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Las orquestas de música clásica de Aragón reclaman ayuda para «sobrevivir»

Las cancelaciones de recitales suponen un duro golpe en sus precarias economías y solicitan apoyo de las instituciones públicas.

Juan Carlos Galtier, gerente de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza
Juan Carlos Galtier, gerente de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza
Heraldo.es

El tsunami provocado por el coronavirus ha azotado con especial contundencia a las orquestas de música clásica de Aragón. Las cancelaciones de recitales y la paralización total de su actividad han estrechado un poco más la soga sobre estas entidades. El horizonte se atisba muy complicado.

Sergio Guarné, director general de la Orquesta Reino de Aragón (ORA), realiza una cruda descripción de la realidad. «Si la situación de la música sinfónica profesional en Aragón es ya indigna estando sin crisis, comparándola con regiones análogas de España y Europa, imaginad ahora. La Orquesta Reino de Aragón ha tenido que cancelar 47 conciertos hasta octubre, de ámbito nacional e internacional. La facturación de la temporada 2019-2020 se ha perdido completamente, aproximadamente 850.000 euros, de los que más del 90% gestionamos de forma privada. La situación para la temporada 2020-2021 es todavía especulativa, aunque intentaremos rescatar todos aquellos proyectos que podamos», comparte.

Esta formación fundada en 2011 y que es residente del Auditorio de Zaragoza desde 2017, se enfrenta a un futuro lleno de incertidumbres. «Si ya era un milagro que existiéramos antes de esta crisis sanitaria, veremos cómo termina todo. Hay dos puntos clave. El primero es conocer en qué situación queda la cultura porque cuando hay crisis económicas es la primera maltratada; y segundo, debemos recuperar la confianza del público, que además en nuestro caso es de edad medio avanzada, porque gracias a él sobrevivimos», prosigue.

Guarné hace un llamamiento a las instituciones públicas para que hagan un guiño al sector. «Creo que puede ser un momento apropiado para que las administraciones despierten y apoyen de verdad a los proyectos de aquí que lo merezcan. Económicamente sería muy beneficioso y daríamos trabajo a la gente del país que tanto lo va a necesitar. Desde la ORA estamos ya a disposición de los gobernantes para trabajar de forma coordinada por el bien de Aragón, de sus artistas y de su público».

Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza

Juan Carlos Galtier, gerente de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza, comparte el diagnóstico. El calendario de esta formación nacida en 2013 también se ha visto afectado. «La afección más directa ha sido la cancelación de los conciertos didácticos y el concierto en familia que estaban previstos para marzo en la programación propia del Auditorio de Zaragoza. Se trata de una producción conjunta con Caleidoscopio Teatro completamente nueva que conllevaba todo el trabajo de escenografía, ensayos teatrales u orquestaciones que se han hecho ya y no se han podido presentar ni cobrar. Hay compromiso verbal por parte del Auditorio de retomar este proyecto el curso que viene con el mismo fin, pero del gasto ya realizado y no recuperable, nadie parece querer saber nada. Además otros proyectos que se estaban cerrando han quedado por ahora congelados», lamenta Galtier.

Este parón ha propiciado que el equipo de gestión y dirección artística sigue activo «sin ningún tipo de retribución para intentar salvar esta situación». Muchos de los músicos que son contratados para los diferentes proyectos son profesores de conservatorios y escuelas de música, lo cual les dota de mayor estabilidad. Una situación menos amable que la que están padeciendo los ‘free lance’.

Galtier se muestra muy enérgico sobre las soluciones para escapar de este laberinto: «Las instituciones podían empezar por pagar sus compromisos. El Gobierno de Aragón nos debe una factura importante y reconocida desde enero de 2019 y el Ayuntamiento, que apoya prácticamente en solitario a la música, y hay que agradecérselo, tampoco estaría mal que agilizara el proceso de las residencias cuyos contratos están firmados y en nuestro caso el proyecto cumplido ya en un 90%. Aun así, sería necesario un plan de apoyo global a la cultura profesional, simplemente para sobrevivir».

El Grupo Enigma

Asier Puga es desde el pasado enero el director titular y artístico de la Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza-Grupo Enigma, que está celebrando este año su 25 aniversario. «Hemos cancelado los conciertos de los días 29 y 30 de marzo, que eran en homenaje a Juan José Olives -su predecesor en el cargo-. Todavía no sabemos si el recital del 25 de mayo, en el que contaremos con el pianista Mario Prisuelos como solista, se podrá realizar», relata.

Puga se marca como gran objetivo vencer «las reticencias del público» cuando se retome la normalidad con «una programación innovadora y de gran calidad».

Al igual que sus colegas, conmina a los rectores públicos a ser sensibles con los proyectos culturales. «En estos momentos de confinamiento, tanto la música, como la literatura o el cine, están siendo herramientas imprescindibles para sobrellevar esta difícil situación. Por ello, creemos que es fundamental hacer una reflexión colectiva de la situación de la cultura y de los medios que tenemos los artistas para desarrollar nuestra actividad; actividad, no lo olvidemos, que siempre tiene un destinatario muy concreto: la sociedad. Por ello, entendemos que sería necesario un mayor apoyo de las instituciones», zanja.

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