La DGA salva 'in extremis' el convento de Santa Inés
Inicia expediente para declararlo Bien de Interés Cultural, con lo que prorroga un mes la decisión final sobre el futuro del edificio
La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, ha dictado una resolución, con fecha del 13 de febrero, por la que se incoa expediente para declarar Bien de Interés Cultural el monasterio de Santa Inés de las Madres Dominicas. El derribo del inmueble, también conocido como Monasterio de Nuestra Señora del Pilar, fue paralizado en diciembre pasado tanto por la DGA como por el Ayuntamiento de Zaragoza. El expediente de derribo había pasado inadvertido hasta entonces porque figuraba su dirección oficial, en la calle de la Cofradía del Señor Atado a la Columna número 2, aunque popularmente se suele pensar que está en Vía de la Hispanidad. Patrimonio se dio a si mismo un plazo de dos meses para tomar una decisión sobre el futuro del edificio, y ese plazo se cumplía este domingo, 13 de febrero.
La incoación del expediente supone que el edificio dispone de la misma protección legal que si fuera BIC, y cualquier intervención en él precisa de la autorización previa de Patrimonio.
La resolución fue emitida este domingo y a lo largo de este lunes se ha trasladado tanto al Ayuntamiento de Zaragoza como al promotor de la obra. Ahora se abre un periodo de información pública por espacio de un mes, para que todas las partes interesadas presenten alegaciones. Una vez concluido dicho plazo, Patrimonio decidirá si continúa con el expediente o lo archiva, en cuyo caso podría reiniciarse el derribo.
La DGA ha recibido cinco informes independientes que solicitan la conservación del convento. Apudepa, la asociación de defensa del patrimonio histórico, solicitó en su día que se iniciara el expediente de BIC apoyándose en cuatro informes, los elaborados por la Fundación DOCOMOMO Ibérico, la rama peninsular de asociación internacional que se dedica a documentar y preservar los edificios del llamado Movimiento Moderno; por la cátedra de arquitectura Ricardo Magdalena, de la Institución Fernando el Católico; por el Departamento de Arquitectura de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza; y por Miriam Ruiz, arquitecta y profesora que dedicó su tesis doctoral a la figura de Francisco Coello, el arquitecto que diseñó el edificio.
Además, y según ha podido saber HERALDO, el viernes pasado el Instituto de Patrimonio y Humanidades de la Universidad de Zaragoza envió a la DGA otro informe en el que apoya la conservación del edificio.
El inmueble contaba con una licencia de derribo concedida el pasado 15 de noviembre a favor de la constructora Valle de Bielsa, S. L. El convento fue diseñado a principios de los años 60 del siglo pasado por el arquitecto Francisco Coello de Portugal y Acuña (Jaén, 1926-Madrid, 2013), fraile dominico cuya obra está repartida por el mundo: de Venezuela a Corea del Sur, pasando por Angola, Puerto Rico o Taiwan. Coello fue pionero en la introducción en tierras aragonesas del moderno lenguaje arquitectónico de posguerra liderado por Le Corbusier y caracterizado por la racionalidad, los espacios diáfanos y el hormigón. El convento recibió el Trofeo Ricardo Magdalena en 1965 como mejor obra de 1964.
