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Berduque: el modisto zaragozano que adora a sus clientas
Antonio Gallego, con una larga trayectoria en el mundo de la moda, ha regresado a su ciudad natal donde ha abierto un taller y puesto en marcha marca propia: Berduque. La presentará en sociedad el próximo sábado en la pasarela de la Aragón Fashion Week.
A Antonio Gallego, el diseñador zaragozano detrás de la nueva firma Berduque, una vecina de 90 años le pidió que la vistiera para la boda de su nieto. "¿Y sabes qué? El día de la prueba no le tuve apenas que cambiar nada del traje. Salí de allí huequísimo, me hizo muchísima ilusión". La misma con la que afronta este sábado, 18 de junio, su presentación oficial en sociedad con una espectacular colección, inspirada en la alta costura de los 50 y los 60, que desfilará en la Aragón Fashion Week. Son dos ejemplos que representan perfectamente el espíritu de Berduque: una apuesta por la moda creativa sin perder de vista las necesidades de las clientas, de todas las edades.
El taller que ha abierto en el corazón del centro histórico de Zaragoza es el lugar donde se escenifica esa simbiosis entre sus creaciones y las destinatarias. "Yo es que a mis clientas las adoro", dice tajante. "Y creo que en general no buscan un ambiente estirado a la hora de encargarse un diseño; aquí las recibo, charlamos, les saco una coca-cola, lo que les gusta es el salseo...". Para Antonio, "la moda es creatividad, pero sobre todo ilusión, esa ilusión que ves en la cara de la clienta cuando estrena o cuando se ve guapa".
En Berduque se hace ropa a medida para una clientela que en la capital aragonesa va en aumento por el boca a boca, pero que también está formada por las fieles que Gallego ha ido acumulando en Madrid, a lo largo de una trayectoria de ya 30 años, y que no dudan en cogerse un AVE para probarse los diseños de Antonio.
Así, los dos años que cumple Berduque -el tercer apellido del diseñador, cuyo padre era originario de la zona de las Cinco Villas- son una suerte de reinicio de la carrera profesional del zaragozano. Como a tantos, la pandemia le sirvió de excusa perfecta. Una oportunidad para dejar atrás tres décadas ligado al diseño de moda para grandes marcas de la industria y poner en marcha la suya propia.
De vuelta en casa, se estableció en un atractivo local de varios ambientes, que lo mismo sirve de 'showroom', que de taller, que acoge a compañeros creativos de la moda o del arte. En este entorno se sincretiza lo mejor de los dos mundos que Antonio Gallego ha experimentado: el del diseño a gran escala y el de la moda creativa.
Más claramente, Gallego acumula la experiencia suficiente para sintonizar con lo que la clienta quiere y, a la vez, darle su toque. Y a todo ritmo, porque a estas alturas se las sabe todas: "Mi trabajo para grandes marcas era muy estresante, pero conservo aquella energía, voy a todo ritmo, si de mí depende, me encargas una cosa a las 10 y la tienes montada cuatro horas después".
Aparte de por encargo, Berduque también ofrece colecciones (que pueden comprarse 'online' y presencialmente) en las que hay chaquetas de traje de factura perfecta, pantalones de pinzas, túnicas o vestidos vaporosos que atienden a un 'dress code' elástico, desde la ceremonia más formal, una cita especial en el trabajo o una fiesta.
También hay propuestas para el día a día, con camisas blancas de esas que no son tan fáciles de encontrar o versátiles abriguitos de 'animal print', una de las marcas de la casa de Berduque. Lo son, en realidad, los estampados en general. Todos ellos creaciones de Gallego, algunas sobre paño (algo difícil de encontrar hoy en día). Aparte del leopardo o la cebra, su fuerte son los motivos florales o los cuadros clásicos, tipo 'burberry'.
Todos estos modelos pueden verse y comprarse a través de la web de la firma, pero las puertas del taller están siempre abiertas, tanto para probarse como para ajustar esos mismos modelos de la web a las necesidades o gusto de cada clienta.
