La galería Kaffell rescata dos colecciones de Víctor Mira nunca expuestas en Zaragoza

A principios de los 80, Víctor Mira enviaba cartas, con direcciones falsas, a Nueva Zelanda, Estados Unidos... Cuando el cartero las traía de vuelta, tomaba los viajeros folios de su interior y dibujaba en ellos obras inspiradas en la pintura prehistórica, hasta crear una serie compuesta por un centenar de piezas que llegaron a estar expuestas, en esa misma década, en la Dorsky Gallery de Nueva York, junto a otras de Jean Baptiste Basquiat, cotizado artista fallecido prematuramente, como el propio Mira. La galería zaragozana Kaffell ha reunido una parte de esas obras, junto a más creaciones no vistas antes en esta ciudad, en la exposición ‘Víctor Mira. Gran formato’, que ayer se inauguró y que puede visitarse hasta el 5 de julio.

"Son 52 piezas, la mayoría de gran tamaño, dos de las cuales han sido expuestas en galerías prestigiosas, como la Thomas, de Múnich o la Staempfli de Nueva York", explicó ayer el galerista Miguel Pérez. Se trata de la ‘Bach cantata’ y la ‘Cantanta sangrienta’, respectivamente.

La colección de inspiración prehistórica consta de dos colecciones: ‘Pinturas de la noche’ y ‘Pinturas de la revelación’. Durante años habían permanecido olvidadas, enrolladas a modo de pergamino. "Las hemos recuperado y restaurado para poder exponerlas finalmente en Zaragoza", destacó la galería.

No es el único trabajo que puede verse en la muestra. Se ha incluido también una rara colección de cuadros de Mira que incluyen motivos japoneses, que el artista pintó a principios de los 80 y que incluye figuras de samuráis y familias, ataviados con el traje tradicional del siglo XIX. La exposición se puede visitar de lunes a viernes de 10.30 a 13.30 y de 18.00 a 20.30 en la calle de Lasala Valdés, 8.

La obra de Víctor Mira forma parte en los últimos años de diversas colectivas y ahora se puede ver en el Museo Reina Sofía de Madrid, en la muestra ‘Poéticas de la democracia’.