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Big Moon: "Cantar en la calle Alfonso me hace sentir libre"

El cantante senegalés, que lleva 11 años en la capital aragonesa, se hizo con el pase de oro de la séptima gala de 'Got Talent 5' de la mano de Paz Padilla.

Momento Dorado del senegalés Mamadou Sall, residente en Zaragoza, en la gala de Got Talent
Momento Dorado del senegalés Mamadou Sall, residente en Zaragoza, en la gala de Got Talent
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La séptima gala de la quinta edición de 'Got Talent' contó con un protagonista muy especial, el senegalés Mamadou Sall, de 36 años, residente en la capital aragonesa desde hace 11. El cantante logró hacerse con el pase de oro, o lo que es lo mismo, el pase directo a semifinales de la mano de Paz Padilla, quien no dudó en presionar el famoso interruptor dorado ante un público en pie que lo pedía a gritos.

Big Moon, nombre artístico de Sall, fue el único participante de la gala que logró hacerse con el ansiado reconocimiento. El concursante se decantó por una balada en inglés para su prueba, sin embargo, esta interpretación no terminó de convencer a varios miembros del jurado como Risto o Edurne. “Tu actuación no ha sido para pasar a la siguiente ronda”, afirmaba Mejide.

Fue en este momento cuando Paz Padilla le pidió que cantara una canción de las que solía cantar cuando estaba en su país, y el músico arrancó con una canción en su lengua natal a capela con la que logró cautivar al público asistente y a los cuatro miembros del jurado. En ese momento el veredicto pareció darse la vuelta de repente.

“Con la primera actuación me has dejado bastante frío, pero ahora ha habido algo que se ha movido, que ha vibrado en este escenario", aseguraba Mejide. “Hay gente que canta muy bien y gente que, además de eso, canta bonito. Me quedaría todo el día escuchándote”, afirmaba, por su parte Dani Martínez.

Sall, que todavía se muestra algo incrédulo tras lo ocurrido en el programa, asegura sentirse emocionado y tremendamente feliz. "Llegué de Senegal a La Gomera en patera, luego fui a Madrid y de allí a Zaragoza, han pasado ya 11 años y siempre he vivido aquí, soy afromaño", bromea el cantante. El objetivo de su viaje no era otro que salir en busca de una vida mejor para él y su familia, que todavía permanece allí.

"He trabajado de todo, de ambulante, en el campo… ha sido una vida un poco difícil pero lo que me gusta de verdad es cantar, lo hago desde los 5 años", explica. Asegura que es su sueño de toda la vida y que, como explicó en el programa, la música para él es como una medicina que le da fuerzas. “Cuando canto siento cosas muy importantes”, añade.

Su rincón favorito de la ciudad

Hoy, con su banda Big Moon & Family, Sall recorre varios rincones de la capital aragonesa con su música, desde salas y bares hasta plazas y calles. Uno de sus rincones favoritos, reconoce, se encuentra en el corazón de la ciudad: "Me encanta cantar en la calle Alfonso, me hace sentir libre y mucha gente me sigue por allí".

Ahora, tras ser seleccionado directamente para la semifinal del programa, asegura que su único objetivo es seguir trabajando por conseguir su sueño. "Solo siento agradecimiento por la gente que siempre me apoya y me da fuerzas para seguir", señala. Además, Padilla, al acompañarlo al 'backstage' le hizo prometerle algo: "Quiero que, cuando vuelvas, nos prepares algo de tu tierra y que cantes algo con el corazón".

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