Valero Fuster: "Zaragoza fue la cuna del rock español en los años 60"
El coleccionista y musicólogo analiza el último medio siglo de la música pop y rock en Aragón.
Musicólogo, coleccionista, historiador de las últimas décadas de la música en Aragón… ¿Con qué cara nos quedamos de la poliédrica figura de Valero Fuster?
No nos podemos quedar con una única visión. Para una mejor perspectiva, es preferible tener más. Y sí, es cierto que me gusta la música del último medio siglo en Aragón y que colecciono todo lo relacionado con ella.
¿Cuándo nació esta pasión?
Cuando Rocky Kan vino al baile de mi familia en 1967 en Montañana. Mi familia tenía los dos cines y el baile de Montañana. Antes de la guerra, también tuvimos el teatro y la tienda de coloniales. Con solo 10 años, yo ya proyectaba cine; pero me aburría.
Lo suyo es la música...
Claro. Entonces, monté el grupo Seducción. Empecé tocando la batería, pasé por el piano y terminé en la guitarra.
¿Qué tal tocaba usted?
Mal. Muy mal.
¡Así me gusta! Me encanta la sinceridad.
En serio, era muy malo con los instrumentos. Por eso me pasé a la gestión del grupo, a hacer contratos. Y a la labor técnica.
¿Allí triunfó?
No me quejo. Entré a trabajar a Paymar. Para sorpresa mía, vino la CBS a buscarme. También fiché después por Bose y Rowenta, hasta acabar en Siemens. Estando en CBS, asistí a la firma de Julio Iglesias por la compañía en 1979, en Madrid. En CBS tuvimos a las máximas figuras. Aragón también vivía un momento de efervescencia. Incluso le diría que, a mi juicio, Zaragoza fue la cuna del rock español en los años sesenta.
La fama de todo la acaparó después la Movida madrileña.
Pero en Zaragoza hubo Movida antes y después de la Movida madrileña. Por ejemplo, Rocky Kan grabó rock antes que el mismo Miguel Ríos. Y después de la Movida madrileña, ¿de dónde son Héroes del Silencio y Amaral?
Decía que Rocky Kan grabó rock antes que Miguel Ríos...
Por supuesto. Rocky Kan era un gran artista. Idolatraba a Elvis. Tenía todos sus discos. Gracias a la radio de la Base Americana, Zaragoza captó antes que el resto de España esos sonidos. Incluso se paseaba con un Cadillac. Pero no solo estaba Rocky Kan, había más artistas de mucha entidad.
Diga, diga, por favor.
Gavi Sanders, Sergio Ros, Fernando Brosed, Chico Valento…
Me gusta ese último nombre, parece italiano: Chico Valento.
Sí suena bien, sí.
¿Le decían Valento porque era valiente o por qué?
No, no. Fue porque el mánager de Conchita Bautista lo oyó y dijo que valía. Por eso se quedó con el alias de Valento. Hay un montón de historias en estos maletines (muestra dos abultados maletines repletos de fotos y recuerdos).
A ver, a ver.
Tengo desde una guitarra como la de Rocky Kan hasta la foto de Paco de Lucía con Paquito de Guadix. Ahí la tiene (abre un cuaderno y muestra la foto). Hay gente con muchísimo talento en Aragón. Por ejemplo, Fernando Brosed fue segundo en el festival de Benidorm. O Teles (foro), batería de Triana, había sido antes batería de Rocky Kan. En esta misma maleta estuvo el dinero con que Alberto Ordovás pagó a Demis Roussos.
¿Mucha tela marinera?
Cuatro millones de pesetas de aquellas… Lo trajo a Zaragoza a la discoteca Beethoven.
Dicen que también cantó Julio Iglesias allí.
Sí. Y echó un bocado en el bar Cuatro Vientos con Isabel Preysler. Fue un tiempo precioso, con grandes voces, como Raphael, Camilo Sesto o Nino Bravo. Pero, insisto, Zaragoza estuvo allí. Hasta Raphael se vestía en la calle Cádiz de Zaragoza. Qué decir de Antonio Amaya en su mítico local, Pigal. Zaragoza marcaba la moda.
Usted no los olvida.
Por supuesto. Zaragoza tiene su pedazo de historia en la gran historia de la música española, con grandes artistas de los que casi nadie se acuerda. Y no deben quedar en el olvido.
