María Teresa Iranzo: "Un documento puede ser un arma cargada de historia"

La directora del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza se jubila tras 40 años dedicada a la documentación antigua y presenta hoy un libro en Huesca

Maite Iranzo, en la sede del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza.
María Teresa Iranzo, en la sede del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Nacida en Zaragoza en 1956, María Teresa Iranzo Muñío es doctora en Historia por la universidad de su ciudad natal. Su carrera como archivera la inició en 1983, becada, en el Archivo Municipal de Zaragoza. De ahí pasó al Gobierno de Aragón, donde estuvo trabajando en el censo de archivos; al Archivo Municipal de Huesca, donde estuvo cinco años, ya como funcionaria; a la Biblioteca de Aragón; y finalmente al Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, adonde llegó en 1997. Diez años más tarde fue nombrada directora del centro y ahora se acaba de jubilar. Autora de numerosos trabajos de investigación, el más reciente es ‘El mundo de la baja nobleza en el Aragón del Renacimiento. Los Anzano de Huesca (siglos XIV-XVI)’. Lo presenta este miércoles (18.30) en la sede del Instituto de Estudios Altoaragoneses en Huesca.

¿Damos a los archivos en Aragón la importancia que merecen?

Sí. Hay una demanda real y creciente de nuestros servicios y aprecio por ellos. Otra cosa es que no hayamos tenido éxito en defender proyectos fundamentales, como el Archivo General de Aragón, que no hemos sabido constituirlo después de la Ley de 1986.

El archivo está de prestado en un edificio de Ibercaja. A lo largo de los últimos años se han barajado distintas ubicaciones pero ninguna ha salido adelante. El año pasado, el presidente aragonés dijo que se retomaba el proyecto.

Hasta ahora ha habido mala suerte y quizá algo de falta de definición del proyecto, que no se ha sabido abordar, aunque el principal responsable es el Ministerio de Cultura. En 1996 se estuvo cerca: se pensó en un archivo que fuera una solución integradora, que, al igual que hiciera la Biblioteca de Aragón, reuniera fondos antiguos y contemporáneos. Pero se malogró. En Murcia, que se plantearon un proyecto parecido casi simultáneamente, ya hace muchos años que disfrutan de su nuevo edificio. Por otro lado, también hay que decir que nos hemos adaptado muy bien a vivir en un palacio del siglo XVI y que Ibercaja ha sido siempre muy comprensiva.

María Teresa Iranzo ha sido directora del archivo desde el año 2007.
María Teresa Iranzo ha sido directora del archivo desde el año 2007.
Guillermo Mestre

Es curioso, pero últimamente los archivos se han convertido también en arma política.

Porque algunas comunidades autónomas basan en parte su lucha identitaria en la recuperación de fondos antiguos. Un documento puede ser un arma cargada de historia, en el sentido identitario, y tendría que ser un instrumento para defender nuestros derechos.

Un documento, ¿lo aguanta todo?

En lo físico casi, aunque en los siglos XVI y XVII se usaba tinta con hierro que deteriora mucho el papel.

¿Y en su interpretación?

Los documentos antiguos se pueden ‘retorcer’ mucho, qué duda cabe. Aguantan lecturas diversas, por eso lo importante es conservarlos en buenas condiciones para que se pueda volver a acudir a ellos. Luego cada uno, según le dicte su conciencia, que haga la lectura que considere oportuna. En cualquier caso, es muy raro el dato que esté en un solo documento, lo normal es que se pueda contrastar en otras fuentes.

La devolución de los ‘papeles de Salamanca’ a Cataluña...

Es un fondo constituido por fragmentos inconexos, por documentos que se fueron requisando según avanzaban las tropas en la guerra. Pero la devolución era absolutamente innecesaria, y más si se tiene en cuenta que la intención de la Generalitat era volver a dispersar los documentos, depositándolos en distintos puntos. Además, la reintegración de los originales ahora puede estar suplida por copias digitales con garantías.

¿Cómo ve el caso del Archivo de la Corona de Aragón?

Sería una auténtica barbaridad desgajarlo. Reúne los documentos de la administración real, política y de justicia en todos los territorios peninsulares y extrapeninsulares que pertenecieron a la Corona de Aragón. No se puede desmembrar. Otra cosa es que el patronato sea una creación fantasmagórica. Pero, ¿cuántos patronatos también lo son? En cualquier caso, el propio Archivo de la Corona es uno de los que más ha trabajado en hacer accesibles sus fondos y digitalizarlos.

La profesión ha cambiado mucho en muy poco tiempo.

Sí. La idea del archivero como un señor con manguitos aspirando el polvo de los siglos de los legajos no tiene nada que ver con la realidad. Los archiveros debemos sentirnos orgullosos porque hemos trabajado muy duro para estar a la última y mejorar las técnicas de gestión documental, avanzar en la digitalización, favorecer la consulta ‘online’...

María Teresa Iranzo, en uno de los puntos de lectura del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza.
María Teresa Iranzo, en uno de los puntos de lectura del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Y cada vez hay más materiales ‘archivables’.

Hoy es ‘documento’ todo registro de una actividad, sea cual sea su soporte. No hace mucho recibimos una importante donación de pegatinas de la Transición. Su visualización, su estudio, puede contarnos cosas que no aparecen en los libros. Por eso las clasificamos y digitalizamos. Hay quien pide ya que se archiven también objetos tridimensionales. Puede parecer una novedad, pero ya se hacía: en un expediente judicial apareció el cuchillo empleado en un delito.

¿Cómo se encontró el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza a su llegada?

Pues en plena crisis de crecimiento. Se habían recogido desde historias clínicas del Miguel Servet a expedientes de Magistratura de Trabajo, y el palacio estaba colmatado de documentos. Gestionar todos esos fondos ha sido el desafío más importante que ha habido que afrontar en los últimos años. Afortunadamente, la cesión de unos locales en el extrarradio de Zaragoza solucionó el problema.

¿Y cómo lo deja? ¿El material más frágil ya se puede consultar todo digitalmente?

Lo más frágil, los documentos de la Inquisición, que son más de 120 cajas, las infanzonías, los pergaminos, las fotografías antiguas... todo está digitalizado ya. Pero quedan fondos importantes de los siglos XVII y XVIII. Y, ojo, hay material del siglo XX, sobre todo el de la posguerra, cuando se usó papel de muy baja calidad, que también es muy frágil.

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