Zaragoza Improvisa: "Hacer reír y pasar un buen rato es otra medicina más para curar el alma"

"Este premio reconoce que la improvisación teatral es una disciplina, no una herramienta. Hay muchísimo trabajo detrás: hay que leer a Shakespeare, a Lorca y a Chejov, tienes que ver series, estar al tanto de la actualidad, formarte en canto, en cuerpo… para que al salir a escena tengas el mayor número posible de recursos a desarrollar". Así agradece Encarni Corrales, socia de la compañía Teatro Indigesto y gran impulsora de Zaragoza Improvisa, el reconocimiento de Artes & Letras a este festival. "Esto nos da alas para seguir volando y coger impulso. Somos una compañía modesta y poder organizar todo esto y que sea reconocido es un lujo", añade.

Este impulso resulta más que necesario, pues el próximo 2022, Zaragoza Improvisa se enfrenta a su décima aniversario. "Llevábamos años investigando la disciplina de la improvisación teatral, conocíamos a algunos maestros a nivel nacional y en 2011, empezamos a cocer un encuentro que los juntase a todos ellos. Queríamos que fuera más que un festival en el que la gente actúa y se va, sino un punto de encuentro en el que todos pudiéramos mejorar esta disciplina", relata Corrales sobre los inicios de este festival. 

Así, en la primera cita se congregaron compañías procedentes de Madrid, Barcelona y Valencia y Granada, de más trayectoria, "lo que fue un germen para seguir creciendo. Se empezó a correr la voz y las compañías comenzaron a ponerse en contacto con nosotros para formar parte de este encuentro. Intentamos que haya gente de todas partes, y dar una oportunidad a grupos emergentes", explica la impulsora de esta iniciativa.

Para el encuentro del próximo año, anhelan convertir la capital aragonesa en un punto de referencia de esta disciplina: "Tenemos muchas aspiraciones y bastante ambiciosas. Lo ideal sería que Zaragoza no solo fuese punto de encuentro, sino un centro de coordinación a nivel nacional del teatro de improvisación" confiesa. Y todo ello sin perder la esencia de esta disciplina: divertir y emocionar al público. "Solo queremos hacer reír y pasar un buen rato, porque la risa es una medicina para curar el alma".

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Sobre el panorama de las artes escénicas en Aragón, Corrales afirma que este tiene los tres ingredientes para el éxito: trabajo, esfuerzo y creatividad. "Lo bueno de la cabezonería baturra es que, a pesar de que el sector se haya visto tan afectado, se ha seguido trabajando, creando espectáculos… La unión entre compañeros y compañías ha sido un punto fundamental para poder mantenerse a flote y creo que Aragón es una comunidad pionera en esfuerzo y trabajo", concluye.