El Goya recién llegado a Zaragoza fue un chollo en 2016: se vendió por solo 1.200 euros

El retrato recién presentado en el museo dedicado al pintor se subastó como obra anónima en Barcelona en 2016

El retrato del duque de Alba atribuido al pintor d eFuendetodos se expone en el Museo Goya Colección Ibercaja desde el miércoles de la semana pasada.
El retrato del duque de Alba atribuido al pintor de Fuendetodos se expone en el Museo Goya Colección Ibercaja desde el miércoles de la semana pasada.
Oliver Duch

El retrato que una colección privada depositó recientemente y de manera temporal en el Museo Goya Colección Ibercaja puede ser el chollo del siglo. Y es que, según Mutualart, web especializada que ofrece a marchantes, galeristas y coleccionistas datos y precios de adjudicación de subastas celebradas en todo el mundo, la pintura se vendió en octubre de 2016 por tan solo 1.200 euros.

La obra figuraba como el lote 1.509 de la sesión celebrada el 26 de octubre de ese año en la sala barcelonesa Balclis, una de las más prestigiosas de España. Pero el cuadro, un óleo sobre lienzo de 52,5 por 43 centímetros, se presentaba entonces simplemente como un 'Retrato de un hombre joven, siglo XVIII' de autor anónimo ('escuela francesa'). No había un especialista que hubiera identificado la pieza como obra de Francisco de Goya.

Eso se produjo poco después. "El cuadro lo conocí en la primavera de 2017, cuando los propietarios me invitaron a verlo -confesaba hace unos días el historiador del arte Arturo Ansón, autor del estudio que lo vincula al artista de Fuendetodos, en la presentación del lienzo en Zaragoza-. Estaba aún sin limpiar, pero desde el primer momento vi que se trataba de una obra muy importante. La limpieza reveló que su estado de conservación es en realidad muy bueno. El formato original de la pintura debía ser octogonal, pero en algún momento del siglo XIX lo reacomodaron a formato rectangular". De sus palabras se deduce que los propietarios del cuadro, tras adquirirlo, quisieron consultar con un especialista porque sospechaban que se trataba de algo más que un simple retrato "de escuela francesa". Y seguramente sospechaban que era más importante de lo que parecía antes incluso de adquirirlo.

En ese mismo 2017 se le hizo un análisis técnico en el estudio Arte-Lab de Madrid, según cuenta Arturo Ansón en el informe de 30 páginas que se publicó para darle la bienvenida al cuadro en Zaragoza. Según el citado análisis, se extrajeron dos micromuestras de pintura del cuadro, en el cuello de la camisa y en la corbata del personaje retratado. El análisis químico de ellas reveló que las características de la obra coinciden "con el modo habitual de preparación del lienzo en un pintor como Goya" y que "se puede observar en los lienzos que pintó para don Luis de Borbón en sus estancias en Arenas de San Pedro en 1783 y 1784". Además, Arturo Ansón aseguraba que "el tratamiento del cuello y el corbatín, con pinceladas ligeramente empastadas y dadas con aplicaciones rápidas, con un efecto espumeante, es propio de Goya. Ningún otro pintor de la época lo hacía así". El historiador del arte, en su estudio, cita otros retratos en los que puede verse la misma técnica, como los del infante don Luis de Borbón, Mariano Ferrer y Aulet, Luis Antonio de Borbón y Ballabriga o Ventura Rodríguez, entre otros. "Los estilemas son claros y apelan a Goya", concluía.

La pintura fue identificada también por Ansón como un retrato de José María Álvarez de Toledo Osorio y Gonzaga (1756-1796), duque de Alba. Hasta ahora se conocían dos retratos realizados por Goya a este personaje. Uno de ellos, de medio cuerpo, se expone en el Art Institute de Chicago. Otro, de cuerpo entero, está en el Museo del Prado de Madrid.

El que ahora está en Zaragoza es, según este especialista, el primero de los tres, y se podría datar en torno a 1783. En ese año Goya trabajaba pintando cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara y acababa de ser admitido en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1780), de la cual el duque de Alba era su patrono más joven.

Balclis rehusó este miércoles dar información sobre la venta de 2016, invocando la ley de Protección de Datos, al tiempo que aseguraba que estos casos no son raros en el mercado de subastas. "No podemos hablar ni de la procedencia ni del comprador –aseguraba Enrique Carranco, responsable del Departamento de Pintura y Escultura de Balclis–. Pero estas cosas suceden: ahí está el caso reciente de un Caravaggio en Madrid". Se refería así a un ‘Ecce Homo’ anónimo que iba a ser subastado en marzo de 2021 con un precio de salida de 1.500 euros, y que, antes de la sesión, había recibido ya varias pujas millonarias por escrito. Eso alertó de que tenía que ser una obra más importante de lo que parecía. Los especialistas lo atribuyeron después a Caravaggio.

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