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Pucho (Vetusta Morla): "Me gusta escuchar discos y el silencio de después"

La banda de Tres Cantos vuelve esta noche al FIZ como cabeza de cartel repitiendo la experiencia de 2014. Esta vez presentan su disco ‘Mismo sitio, distinto lugar’

Pucho, sentado en el centro, vocalista de Vetusta Morla, que esta noche actúa en el FIZ.
Pucho, sentado en el centro, vocalista de Vetusta Morla, que esta noche actúa en el FIZ.
Heraldo

El Festival de Música Independiente de Zaragoza (FIZ) recupera esta noche a Vetusta Morla como cabeza de cartel, repitiendo la apuesta de 2014. La cita musical, precalentamiento en la Multiusos de las cercanas Fiestas del Pilar, tiene a los de Tres Cantos como gancho principal de su decimonovena edición. Llegan con su cuarto disco ‘Mismo sitio, distinto lugar’, poco antes de sendos ‘tours’ que les llevarán por Estados Unidos y Europa y a dos meses justos de su anunciado fin de gira en Madrid, el 27 y el 28 de diciembre (día, este último, para el que ya están las entradas agotadas). El vídeo de presentación de ‘Mismo sitio, distinto lugar’ contó con conexión aragonesa: se rodó en Alagón, dirigido por Paula Ortiz. Pero la banda ha vivido más momentos singulares en esta tierra...

En 2009, unos Vetusta Morla aún no tan conocidos, teloneros entonces de Marah, acabaron tocando para unas decenas de espectadores bajo los arcos de la plaza de Sos del Rey Católico, en un concierto improvisado tras suspenderse por la lluvia el que estaba previsto. Ahora reúnen a decenas de miles de personas. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Han cambiado muchas cosas y, en realidad, nada. Es como el título de nuestro último disco, ‘Mismo sitio, distinto lugar’. Nos ha pasado muy pocas veces lo de que se suspenda un concierto. Lo de Sos fue una experiencia que recordaremos siempre. Fue espontáneo.

¿Echan de menos las sensaciones de los conciertos más íntimos?

Se cambian por otras sensaciones, igualmente satisfactorias. Pero creo que ahora también conseguimos esa intimidad. Hay muchas maneras de generarla.

Son de los pocos grupos españoles con esa capacidad de convocatoria...

Yo creo que hay más grupos, aunque sí es cierto que nosotros podemos ser los que más. En España hay una pequeña industria de bandas capaces de reunir grandes públicos.

¿Cree que el rock está languideciendo entre el gran público, sobre todo el juvenil, en favor de otras músicas?

Es cierto que las guitarras están aparcadas en los garajes de las casas, pero siento que somos parte de una generación de bandas que sí que convocan a gente. No nos sentimos tan solos. El rock no se acabará nunca, quizá estemos en un ciclo con nuevas maneras de consumir música y de hacerla. Ahora están los ‘softwares’, que creo que son la nueva tendencia, lo que más se vende y se consume. Como toda la música ‘urban’. Pero no creo que haya desaparecido el rock.

¿Cómo enfrentan a esas nuevas tendencias de las que habla?

No estamos cerrados. En este último disco se han usado nuevas herramientas, tanto para estudio como para el directo. Al final hemos combinado lo analógico con lo digital. Y seguiremos en esa línea. Ahora tenemos gente de la banda dedicada a la producción. Y estamos atentos a novedades. Nunca hemos desechado esa parte.

Con la banda ya en marcha, tardaron años en sacar su primer disco. ¿Cómo se llevan con este formato? ¿Lo ven necesario como vehículo para mostrar sus canciones en un mundo donde prolifera la escucha ‘online?

Yo me suelo escuchar los discos enteros. Consumo álbumes, con un principio y un final. Y me encanta ese silencio de cuando termina el disco. El silencio también es necesario. Venimos de una época en la que los discos como obra eran importantes. Y nosotros los seguimos considerando; casi todo lo que hemos escuchado ha sido así. Un disco desarrolla un concepto o una historia y puedes plasmar algo completo, como en un libro. Para nosotros sigue siendo importante y tiene ese punto de reducto, confiamos en este formato. Lo trabajamos mucho. Aunque lo cierto es que la industria de la música empezó con los ‘singles’, con canciones sueltas como se escuchan ahora en las plataformas de Internet. Volvemos al tema de los ciclos... Todo es cíclico.

Compaginan conciertos masivos como el de hoy en Zaragoza con giras internacionales donde actúan en salas mucho más reducidas. Pronto empiezan una en Estados Unidos.

Ese tipo de giras es algo que no hemos dejado de hacer. En Europa también es así, en salas pequeñas. Nos gusta porque es una manera de volver al origen. De pelearte donde empezaste. Tiene un punto de nostalgia, pero en realidad no lo es. Porque surge esa adrenalina de conquistar nuevos públicos, del contacto más directo.

¿Creen que su propuesta puede llegar a las cotas de internalización de Rosalía?

El caso de Rosalía es algo insólito en la música española y la verdad es que no sé. No nos cerramos las puertas a nada. Nosotros tenemos muchísimas giras por Latinoamérica, cada vez hay mas demanda. La carrera internacional de la banda funciona muy bien, después de muchos años de esfuerzo y de picar piedra.

¿Siguen teniendo metas o les gusta esta velocidad de crucero?

Los puertos que vayamos visitando bienvenidos sean. No tenemos grandes metas. No hemos sido una banda de ir a por un objetivo. Preferimos ir haciendo nuestro camino, que las cosas vengan de manera natural.

¿Les da tiempo a reflexionar sobre su éxito?

Hay veces que piensas: «¿Pero yo qué hago aquí?», pero es algo que le puede pasar a cualquiera, en cualquier ámbito de la vida. Aunque en esta vida de artista todo se magnifica.

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