HISTORIA. OCIO Y CULTURA

Juan José Morales: "Deberíamos trabajar por un país más justo, tolerante y libre"

El escritor y periodista e historiador publica 'Franco y la masonería. Un terrible enemigo que no se rinde jamás' (Masónica) 

Juanjo Morales alterna la investigación, las clases y el periodismo.
Juanjo Morales alterna la investigación, las clases y el periodismo.
Guillermo Mestre.

Periodista e historiador, exdirector del ‘Diario de Menorca’ y de otros medios, jefe de prensa de la Diputación de Zaragoza, también es profesor en la UNED y un gran experto en la masonería. Publica 'Franco y la masonería. Un terrible enemigo que no se rinde jamás' (Masónica). 

Lo primero que me viene a la cabeza de usted son Sus años en la DPZ como Jefe de prensa. Así de entrada, y sabiendo que daría para un libro voluminoso, si mira hacia atrás, ¿qué rescata? ¿Cómo fueron aquellos años 80?

Los años 80 fueron apasionantes y las instituciones se democratizaron y se pusieron al servicio de la modernización de nuestro país. En la Diputación Provincial, los representantes de los alcaldes de los pueblos de Zaragoza hicieron avanzar este sector tan importante de nuestra sociedad. Y el desarrollo de una nueva política cultural es un buen ejemplo de la transformación que supuso la llegada de la democracia a nuestras ciudades, y a nuestros pueblos.

Aquellos años fueron, también, del despertar del Palacio de Sástago. ¿Cómo se vivía aquella experiencia de modernidad?

La restauración del Palacio de Sástago, destinado a acoger exposiciones de un alto nivel, y el trabajo de la Institución Fernando El Católico, supuso una nueva etapa muy diferente, sin parangón a la actividad llevada a cabo en la dictadura. Fue un tiempo apasionante. Y creo sinceramente que el “cambio” experimentado ya no tiene vuelta atrás.

Creo que ya por entonces, los 80 y 90, le interesaba la masonería. ¿Por qué?

Fui Director del periódico de Menorca el 23 F de 1981. Y puedo decir que nosotros – como me consta que también hizo ejemplarmente HERALDO DE ARAGÓN- salimos a nuestra cita diaria con nuestros lectores, a las siete de la mañana, con la misma puntualidad de cualquier otro día, defendiendo en la primera página, la libertad, la democracia, la no-violencia y la Constitución, y nuestro rechazo sin paliativos al intento del golpe de estado. Este acontecimiento histórico, más incluso que la muerte de Franco, puso en evidencia la importancia que tienen los periodistas y los medios de comunicación en una sociedad libre y democrática, más si cabe, después de una etapa tan dolorosa como fue la dictadura, y después de una Guerra Civil. Mi interés por la historia de la Masonería Española surgió en Menorca, donde nació mi hija en 1981, -hoy tiene 41 años- yo preparaba mi tesina de licenciatura, y posteriormente mi tesis doctoral, trabajos académicos que defendí en la Universidad Autónoma de Barcelona. Estudié algunos periódicos menorquines del último tercio del Siglo XIX, como el periódico 'El Menorquín', y constaté las abundantes alusiones que aparecían en ese periódico y en otros sobre la actividad de las logias masónicas en la Isla. Actividad que fue cortada de raíz en febrero de 1939, cuando Menorca fue ocupada por el ejército de Franco. Viajé a Salamanca para consultar la documentación policial de represión de la Masonería de las Islas Baleares, en el Archivo de la Guerra Civil. Allí descubrí mi vocación de historiador.

"Estudié algunos periódicos menorquines del último tercio del Siglo XIX, como el periódico 'El Menorquín', y constaté las abundantes alusiones que aparecían en ese periódico y en otros sobre la actividad de las logias masónicas en la Isla. Actividad que fue cortada de raíz en febrero de 1939, cuando Menorca fue ocupada por el ejército de Franco"

¿Qué sucedió entonces?

Entonces simultaneé el periodismo con mis trabajos de investigación histórica, y la docencia en la UNED. Recuerdo que cuando unos años más tarde se empezaba a hablar de la Memoria Histórica, algunos de mis alumnos de la asignatura de Historia Contemporánea de España me preguntaban por la posible relación entre Historia, Memoria y Periodismo. Creo que, si trabajamos con rigor y honestidad la frontera, a veces no es fácil de distinguir, pero eso no es lo más importante. Pienso, por ejemplo, en los trabajos que sobre la Transición publicó la periodista Victoria Prego (que fue compañera mía en la Facultad de Ciencias Políticas y en la Escuela de Periodismo de Madrid). Su magnífico trabajo nos demuestra que lo fundamental es trabajar con seriedad. Los mejores historiadores escriben muy bien, y los mejores periodistas también. La diferencia radica en el objeto de estudio, y en el tiempo histórico, pero el resultado final es el mismo.

El general Franco y sus contradicciones son analizados por Juanjo Morales.
El general Franco y sus contradicciones son analizados por Juanjo Morales.
Archivo Heraldo.

