Investigación, enseñanza reglada y apoyo a las rondallas para salvaguardar la jota

Los expertos analizan en Teruel los cabos sueltos del folclore de Aragón para activar su candidatura como Patrimonio Inmaterial.

De izquierda a derecha, Badules, Menjón, Adamo, Barreiro, Bernal, Berna e Ibor, tras el seminario celebrado en Teruel
De izquierda a derecha, Badules, Menjón, Adamo, Barreiro, Bernal, Berna e Ibor, tras el seminario celebrado en Teruel
Jorge Escudero

Todo el mundo debería saber jota y bailarla con naturalidad en los soportales de las calles o en otros espacios de la ciudad, igual que hacen los jóvenes con el rap o el hip hop. Esta es, para el bailarín y coreógrafo zaragozano Miguel Ángel Berna, una de las asignaturas pendientes del folclore aragonés. Quedó expuesta este miércoles en Teruel en un seminario en el que varios expertos analizaron el presente y el futuro de la jota para impulsar su candidatura a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

"Mis alumnos no pueden bailar en la calle lo que aprenden conmigo y tienen que hacerlo solo en grupos de jota", lamentó Berna, quien reivindicó que la jota tenga "rasmia" y asuma la evolución experimentada por los instrumentos musicales.

"Debemos reconciliarnos con nuestra tradición, hacer de ella algo actual y darla a conocer al mundo"

No fue el único apunte del que tomó nota el Gobierno aragonés con el fin de revitalizar la jota y hacer fuerte su candidatura. La investigadora y gestora cultural Manuela Adamo subrayó que para revalorizar el folclore aragonés "debemos reconciliarnos con nuestra tradición, hacer de ella algo actual y darla a conocer al mundo".

El profesor oscense de rondalla y canto Javier Badules incidió en transmitir la jota continuando con la "cadena de amor" que hizo posible que él mismo se aferrara a este arte y alertó de la necesidad de que la enseñanza de este folclore se "profesionalice", de tal forma que los enseñantes puedan obtener su título avalado por el Gobierno de  Aragón y la Universidad de Zaragoza. Otro de los ponentes fue el escritor Javier Barreiro, que habló de las cuestiones pendientes de estudio en la jota. La folclorista Carolina Ibor se centró en la tradición del sudeste de Teruel, mientras Sergio Bernal trató la improvisación en la jota.

La jornada fue inaugurada por la directora general de Patrimonio del Gobierno aragonés, Marisancho Menjón, quien afirmó que la jota "está muy viva y eso es fácilmente comprobable en cualquier rincón de Aragón". Según explicó, la hoja de ruta para lograr que sea declarada como bien inmaterial va por buen camino, respaldada por todas las comunidades autónomas salvo País Vasco, Ceuta y Melilla. Arrancó como candidatura de la jota aragonesa, pero al estar presente en otros territorios pasó a ser de la jota, en general, si bien sigue liderada por Aragón al ser aquí donde tiene mayor pujanza.

Menjón mostró su confianza en que el próximo mes de octubre el Consejo Nacional de Patrimonio, que se celebrará en Zaragoza, dote de carta de naturaleza la propuesta de Aragón, que tiene que ser asumida por el Estado antes de presentarse a la Unesco. Mientras, la DGA trabaja para salvaguardar la jota, mantener viva la tradición y garantizar su transmisión.

Mayor arraigo

Bucear en la historia, investigar, rescatar documentación de los archivos y llevar a cabo más actividades vinculadas a este folclore son algunas de las medidas que valora la DGA para aumentar el arraigo de la jota. El apoyo a los grupos de ronda y el trabajo conjunto con otras comunidades autónomas para dar a este folclore una dimensión internacional son otras de las iniciativas.

A lo largo del verano, las actividades en apoyo a la candidatura se repetirán por todo Aragón para culminar en marzo de 2023 con una gran gala para celebrar la presentación del expediente ante la Unesco.

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