Zaragoza

La Gran Vía estrena busto y apellido en homenaje a Santiago Ramón y Cajal

El Ayuntamiento ha inaugurado hoy una escultura al inicio del paseo en recuerdo del padre de la neurociencia moderna.

El busto preside desde este lunes el inicio de la Gran Vía de Zaragoza
El busto preside desde este lunes el inicio de la Gran Vía de Zaragoza
Guillermo Mestre

La Gran Vía de Zaragoza tiene ya oficialmente el apellido de ‘de Don Santiago Ramón y Cajal’. El Ayuntamiento ha saldado este lunes una “deuda histórica” con el padre de la neurociencia moderna y ha inaugurado un busto creado por Frank Norton a partir de la escultura de bronce modelada por el escultor Ángel Bayod en 1933. Con él se que pretende “inspirar” a todas aquellas personas que paseen por esta arteria de la ciudad y recordar su trascendental papel como científico y humanista.

El acto ha estado arropado por varias decenas de invitados del mundo de la universidad, la medicina y la política. También por familiares de Cajal y por ciudadanos que, atraídos por la llamativa lona negra que cubría la escultura, han querido ser los primeros en fotografiarla.

El Consistorio cumple así el compromiso adquirido en el Debate sobre el estado de la ciudad, donde se recogió la iniciativa ciudadana que pedía cambiar el nombre de la Gran Vía. Instalada al inicio del paseo, la escultura incluye unas palabras del catedrático emérito de Historia Antigua y exdirector de HERALDO Guillermo Fatás. Junto a la frase ‘Los elementos del sistema nervioso se comunican sin tocarse’, se recuerda que Santiago Ramón y Cajal fue alumno de la Universidad de Zaragoza, premio Nobel de Medicina en 1906 y creador de la Neurociencia. Se ha dispuesto, además, un código QR que enlaza con la web municipal, en la que aparecen más datos biográficos y que da acceso al catálogo del resto de monumentos de la ciudad.

Al acto ha asistido Pedro Ramón y Cajal, sobrino bisnieto del ilustre científico. Allí ha subrayado que Santiago Ramón y Cajal “fue aragonés de nacimiento”, ya que su padre y madre procedían de la Comunidad. Ha resaltado, asimismo, su “enormemente intensa” vinculación con Zaragoza. “Hizo aquí la carrera y se preparó las oposiciones para médico militar. Cuidó de su familia a su regreso de Cuba y al final de sus días pasaba parte del otoño cuidando de sus hermanos”, ha dicho.

También ha recordado sus “grandes aportaciones a la humanidad”, de las que ha instado a “sentirse orgullosos”, y ha pedido que su nombre no quede en un segundo plano, ya que, como ha apuntado, “en Estados Unidos, la NASA puso en órbita objetos personales y científicos” de Cajal a modo de homenaje a su figura y sus descubrimientos. “Tenemos que sentirnos orgullosos de ser españoles, aragoneses y paisanos de Santiago Ramón y Cajal”, ha aseverado.

En esta línea, el alcalde, Jorge Azcón, ha recordado que la Gran Vía “es una de las calles que recorría a diario” el científico, primero para recibir clase en el Paraninfo y, posteriormente, para darla. “No solo es el padre de la neurociencia moderna. También era un humanista. Su obra literaria fue inmensa”, ha señalado.

Para el regidor, “se hace justicia” en un momento especialmente duro por la pandemia “en el que hay que poner en el lugar que se merece a la medicina”. Por su parte, la vicealcaldesa, Sara Fernández, ha incidido en que, con este busto y el cambio de nombre de la Gran Vía, Zaragoza “salda una deuda”. “Fue una ciudad importantísima en su recorrido vital. A partir del año 1869, aquí llegó como estudiante repetidor desde Huesca y salió como catedrático. Aquí vivió, se casó y nacieron sus primeros hijos. Zaragoza le debía este homenaje”, ha afirmado.

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