La escultura ‘La ola y el monstruo’ vuelve a desaparecer de la Gran Vía zaragozana

La obra premiada en 1963 en la II Bienal de Pintura y Escultura de la capital aragonesa fue creada por el médico y artista valenciano Antonio Sacramento.

La escultura 'La ola y el monstruo'
La escultura 'La ola y el monstruo'
Raquel Labodía

A finales del pasado mes se descubría el busto de Santiago Ramón y Cajal en la Gran Vía de Zaragoza, una arteria que ahora también lleva el nombre del célebre científico y médico, premio Nobel de Medicina en 1906, que creció en Aragón y estudió en la Universidad de Zaragoza. La pieza ha sido creada por Frank Norton a partir de la escultura de bronce modelada por el escultor Ángel Bayod en 1933. De esta manera, la ciudad «salda una deuda» con el fundador de la neurociencia moderna, declaraba la vicealcaldesa Sara Fernández durante el acto que tuvo lugar el 25 de julio en la ya desde entonces Gran Vía Santiago Ramón y Cajal.

La colocación de esta obra ha provocado la ausencia de otra escultura que hace casi 60 años se instaló en las inmediaciones. Se trata de ‘La ola y el monstruo’, una pieza que ha pasado inadvertida para muchos zaragozanos. El horror vacui característico de algunas zonas de Zaragoza propició que durante años estuviera rodeada de otros objetos y mobiliario urbano. «Hace que no permitan una contemplación adecuada de esta, aunque pequeña, sobresaliente composición escultórica», comenta sobre ella Manuel García Guatas en la ‘Guía Histórico-Artística de Zaragoza’ (Ayuntamiento de Zaragoza, 1982). Además, a lo largo del tiempo ha sufrido varios daños, cambios de lugar y alguna intervención un tanto polémica.

‘La ola y el monstruo’ se retiró recientemente para dejar espacio al busto de Ramón y Cajal. Según fuentes del Consistorio, está guardada en dependencias municipales para repararla de unos desperfectos, «cosas sin importancia del hierro de la escultura y se le hará un repaso antes de volver a ser colocada en la zona donde se encontraba antes».

Por el momento, no se ha precisado cuándo volverá a la vía pública esta obra, premiada con la medalla de oro en la II Bienal ‘Premio Zaragoza’ en 1963 –la medalla de plata fue para ‘La Siesta’, del turolense Enrique Galcerá–, cuyo autor fue el médico y escultor valenciano Antonio Sacramento (1915-2016). Varias de las esculturas urbanas de este artista están presentes en calles y plazas de su ciudad natal.

La pieza, en su primer emplazamiento
La pieza, en su primer emplazamiento
Marín Chivite

Distintos emplazamientos

Desde su colocación en la plaza de Basilio Paraíso en 1964, ‘La ola y el monstruo’ ha conocido dos emplazamientos distintos; primero, en el inicio del actual paseo de la Constitución y, posteriormente, al comienzo del bulevar de la Gran Vía. En 2009, cuando comenzaron las obras de la línea 1 del tranvía, ya fue retirada y trasladada a los almacenes municipales para su restauración. En aquel momento estaba oxidada y muy deteriorada. Además, permanecía encajada en un pedestal de hormigón que ocultaba parte de la base de la escultura.

La pieza original tiene unas dimensiones de 115 x 115 x 100 centímetros y fue realizada en plancha de hierro de ocho milímetros. Antonio Sacramento enmarcó su obra «dentro de la temática actual. Podría llamarse escultura científica, construida con un sentido topológico cerrado, dinámico, sugiriendo un movimiento espacial y con una leve alusión figurativa», expresó el artista en 1963 tras ganar el premio en la Bienal de Arte que se celebró en la capital aragonesa.

En 2017, la escultura volvió a colocarse en la Gran Vía, en un punto próximo al que había ocupado hasta 2009, tras su limpieza y restauración por parte del área de Patrimonio. Ahora, cinco años después, ‘La ola y el monstruo’ vuelve a perder su sitio en la ciudad, de forma temporal, para quizá recuperar, finalmente, la atención y el lugar que merece.

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