cómic. ocio y cultura
Moratha da la vuelta al mundo con Leonardo da Vinci y ‘La Gioconda’
El dibujante ilustra un cómic para Acrótera sobre el gran pintor y sabio con guión de Daniel Tejero y Jesús Franco
![[[[HA REDACCION]]]IMG_20210603_0003-min.jpg](https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2022/03/12/moratha-da-vinci.jpeg)
![[[[HA REDACCION]]]IMG_20210603_0003-min.jpg](https://imagenes.heraldo.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2022/03/12/moratha-da-vinci.jpeg)
ZARAGOZA. Antonio José Morata es un trabajador incansable. Se gana la vida vendiendo zapatos en una coqueta tienda de Daroca y se gana el derecho a soñar con los lápices y los colores haciendo cómics de esto y de aquello con el seudónimo Moratha.
Se hizo popular con las aventuras del Porrero Medieval y de ahí dio el salto a otros proyectos: ha colaborado con escritores como Roberto Malo y Daniel Tejero, y también lo hace con historiadores, arqueólogos, profesores como Luis Alberto Majarena y Jesús Franco. Con quien se tercie. Ha hecho ‘Historias de Daroca’, ‘El Compromiso de Caspe’, que publicó por entregas en HERALDO, ‘Thurrakos’ y otras piezas sobre el castillo de Peracense o El Poyo del Cid. Y no solo eso: siempre le había interesado Goya, y lo ha llevado al cómic.
Desde hace unas semanas, a partir de un texto y una idea de Daniel Tejero, y la ayuda de Jesús Franco, arqueólogo e historiador que da clases en la Universidad, Moratha publicó ‘El misterio de Da Vinci. Un viaje extraordinario’. Sus registros visuales son conocidos: línea clara, trabajo de documentación preciso pero no apabullante y siempre hay un punto gamberro o transgresor, o puramente divertido, en sus dibujos. La pieza ha sido llevada a la escena por Almozandia Teatro.
En este cómic convergen varios aspectos: es un nuevo título de Acrótera Ediciones, que dirige Jesús Franco desde Caminreal, que ya ha publicado una docena de títulos. El argumento se centra en el retrato de ‘La Mona Lisa’, que ha interesado al rey Francisco I de Francia y el pintor se lo quiere ofrecer. No dejó de retocar la obra hasta el fin de sus días. Y durante ese proceso de ejecución parsimoniosa –no hace otra cosa que desconfiar de sí mismo y regañar, más bien teatralmente, con su discípulo Melzi, una joven disfrazado de joven– sucede algo inesperado: alguien roba el lienzo… De golpe y porrazo el maestro y el discípulo se ven convertidos en detectives a la busca de una obra maestra.
La vuelta al mundo o casi
Daniel Tejero y Jesús Franco, en esa búsqueda, organizan una aventura increíble. En cierto modo, organizan un viaje al mundo. Leonardo da Vinci, señor de las máquinas y los sueños, decide llevarse una especie de bicicleta voladora. Y allá se van los dos: a China, y se aventuran por la gran muralla, conocen las posibilidades de los dragones. De ahí, tras un paso fugaz por Japón, se desplazan al Amazonas, donde vivirán un curioso episodio de chamanismo. En Egipto, Melzi y Da Vinci accederán al interior de una pirámide y conocerán a un gran personaje histórico. La búsqueda los llevará a la Isla de Pascual y en el mar les pasará de todo. Y tras este trajinar incesante irán a un castillo de Francia.
«Las aventuras aquí reflejadas son completamente ficticias», se dice, pero se añade un matiz: «Se ha tenido especial cuidado con la vestimenta de los personajes o con los aspectos arquitectónicos aparecidos, como son las cabañas de los nómadas de Mongolia, el castillo de Odowara en Japón o el castillo de Amboise».
En el viaje hay humor, buen ritmo y entretenimiento. No se puede decir si encuentran esa obra maestra de la pintura que es ‘La Gioconda’, pero también hay picardía, ternura y una intención oculta de los autores, especialmente de los dos guionistas.
