CINE. OCIO Y CULTURA

Javier Fesser: “Ningún director me ha inspirado tanto como García Berlanga”

El director, que recibe la Biznaga de Honor del Festival de Málaga, presenta el martes 15 ‘Historias lamentables’ en Zaragoza, con actores aragoneses

Javier Fesser estrena en los cines 'Historias lamentables'.
Javier Fesser, con su instrumento predilecto: la cámara de cine.
Archivo La portería de Juan.

Después de ese eslogan que usa: “En el cine todo es mentira para contar verdades”, ¿qué es el cine para usted?

Es una oportunidad de colocarte en los pies de otros, en los zapatos de otro, en la piel de otro. Lo que más me interesa es la oportunidad que me dan las películas de vivir una vida que no me corresponde y, de esa manera, entender mejor a mi prójimo.

Cuando pensó ‘Campeones’, ¿qué dos o tres ideas claves barajó?

Tratar de trabajar con la menor cantidad de prejuicios posible. El cero es imposible, porque todos tenemos ideas preestablecidas sobre todo. El reto era acercarme al mundo de la discapacidad sin ningún y dejando que sea la realidad la que se imponga.

¿Y cómo se sale de esa película, que tuvo tanto éxito y que emocionó tanto, para hacer una nueva, como ‘Historias lamentables’, que presenta el martes 15, en un coloquio, en los cines Palafox?

Todas las películas son un volver a comenzar de cero… De hecho, cuando vas trabajando vas adquiriendo experiencia, pero no hay ningún camino concreto ni ningún protocolo concreto para fabricar una película que te sirva para la siguiente. Yo empecé a preparar ‘Historias lamentables’ y confieso que tenía el vértigo que me ocurre al principio de todas las producciones por que no sé cómo se hace esa película. Tengo que averiguar, trabajando e investigando y dejándome aconsejar por un equipo fantástico, el camino idóneo para hacerla. Hasta la fecha ninguna película he usado el mismo sistema que en otra. Cada película es un mundo. Y no digamos ‘Campeones’, que tenía unos ingredientes que no te los enseñan en ninguna escuela de cine.

"La historia, desde el principio, sucedía en Zaragoza y me apetecía mucho que fuera muy aragonesa en su color y en su música, y encontré una pandilla de actores y actrices, ¡vamos!, para llevármelos a casa ya para siempre"

Usted es un director que se implica muchísimo: con los actores, con los técnicos, con los efectos especiales, empuja un coche…

Entiendo el cine desde un lado absolutamente artesanal. Por Películas Peldenton no es un productora, es un tallercito que tenemos Luis Manso y yo para hacer nuestras películas de una forma muy casera con muchísimo mimo, desde que parimos una idea hasta el final, que es comunicar la película. Todo forma parte del proceso, pero, claro, empujar un coche o pintar una pared, estar metido en la cocina de una película, es precisamente por lo que estoy en este oficio. A mí me parece que una película es un gran juguete, y yo quiero jugar. No quiero decirle a los otros cómo me gustaría jugar. Y tengo la suerte de que mi equipo me permite meter las narices en todas partes. En todos los sitios. También es verdad que no soy un director de escuela, soy autodidacta, y he empezado haciendo muchísimas labores en otros departamentos: de sonido, de montaje, de iluminación, de producción…

¿Cómo compagina ese estilo entre falsamente destartalado y luego toda esa planificación tan poética, ese gusto por la luz, esa manera casi pictórica de hacer las películas?

Precisamente, ‘Historias lamentables’ parte del deseo de recuperar el cine de nuestros orígenes: los primeros cortos, el primer largo, ‘El milagro de P.Tinto’, para hacer una producción muy cuidada y muy planificada desde la fotografía, desde la dirección artística, desde el montaje o la música, porque, digamos que en las películas que he tenido la suerte de dirigir, cada vez he prestado más atención a los personajes, a la historia, y he dejado con menos protagonismo la parte narrativa de la fotografía… Y aquí me permito el lujo de volver casi al mundo del tebeo: es una historia absolutamente planificada, sigo un ‘storyboard’, donde todo está estudiado, donde hay un guión de color, de sonidos muy relacionados desde el principio con el guión, con las emociones, con todo lo que ocurre en la película. Y en ello me han ayudado César Macarrón, como director de arte, y César Catalán, como director de fotografía. Creo que ese trabajo visual está minuciosamente planificado.

¿Por qué decidió titular la película ‘Historias lamentables’? Podría parecer un título muy explícito.

Lamentable para mí tiene mucho que ver con divertido. Un hecho lamentable es eso que cuando te pasa sufres mucho, y al día siguiente, contándoselo a tus amigos, recibes varias collejas y acabas riéndote de la situación. No tiene ninguna consecuencia grave ni dramática; pero el título lo escribí en 1986, porque el primer guión que redacté en mi vida fue el de ‘Historias lamentables’ y eran cuatro historias conectadas, y aunque la hemos escrito de nuevo Claro García y yo, parte de ese primer guión y del espíritu de esas historias, escritas desde la inocencia.

¿Cómo define su sentido del humor? ¿Estaría en la estela de García Berlanga?

Reconozco que ningún director me ha inspirado tanto como García Berlanga y sus películas me han invitado siempre a hacer cine. Es un cine en el que hay una mezcla maravillosa de humor y ternura para con los personajes, pero siempre hay una mirada muy crítica, muy inteligente y muy ácida, sin ñoñerías. Es un lenguaje que me encanta y que me llega. El humor no es mi objetivo, es mi forma natural y espontánea de expresarme. A través del humor generas empatía y puedes acercar mejor tu historia y tus puntos de vista. A todo ser humano le encanta pasarlo bien, le encanta reírse, porque reírse es mucho más que soltar una carcajada: es algo más complejo que tiene mucho que ver con sentirse bien contigo y con el mundo. También le diría que me apasiona la película ‘Brazil’ de Terry Gilliam.

"El de García Berlanga es un cine en el que hay una mezcla maravillosa de humor y ternura para con los personajes, pero siempre hay una mirada muy crítica, muy inteligente y muy ácida, sin ñoñerías. Es un lenguaje que me encanta y que me llega"

Háblenos de la presencia aragonesa de ‘Historias lamentables’. Ahí están Alberto Castrillo-Ferrer, Laura Gómez-Lacueva, Silvia de Pé, Gerard B. Fillmore, Jorge Asín… 

Con todos estos actores, y en particular con Alberto y Laura, que son protagonistas de sus historias, hemos hecho un trabajo bonito. Hemos currado mucho esos personajes. La historia, desde el principio, sucedía en Zaragoza y me apetecía mucho que fuera muy aragonesa en su color y en su música, y encontré una pandilla de actores y actrices, ¡vamos!, para llevármelos a casa ya para siempre.

¿Qué le han aportado?

Muchísimo más que este carácter aragonés. He podido trabajar con un talento inmenso y con rostros no muy muy conocidos. Ver una película con caras nuevas, yo lo entiendo como un regalo, porque veo mejor al personaje. No a un actor interpretando a un personaje. Y por otro lado, trabajar con ellos ha sido una experiencia especialmente placentera porque creo que también ellos sentían esta película como un reto y una oportunidad.

Recibe el premio Biznaga de Honor del Festival de Málaga.

Soy joven, creo que me queda mucho cine por hacer, y agradezco el detalle con emoción y lo comparto con mi equipo, al que le debo mucho de lo que soy y de las películas que he podido hacer.

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