Nota Costumbrista (50)

El librero Juan Usón

En 1909 comenzó a ejercer este oficio y un día le robaron el tomo primero de una obra que constaba de dos. Usón colocó junto al tomo que le quedaba un letrero bien visible que decía: "Suplico al que se llevó el tomo primero de esta obra que se lleve también el segundo".

Firmó muchos de sus escritos con el anagrama 'Juanonus'
Firmó muchos de sus escritos con el anagrama 'Juanonus'
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Ha sido frecuente encontrar a lo largo de la historia libreros de viejo escritores. Pensemos en Antonio Palau, en José Porter, en Pedro y en Francisco Vindel, en Melchor García, en Julián Barbazán, en Emili Eroles... Entre los aragoneses hay que recordar a Mariano Cabrerizo, que publicó unas Memorias de mis vicisitudes políticas desde 1820 a 1836, impresas en 1854, a Primitivo Lahoz, que fue toda una institución en la Cuesta de Moyano y a quien retrató magistralmente en sus memorias Rafael Cansinos Asséns, y a mi añorado Inocencio Ruiz, a quien nunca echaremos en falta lo suficiente. Pero hoy quiero recordar a Juan Usón, que firmó muchos de sus escritos con el anagrama “Juanonus”. Había nacido en Bujaraloz y a los quince años, como tantos aragoneses de su época, emigró a Cataluña. En 1909, tras la Semana Trágica, comenzó a ejercer de librero y hacia 1921 se fue con Juan Balagué a la librería que éste había abierto en la calle Muntaner, de la que sería el encargado durante muchos años. Fue hombre de carácter cáustico y burlón. Cuenta Palau que un día le robaron el tomo primero de una obra que constaba de dos. Usón colocó junto al tomo que le quedaba un letrero bien visible que decía: "Suplico al que se llevó el tomo primero de esta obra que se lleve también el segundo". Fundó y dirigió en 1914 el periódico "El Titella" y escribió algunos libros, entre ellos Doscents aforismes. Maximes, sentencies i consells acoblats per J. Usón i endreçats als amants del llibre, que publicó en Barcelona en 1926. Con todo, su libro más raro y buscado es una colección de poemas revolucionarios publicada en 1937: Romancero popular de la revolución. Tardé muchos años en encontrarlo. Había sido editado por las Ediciones Antifascistas y buena parte de la tirada sería destruida tras la guerra ante el temor a ser descubiertos con ese libro en casa. Le puso un prólogo el librero Balagué, por el que sabemos que Usón contaba entonces 67 años. Uno de los romances está dedicado a su pueblo: “Como hijo de jornalero, / pasé días muy amargos, / porque el pan de cada día / en mi casa andaba escaso. / Y si nos faltaba el pan / todos los días del año, / también nos faltaba el agua / en acercarse el verano, / porque las balsas del pueblo / todas se habían secado”. Hay romances dedicados a las muertes de García Lorca y de Durruti y otros, feroces, contra Cabanellas y Queipo de Llano. Balagué escribió que ese romancero era “el fusil del viejo poeta”. Ojalá nunca más los poetas hayan de necesitar fusiles.

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