Shaila Dúrcal: "Mi madre es lo más importante que represento"

La artista madrileña hace un concierto único, en 'streaming' y desde Madrid, donde homenajeará a su madre, Rocío Dúrcal.

Shaila Dúrcal.
Shaila Dúrcal.
ELENA BUENAVISTA

Su apellido –Dúrcal–, la delata. Representa a una de las familias más importantes de la música de nuestro país. Shaila, la hija menor de Antonio Morales Junior y Rocío Dúrcal, siempre tuvo muy claro que quería seguir los pasos de sus progenitores. Ahora, superados los cuarenta, puede presumir de haberse labrado su propio y exitoso camino en el mundo de la música, pero sin olvidar sus raíces.

¿Qué ofrecerá en este concierto? 

Quería hacer un show nuevo. Obviamente, con el tributo a mi madre, que es lo más importante que represento. Es llevar el legado de mi mami por todos los lados por donde voy. Pero es un poco también homenaje a México, a sus grandes compositores, al mariachi... El género regional mexicano es maravilloso y es algo que me gusta compartir, también aquí en España. Llevo muchos años sin hacer conciertos en mi país, por eso este representa mucho para mí. Es como volver a mi inicio. Y lo hago con esa misma ilusión, como si fuera el primero de mi vida.

¿Y por qué ahora?

 ¡Por la pandemia! En 2020 estaba iniciando una gira en Estados Unidos, pero se bloqueó. Algo nos llamaba hacia España, así que pensamos que este era el momento.

¿Qué no puede faltar en un tributo a Rocío Dúrcal? 

Amor eterno (ríe). Ese tema nos va a acompañar toda la vida. Hay infinidad de canciones de mi madre, pero la más significativa es Amor eterno. Para ella también lo era, porque pensaba en su madre, y, ahora, al interpretarla yo, me pasa lo mismo.

¿Sería capaz de quedarse con una sola canción de ella?

 (Piensa unos segundos) La gata bajo la lluvia me gusta, me pega. Son de esas que están en sintonía conmigo. Pero te podría decir muchas.

¿Cómo definiría a su madre? 

Yo siempre comparto fotos personales de ambas. Pueden ver lo familiar que era y que somos, la conexión que había entre las dos...

¿Cree que Rocío Dúrcal ha pasado de generación en generación? 

Definitivamente. Además, siempre hemos intentado mantenerla presente. De hecho, hoy en día, en México es constante que se viralicen bailes y coreografías con canciones de mi madre. Quizá en España eso ocurra menos.

Vivió su pérdida con solo 26 años. ¿Qué cambió? 

He intentado ser siempre una mujer fuerte, como mi madre me había enseñado, aunque sí soy más quejica que ella. Yo creo que las cosas pasan por algo, y pasan para que aprendas de ellas. En mi caso fue quedarme sin mis padres. Sé que hay gente que pierde a los suyos antes, no quiero parecer egoísta, pero vivo momentos de conflictos emocionales, porque sí los echo de menos. Me gustaría compartirle cosas a mi madre de mi vida de ahora, de mi etapa más adulta. Me gustaría preguntarle curiosidades que con 20 años no lo hacía. En ese sentido, se me fue muy temprano mi madre, mi mejor amiga. Pero también he aprendido otras cosas, y lo he hecho sola, en la vida y en el escenario.

¿Qué le enseñó ella en el escenario?

 Todo. La siento muy cerca, porque tengo muchos recuerdos de giras vividas con ella. Esos momentos son los que se quedan en la vida de uno, lo que ya no vuelve, así que esas son las fotografías que uno tiene que llevar presente siempre y no la parte triste. Cuando estoy en el escenario, a veces me pasa por la mente que está ahí. Ella estará feliz disfrutando.

En la música, ¿le gusta o le molesta la eterna comparación con su madre? 

Hay veces que los fans se confunden e incluso me llaman Rocío. Siempre intento separarlo, para que entiendan que el mío es otro proyecto. En mi carrera siempre he tenido la gran bendición de jugar con diferentes géneros de música, pero eso, también, confunde a la gente.

Siempre tuvo muy claro que quería ser artista. ¿Era difícil no serlo dentro de su familia? 

Yo te puedo asegurar que a los 4 años ya sabía que quería cantar. Mis hermanos se dedicaban a ello desde muy pequeños y yo disfrutaba de todo aquello que veía y pensaba que quería hacerlo, pero nadie me hacía caso. Siempre que venía a casa Luis Sanz, el descubridor de mi madre, yo le hacía mi show particular. Pero la experiencia de mis hermanos no fue buena, y mi padre no quería que yo pasara por lo mismo, así que me mandó al colegio privado hasta que me graduara. Pero nunca llegué a hacerlo, porque empecé a dedicarme a la tele. Una serie con Alfredo Landa significó el inicio de mi carrera.

¿Para cuándo música nueva? 

Estoy trabajando en ello, y todo acompañado de mucha parte audiovisual. Creo que es el momento de desarrollarme por ese camino.

En ese proceso de creación, y con lo que se lleva lo inmediato ahora en la música, ¿da miedo desaparecer mucho tiempo? 

Creo que estamos en una época diferente a la de hace un tiempo. Vivimos una etapa de un movimiento más urbano, que también mola, pero eso está cambiando. Viene una etapa, sin ofender a nadie, más musical. Con más armonías y melodías, más baladas... Siento que ahora hay oportunidad de cambio y de más variedad, en cuanto a género. Además, la pandemia nos ha obligado a reestructurar los conciertos. Ahora ya no son cosas masivas sino más íntimas.

Entonces, ¿nunca la veremos en otro estilo? 

Tengo unas canciones nuevas que tienen ritmo urbano, por así decirlo, pero siempre con mi rollo. Lo que no hago ni haré será rapear, pero, por supuesto, haría una colaboración con alguien que rapea. ¡Me encanta el hiphop!

¿Prefiere las redes o el contacto personal? 

Yo tengo una relación de amor-odio con las redes. Soy más del trato personal, del cara a cara. Me cuesta estar todo el rato con el móvil, soy un desastre. Con las redes me pasa lo mismo, se me olvida publicar. Pero me parece alucinante que pueda estar en contacto con tanta gente a la vez. Me fascina el alcance que tienen, por eso me esfuerzo en hacerlo cada vez mejor y usarlas cada día más. Yo me llevo muy bien con mi gente, incluso quiero a los haters (ríe).

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