tebeos. ocio y cultura

"Este Salón del Cómic de Zaragoza es el del reencuentro y uno de los mejores de España"

Libreros, autores, editores y técnicos coinciden en la visión del festival que cierra mañana sus puertas con el máximo aforo permitido: 6.000 personas

Una visión general de un momento de máxima afluencia: cerca de las mil personas permitidas.
Una visión general de un momento de máxima afluencia: cerca de las mil personas permitidas.
Toni Galán.

"El Salón del Cómic de Zaragoza está orientado a crear nuevos públicos. Tiene una cercanía única y se organiza en una fecha que es la ideal de cara a los regalos de Navidad o de Reyes", dice David López, el dibujante de superhéroes, que vivió además otra situación insólita: su hija Marcela de siete años presentó a los ponentes de una charla «con papá» en la sala Mortadelo en la sala Multiusos del Auditorio.

Dani García-Nieto, del Colectivo Malavida, subraya, en la misma dirección: "Este es el Salón de todos. Aquí están desde los niños de 11 años, que hacen su primer fanzine, hasta maestros como Ibáñez de 85. Están asociaciones de escolares como Zas o la Escuela de Bellas Artes, y los puestos de fanzines, grandes autores, las librerías de la ciudad. Todo es muy accesible. El viernes me tocó en suerte coordinar la visita guiada a 250 alumnos y fue una experiencia preciosa", dice.

Precisamente en el puesto de la Escuela de Artes, había alumnos de primero y de segundo. La joven Jimena vivía su primera experiencia en el Salón. «Aprendes mucho. Vienes a conocer gente, trabajos, buscas motivos de inspiración. Mi idea es trabajar en la ilustración y en el cómic». A su lado, Elisa mostraba los tebeos y folletos que hacen, los libros con postales, los marcapáginas, las ‘print’ y ‘photo cards’, los ‘packs’ con pegatinas o postales, todo ello dentro de la órbita del tebeo, el dibujo o la publicidad.

Manga y mitomanía

No muy lejos de allí, tres jóvenes tendidas en el suelo repasaban sus lotes de manga anime: Marta, Irene y Carmen. "Hay muchas clases de manga: acción, romance… Nos gusta mucho; lo que más", decía Marta. Carmen recordaba que habían gastado una media de entre 25 y 28 euros cada una en tebeos manga, de merchandising, dibujos, etc. "En el manga se pueden coleccionar muchas cosas", explicaba Irene. Habían conseguido un espacio de felicidad en los pasillos repasando sus compras .

Azucena Altarriba, con Ruth Gimeno y Bea Valdearcos, pertenece al comité organizador. "Este es el único salón de gestión pública, muy participativo, donde todos estamos implicados. No es un Salón que atienda a lo económico en primer lugar, aunque sea importante vender, firmar. Nos preocupa el clima de convivencia, generar nuevos públicos y acogemos a fanzines, a editoriales, a libreros: queremos ser el semillero del cómic en Aragón. Vivimos un gran momento en todas las direcciones", dice.

"Nos preocupa el clima de convivencia, generar nuevos públicos y acogemos a fanzines, a editoriales, a libreros: queremos ser el semillero del cómic en Aragón"

En ese instante, aparece el dibujante aragonés Bernal, tras haber firmado y haber participado en alguna charla. "Este Salón es el salón de casa, es una cita imprescindible e indispensable donde todos vamos a una", explica, y revela que no es mitómano. "Aquí no es necesario. Como es tu trabajo, miras a los demás con respeto pero sin idolatría. Y algunos son tan campechanos, como Antonio Altarriba, que no necesitas más", señala. El fotógrafo Daniel Surutusa anda por allí retratando a todo el mundo. "A mí lo que más me gusta es que el salón sea público y que lo crease un brigada del Ayuntamiento porque le gustaban los cómics", confiesa.

En el Salón del Cómic de Zaragoza hay de todo: charlas, exposiciones (muy sugerente la de Segundo de Chomón, realizada por creadores de viñetas ), libros, firmas, moda, objetos… Hay un continuo ir y venir de lectores.

«Este es el Salón del reencuentro y mucha gente acude a comprar sus cómics en el certamen. Hay un poco menos de gente, por la covid, pero todo funciona bien», dice Víctor de El Armadillo Ilustrado

En la caseta del sello Astiberri aparecen las primeras críticas: "Hay cosas de la organización que no funcionan bien: ahora el recinto está vacío, debía haber un conteo para que la gente fuese entrando cuando vayan saliendo los demás, y no puede ser que nos estén pidiendo todo el rato el pasaporte covid a los que ya lo hemos enseñado. Dicho esto, el Salón es una maravilla, de los mejores que conozco. La gente es amabilísima". Para Víctor García Romano, de El Armadillo Ilustrado, este "es el Salón del reencuentro y mucha gente acude a comprar sus cómics en el certamen. Hay un poco menos de gente, por la covid, pero todo funciona bien". Y hoy, con muchas actividades, se cerrará a las 20.30.

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