Ocio y Cultura

Teruel rinde homenaje a su olvidado mago del cine, Segundo de Chomón

Al cumplirse 150 años de su nacimiento, la ciudad natal del director de ‘El hotel eléctrico’ organiza una exposición y actos en la calle para situar al artista en el lugar histórico que merece

Julio Sánchez Millán, comisario de la muestra, junto a un zoótropo y otros aparatos de cine.
Antonio García/Bykofoto

"No se ha hecho justicia con Segundo de Chomón". Lo dice Julio Sánchez Millán, estudioso del cine, presidente de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza y comisario de la exposición que hoy se inaugura en Teruel para dar a conocer el trabajo y la personalidad de un pionero del celuloide que sedujo con sus técnicas de ilusionismo a un público hambriento de espectáculo y diversión a finales del siglo XIX y principios del XX. «Su labor no fue menos trascendente que la de los hermanos Lumière y Georges Méliès. Ellos pasaron a la historia, Chomón no», aclara.

La muestra, en el claustro de la Iglesia de San Pedro, recorre la vida y los inventos cinematográficos de Segundo Víctor Aurelio de Chomón y Ruiz, nacido en la ciudad de Teruel en 1871 y cuyo interés por la fotografía lo convirtió en el primer español que trabajó en el mundo del cine como realizador y técnico. Fue en París y más tarde en Barcelona, con las casas Pathé, Gaumont y Meliès, donde desplegó todo su afán investigador sobre la magia del cine y abrió el camino a las imágenes en color.

La exposición sumerge al espectador en los primeros años del siglo XX, con la estética del modernismo como telón de fondo y con la fascinación que el descubrimiento del cine produjo en los ciudadanos presente en cada vitrina. De las ocho columnas del claustro penden otras tantas hileras de fotogramas en papel de las principales películas de Chomón, como ‘Viaje a la Luna’ o ‘Huevos de Pascua’, que eran coloreados a mano por su mujer, la actriz, bailarina y empresaria Julienne Mathieu.

Segundo de Chomón
Archivo IET/Heraldo

El zoótropo -embrión del cinematógrafo-, una cámara estereoscópica y un primitivo grabador y reproductor de sonido son algunos de los aparatos que pueden verse y que ayudan a comprender el mérito de quienes los diseñaron e intentaron con ellos hacer cine mientras al otro lado del Atlántico se libraba la Guerra de Cuba entre España y Estados Unidos.

Con mucho humor, una serie de ilustraciones de José Luis Cano acompañadas de textos de Alberto y Julio Sánchez Millán repasan los avatares que Chomón y Julienne compartieron. A modo de romance de ciego, el panel cuenta cómo el cineasta viaja a París -pese a la falta de comunicaciones que ya sufría Teruel-, conoce a la que sería su esposa, tiene un hijo, inventa plantillas para colorear los fotogramas, se traslada a Barcelona y rueda varias películas poniendo una cámara en la máquina del tren que subía a Montserrat. Tras un repaso a su filmografía más destacada, la narración concluye con el viaje de Chomón a Marruecos para grabar un documental, donde probablemente contrajo una enfermedad que le causó la muerte nada más volver a París. El olvido le acechaba, pues sus restos reposan en la fosa común del cementerio Pantín, de París, al no renovar su familia los gastos de la sepultura a los cinco años de su enterramiento.

Todos sus trucos

El público disfrutará de la obra de Chomón y conocerá el talento de un adelantado a su tiempo gracias a tres pantallas en las que se reproducen sus películas. Por ellas desfilan los graciosos personajes de ‘El hotel eléctrico’, donde las maletas se deshacen solas y los cepillos limpian por su cuenta los zapatos de los huéspedes. En ‘El rey de los dólares’ y en ‘La gallina de los huevos de oro’ el cineasta turolense utiliza todos sus trucos para hacer aparecer y desaparecer personas y objetos, cautivado como estaba por la fantasía del cine y la imagen en movimiento.

«Es el inventor de la iluminación y los efectos especiales en las películas», subraya Sánchez Millán mientras recorre la exposición, que, organizada por el Instituto de Estudios Turolenses, una entidad dependiente de la Diputación Provincial de Teruel, podrá verse hasta el 31 de diciembre.

El homenaje de Teruel hacia uno de sus paisanos más ilustres tenía previsto salir hoy -el día exacto de su nacimiento hace 150 años- a la calle. El Ayuntamiento iba a celebrar el bautizo del nuevo gigante que se incorpora a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos y que representa a Segundo de Chomón, pero la lluvia ha suspendido el acto, que queda aplazado para más adelante.