​Una misma película… pero hasta cinco euros más barata

Un cinéfilo que elija bien el día y esté atento a las promociones puede pagar la mitad por su entrada.

La Sala Goya, en Mequinenza, uno de los pequeños cines que resisten
​Una misma película… pero hasta cinco euros más barata
Ayto. Mequinenza

Ir al cine parece sencillo: solo hay que acudir a la taquilla, comprar una entrada y encontrar la butaca. Pero si no se comparan precios y horarios, disfrutar del cine puede costar más del doble.


La opción más económica es aprovechar la Fiesta del Cine, que entre este lunes y el miércoles permitirá acudir por 2,90 euros a todas las salas de Zaragoza, además de las de Huesca, Barbastro y Monzón. En el caso de los cines de Grancasa y Puerto Venecia también se rebaja el precio de las palomitas, que cuestan 1 euro.


Las personas que no puedan acudir en estos días, también pueden ahorrarse dinero observando bien las promociones. Lo más económico es aprovecharse del tradicional ‘día del espectador’ (en general, los miércoles), que varía entre los 5,50 euros de los multicines de Huesca y de Plaza Imperial a los 3,90 euros de las demás salas zaragozanas. Este precio, que se estableció el pasado enero como una promoción de tres meses, finalmente se ha mantenido en ellas gracias a su éxito.


Además, todavía se pueden ahorrar 0,10 euros recuperando películas. En Grancasa y Puerto Venecia de lunes a miércoles se vuelve a exhibir una película fuera de cartelera a las 16.00 de lunes a jueves por 3,80 euros. Los cines Palafox también buscan cintas ya estrenadas, pero en su caso para dar a conocer grandes clásicos. La próxima será ‘Siete novias para siete hermanos’, que se proyectará el próximo 6 de noviembre y que dos semanas antes ya tiene una cincuentena de butacas vendidas. Aquí, la calidad de las cintas sube pero también su precio, 4,50 euros.


Acudir a las salas de cine en fin de semana es lo más habitual… pero también lo más caro. En Zaragoza, la entrada está entre los 7,60 euros y los 7,90. A mejor precio están las butacas de otras localidades como Huesca, donde cuesta 6,80, Teruel, (6,50 euros en el cine Maravillas) o Zaidín, por solo 6 euros. Ser estudiante también evita rascarse mucho el bolsillo (entre los 5,50 euros y los 5,80) al igual que ser jubilado o mayor de 60 años (desde los 4 euros de Huesca a los 5,80 de Palafox, Aragonia y Cervantes). Y a quien no le importe leer, también tiene premio. En Aragonia, las películas en versión original subtitulada cuestan 5,40 euros.


En los cines de Cinesa (Grancasa y Puerto Venecia) lo que se favorece es ir en grupo. Si es con la familia, dos adultos pagan 6,50 euros cada uno y los niños menores de 13 años, 4,50 euros. En resumen: una familia con dos niños paga 9,60 euros menos que si compra las entradas por separado, a 7,90 euros en estas salas. Lo mismo ocurre en Plaza Imperial, aunque sea 0,80 euros más caro. Las redes sociales también entran en juego, y Cinesa realiza descuento por utilizarlas: si se reservan a través de Facebook y se invita a entre 4 y 8 amigos, cada entrada cuesta 5 euros. Sin embargo, en estos cines hay que conocer quién distribuye cada película, ya que las de Warner no tienen descuentos.


Ser un cliente fiel compensa. En Plaza Imperial hay un bono de 5 entradas por 29,50 euros… aunque no se puede utilizar en las horas punta de los cines: entre las 17.30 y las 23.00 de los fines de semana y hay que consumirlo en dos meses. En las salas de las localidades pequeñas el abono es otra forma de animar a llenar las salas. Por ejemplo, en Mequinenza, el abono mensual infantil cuesta 7,40 euros (0,20 más que una entrada) y el de los adultos, 15,45 euros, además de tener precios especiales para matrimonios, familias y jubilados.

Películas que llegan… pero tarde

Los cines de las pequeñas localidades son los que tienen más difícil mantener a los espectadores, ya que las películas llegan al menos 15 días más tarde. Hasta ahora lo hacían porque las distribuidoras no tenían suficientes copias en 35 milímetros, las utilizadas por la mayoría de las salas. “La gente se quejaba, porque por ejemplo ‘Ocho apellidos vascos’ llegó casi tres meses después del estreno, ya que había mucha demanda”, explican desde el Ayuntamiento de Mequinenza.


En los últimos meses, muchas salas se han pasado al sistema digital, como la de esta localidad, pero los retrasos persisten con algunas cintas. “Se consideran ‘salas B’ y algunas distribuidoras especifican que en ellas se estrene tres o cuatro semanas después que en las capitales”, indican.

Pagar todo lo que se quiera

Si el dinero no importa, los precios pueden subir, y mucho. En Cinesa dan la opción de elegir una butaca VIP, con asientos mejor situados y más anchos que el resto, por un euro más, lo mismo que ocurre en Plaza Imperial con sus ‘butacas rojas’.


Si además se quiere disfrutar del 3D, también hay que echar cuentas. En Plaza Imperial se mantienen los precios de las películas en dos dimensiones, aunque si no se dispone de gafas, toca pagar 1,50 euros. En Aragonia, en cambio, el precio asciende a los 9,10 euros, mientras que en Teruel se puede ver por 8. Si a esto se le suma el precio de las palomitas y refrescos, las cifras se disparan tanto como dé el bolsillo de sí.


Los aficionados a la ópera son los que más caro pagan su butaca. El cine Cervantes relanzó su temporada el pasado septiembre, con títulos como ‘La Traviata’ o ‘Elisir d’Amore’ a 17 euros si es en directo o 12 en diferido. En Teruel también se puede ver este género, aunque aquí cuesta 15 euros en directo.