En el prólogo de Su libro 'Palabras Asesinas. El discurso antimasónico en la guerra civil española' el profesor José Antonio Ferrer Benimelli, dice que siempre ha habido hombres y mujeres “que buscaban un sentido de la vida y que buscaban un mundo mejor y más hermoso”. Quizás sean unos cuantos colectivos los que buscan eso. ¿En que serían distintos y específicos los masones?

Su pregunta plantea una de las cuestiones fundamentales en el estudio de la historia de la Masonería y de los masones. De hecho, en el prefacio de mi último libro 'Franco y la Masonería. Un terrible enemigo que no se rinde jamás', que ahora estoy presentando en varias ciudades, trato de responder a dos preguntas que parecen sencillas pero cuyas respuestas, sin embargo, me parecen algo más complejas. Me pregunto: ¿Qué es la Masonería y por qué fue tan perseguida por Franco?. La respuesta a estos dos interrogantes es el objetivo principal de mi libro. La inexplicable relación de Franco con la masonería y la persecución de los masones están fuera de toda duda. La persecución de los masones fue una terrible realidad que provocó en la práctica, la total destrucción de la masonería española, causando un enorme dolor que no convendría olvidar. Parto de la idea de que en España prevalece aún todavía la visión más oscura de la masonería, como la de un ente secreto, satánico e infernal, causante de todos los males de España, como repitió tantas veces el Caudillo.

En las primeras páginas del libro, recuerda las condenas y excomuniones papales contra la masonería desde el siglo XVIII y durante todo el Siglo XIX. ¿Por qué esa animadversión? Llega hasta el Nuevo Código de Derecho Canónico de 1983. ¿Cómo se explicaría que dos instituciones benefactoras no sean capaces de encontrarse en su defensa del bien común?

El Papa León XIII fue uno de los principales inspiradores de la doctrina antimasónica en que se basó la justificación intelectual de la persecución de la masonería, que, sin duda inspiró a los principales paladines antimasónicos católicos, como Franco. León XIII, con algunos Papas inmediatamente anteriores, vivió unos tiempos convulsos en los que la Iglesia se vio fuerte confrontada con las doctrinas que defendían la separación de la Iglesia y del Estado, la libertad de conciencia, y una serie de principios que venían de la Revolución Francesa, que erróneamente creía que eran obra de los masones, auténticos instrumentos del diablo, ese eterno enemigo de Dios y de la Iglesia. En la actualidad la Iglesia sigue condenando la participación de los católicos en las logias masónicas.

En este contexto, siempre complejo, aparece el odio de Franco, que estudia en tu libro ‘Franco y la masonería. Un terrible enemigo que no se rinde jamás’. Empecemos por los mitos falsos: Larache, rechazo en otra logia en Madrid, etc. ¿Qué hay de ello? ¿Qué no es verdad?

No existe ninguna prueba documental. Pero podemos afirmar que lo del intento de ingresar esa logia de Larache, siendo Franco teniente coronel, es completamente falso, por la sencilla razón de que esa logia nunca existió. Y lo de la logia madrileña, cuando Franco era general, su hermano Ramón, el famoso as de la aviación, no fue uno de los siete militares que presuntamente rechazaron el ingreso de Franco en la logia, entre otras razones porque en esa fecha no pertenecía a la masonería. Pero, estas contradicciones no han impedido la pervivencia de este mito, que a pesar de su inconsistencia, explicaría la obsesión antimasónica de Franco y la implacable persecución que desató contra los masones, prácticamente hasta su fallecimiento.

"la Revolución Francesa, que erróneamente creía que eran obra de los masones, auténticos instrumentos del diablo, ese eterno enemigo de Dios y de la Iglesia. En la actualidad la Iglesia sigue condenando la participación de los católicos en las logias masónicas"

¿De dónde vendría ese “odio brutal y desmesurado contra los masones” que tenía Franco? ¿Le condicionaría su propia familia: su padre era simpatizante y su hermano Ramón era “rojo y masón”?

En la primera parte de mi libro trato de responder estos interrogantes. Lo hago con cierta extensión. Porque me parecen claves fundamentales para entender la figura de Franco y la dictadura. Algunos autores han aludido a factores estrictamente personales (incluso familiares) para tratar de comprender este odio brutal y desmesurado contra los masones y la obsesión antimasónica del Caudillo, pero por supuesto esta vía parece poco probable. Creen que la explicación de este odio y de su obsesión antimasónica viene del rechazo de su padre, que había abandonado a su madre, y se había re-juntado con una mujer con la que vivía en Madrid. 

Otra posible explicación podía encontrarse en su madre a la que Franco adoraba. Pilar Bahamonde era una mujer que tenía una religiosidad tradicional y cuyo comportamiento ejemplar, al cuidado de la familia y de sus hijos, estaba en las antípodas del comportamiento de su padre que había abandonado su familia, justamente el día que Franco ingresó en la Academia de Infantería en Toledo. (Franco ingresó en la Academia de Infantería de Toledo, el 29 de agosto de 1907, a la edad de catorce años.)

