La pintura histórica de Francisco Pradilla vuelve a brillar en el Museo del Prado

La pinacoteca, de la que fue director dos años, rinde homenaje al artista aragonés con una exposición.

Exposición de Francisco Pradilla en el Museo Del Prado.
Exposición de Francisco Pradilla en el Museo Del Prado.
Enrique Cidoncha

Francisco Pradilla (Zaragoza, 1848-Madrid, 1921) fue, además de un notable pintor, director del Museo del Prado. Con pocas dotes de gestor, su anhelo era dedicarse de lleno al género en que triunfó como gran maestro, la pintura histórica, muy apreciada en su época. La singular obra de Pradilla vuelve ahora a brillar en la pinacoteca que dirigió entre 1896 y 1898 y que celebra su centenario con un año de retraso.

En la muestra ‘Francisco Pradilla. Esplendor y ocaso de la pintura de historia en España’, reúne hasta el 23 de octubre en la sala 60 del edificio Villanueva ocho obras del pintor, todas conservadas en el museo. La exposición cuenta cómo Pradilla se hizo famoso por captar en ‘Doña Juana la Loca’ la "figura desdichada" de la reina de Castilla. Su obra maestra, de tres metros de alto y cinco de largo, está incluida en la muestra pero permanece en la sala 75, donde se expone habitualmente por sus grandes dimensiones, a pocos metros de la inaugurada este martes.

"La obra es un hito, cambia el cuadro de historia, es de una verosimilitud total, pone en pie un trozo del pasado", explicó Barón, jefe de conservación de pintura del siglo XIX del museo y comisario de la muestra. El cuadro consiguió fama dentro y fuera de España: en Madrid ganó la Medalla de Honor en la Exposición Nacional en 1878 y también en la Universal de París del mismo año.

La muestra incluye uno de los primeros planteamientos del proyecto, en el que el pintor concibe una escena completamente diferente con la reina mirando desde las murallas del castillo de Tordesillas, donde estaba recluida. Pradilla, tenía un gran dominio de la escenografía y una predilección por los temas del siglo XV y principios del XVI.

"Su interés por ella se debe a un movimiento del que participaron pintores como Lorenzo Vallés o Eduardo Rosales, que acentuaron su halo de desdicha y se interesaron por otras personalidades como la Reina Blanca de Navarra", apunto Barón.

Obras para la historia

A lo largo de su carrera, Pradilla siguió enfocando su mirada en la pintura histórica, por más que el interés por esta hubiera decaído. De su paleta surgieron obras como la pionera ‘El cadáver de Beatriz de Cenci’, copia de la obra de Lorenzo Vallés y "punto de partida para la asimilación del lenguaje pictórico que Pradilla desarrolló en los años siguientes", según Barón. 

Esta obra, de reciente donación, se expone por vez primera junto a la monumental ‘Cortejo del bautizo del príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos, en Sevilla’; un autorretrato del pintor zaragozano; ‘El Dux Marino Faliero’, muy influenciado por el Fortuny acuarelista con quien coincidió en Roma; el ‘Caballo árabe del conde Bobrinski’, una tela que sirvió de estudio para el caballo de su posterior obra magna, ‘La Rendición de Granada’ y otras tres obras sobre Juana de Castilla.

"Pradilla siempre creyó posible recrear con sus cuadros el imaginario de la época de los Reyes Católicos y su hija. Además de buscar la verosimilitud, resolvió los problemas de composición dotando de movimiento a las escenas, lo que en su momento fue una novedad casi anticipadora del cine", destacó Javier Barón.

Nacido en Villanueva de Gállego el 24 de julio de 1848, Francisco Pradilla y Ortiz no tenía, a priori, nada a favor para ser artista. Provenía de una familia humilde y fue enviado a aprender con el escenógrafo y decorador zaragozano Mariano Pescador, que a su vez le animó a estudiar en la Academia de San Luis. En 1866 se trasladó a Madrid, donde entró en el taller de Ferri y Busato y continuó estudios en la Escuela Superior de Pintura y Escultura, que dirigía el aragonés Ponciano Ponzano. Tras alcanzar cierta notoriedad publicando trabajos en revistas como ‘La Ilustración española e iberoamericana’ en 1873 formó parte de la primera hornada de artistas becados en la Academia de España en Roma.

El director adjunto de conservación e investigación del Museo Nacional del Prado, Andrés Úbeda, remarcó que la mayor parte de las obras son recientes adquisiciones -también hay donaciones para una exposición que ha contado con el patrocinio de Ramón y Cajal Abogados-.

Además, subrayó que la mitad del catálogo del Museo del Prado corresponde a obras del siglo XIX y principios del XX, de ahí la importancia de exposiciones como esta que van rescatando para el público fondos de la pinacoteca. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión