: la Diputación de Zaragoza encarga a Los Músicos de su Alteza que dinamice las actividades de la capilla de Santa Isabel. Nace el festival Música Antigua en la Real Capilla de Santa Isabel. "Lo programamos hasta 2011, luego sobrevivió un tiempo más, y este año hemos tenido la suerte de recuperarlo con una edición de cuatro conciertos. Ojalá se mantenga", señala González Marín. Amplían el grupo y se convierten en la primera orquesta barroca en Aragón.

2007: Los Músicos de su Alteza consiguen el patrocinio de la Fundación Orange. Ello les permite grabar tres discos, uno de ellos con música del aragonés José de Nebra.

2017: Los Músicos de su Alteza inician, por concurso, su etapa como grupo residente del Auditorio de Zaragoza, que dura hasta hoy.

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