¿Y su hermano Ramón?

Siguiendo en el ámbito puramente familiar, toca también hablar de su hermano Ramón Franco, el famoso as internacional de la aviación. Éste sí que había sido masón. Se inició en una logia de españoles en París. Precisamente, de Ramón se ha dicho que había sido uno los masones que votaron en contra de que su hermano ingresara en la logia Concordia de Madrid, en los años treinta. Pero como he dicho el hermano “rojo y masón” de Franco, en esa fecha no pertenecía a la masonería.

Volviendo a Franco, llama la atención algunos de sus terrores: dormía con la reliquia del brazo incorrupto de Santa Teresa y murió con un manto de la Virgen del Pilar que le llevó Cantero Cuadrado. ¿Cómo se entiende eso, qué conclusiones saca?

Franco tenía miedo a morir. Tuvo miedo morir toda su vida. Dormía siempre cerca de la reliquia del brazo incorrupto de Santa Teresa, (de la que nunca se separaba) en su mesilla de noche y tenía una réplica de la Espada de San Pablo. Y tenía también la reliquia milagrosa de un brazo de San Francisco Javier, que le habían traído de Japón, pero que tuvo que devolver a los jesuitas, aunque tuvo que intervenir el propio Papa Pio XII, para que el Caudillo accediera a devolverla. Sabemos que fue socio de la Adoración Nocturna desde su adolescencia y durante toda la vida, y que también murió con un manto de la Virgen del Pilar que le trajo al hospital el arzobispo de Zaragoza, monseñor Cantero Cuadrado, cuando no conseguía morir, en una larga, interminable y dolorosa agonía. Y es que era Caudillo por la gracia de Dios, pero no se fiaba de nadie. No se fiaba de nadie. Y sin todas estas venerables reliquias se sentía un hombre vulnerable a quien las acechanzas de su terrible enemigo no le dejaban dormir en paz.

Juanjo Morales se ha especializado en el estudio de la Masonería.
Juanjo Morales se ha especializado en el estudio de la Masonería.
Guillermo Mestre.

¿Cuál es la presencia de la masonería en la sociedad hoy en día, dónde diría que se perciben su presencia y sus ideales?

Si Franco hubiera sabido que unos cuantos años después de su muerte los masones iban a tener la sede de la Gran Logia Provincial en Madrid, a escasos metros del estadio deportivo de Santiago BernabÉu, y de la antigua avenida del Generalísimo (hoy avenida de la Castellana), no habría podido creerlo. Y, sin embargo, los masones se reúnen con discreción en sus logias, como sucede en otros países democráticos. Y llevan a cabo algunas acciones de acción social, como cualquier otra ONG.

"Otra posible explicación podía encontrarse en su madre a la que Franco adoraba. Pilar Bahamonde era una mujer que tenía una religiosidad tradicional y cuyo comportamiento ejemplar, al cuidado de la familia y de sus hijos, estaba en las antípodas del comportamiento de su padre que había abandonado su familia"

¿En qué sentido son las logias políticas y quieren intervenir en la sociedad?

Creo que a pesar de lo que creía Franco, las logias no son políticas, ni los masones quieren intervenir en la sociedad, lo que no significa que no haya masones que, a modo particular, no tengan sus ideas políticas y militen en algún partido.

Ha habido muchos masones en la historia en Aragón, desde Mozart a Cajal o nuestro Antonio Ceruelo, el fotógrafo. ¿Hay algo o alguien que le conmueva, que le parezca especialmente significativo, reseñable?

En Aragón hubo masones durante el siglo XIX, y en el siglo XX. En la guerra civil española fueron masacrados. Sólo tres pudieron exiliarse y salvaron la vida. Después de la legalización de la masonería, hay algunas logias de distintas organizaciones masónicos, pero no son muy numerosos.

Ya ha publicado dos grandes libros sobre el tema. ¿Qué te falta por estudiar o dilucidar? ¿Hacia dónde va el historiador?

Siempre he creído y creo que para ser historiador lo fundamental es ser humilde, trabajar mucho y procurar ser lo más honesto posible. Eso es lo que persigo en todos mis trabajos. Mi libro es el resumen de cinco intensos años de trabajo historiográfico. Considero que la figura de Franco –como el franquismo-, debe ser estudiada con rigor y profundidad. Ahora, en la actualidad, estoy estudiando la doctrina pontificia antimasónica porque me parece que es una de las fuentes intelectuales fundamentales que explican –si pueden ser explicables- las causas y las consecuencias del combate antimasónico franquista que lamentablemente produjo la total eliminación de la Masonería en España.

Se cumplen 40 años del Estatuto de Autonomía. Desde su perspectiva, ¿qué celebramos? ¿Cuál es la lección que debieran aprender los jóvenes?

La celebración del cuarenta aniversario de nuestro Estatuto de Autonomía, en una España tan compulsa y tan dividida, pienso que todos –incluidos los jóvenes- deberíamos trabajar para construir entre todos un país más justo, más tolerante y más libre. Y sobre todo combatir el discurso del odio y de la violencia.

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