La masonería, las terapias pseudocientíficas, la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel… Son muchos los ámbitos sobre los que en los últimos años ha caído la sombra de la sospecha de esconder una secta por parte de algunos de sus fieles. Conocida como el conjunto de creyentes en una doctrina particular o de devotos a una religión que se considera falsa, estos grupos de entusiastas se caracterizan generalmente por unas conductas obsesivas, unos rituales excéntricos, la pérdida de la intimidad de buena parte de sus miembros y, en numerosas ocasiones, por los casos de estafa que se han producido en sus círculos.

En Aragón, por ejemplo, las corrientes mayoritarias de las 43 sectas que existen son las esotéricas y las pseudoterapéuticas, pero en todo el país se pueden encontrar multitud de agrupaciones centradas en los campos religioso, astronómico o político, hasta el punto de que más de 300.000 españoles pertenecen a ellas.

Una forma particular de interpretar el mundo que ha ido derivando con el paso de los años a modalidades tan extravagantes que podrían constituir el elemento central de la trama de una película de comedia actual. Aquí se explican algunas de las más peculiares.

‘Rambistas’: aunque las primeras entregas de la saga ‘Rambo’ triunfaron en la gran pantalla debido a ese aura de invencible que desprendía el personaje de veterano de la Guerra de Vietnam interpretado por Sylvester Stallone, la última de ellas dejó mucho que desear. No obstante, eso no ha supuesto ningún problema para la tribu Kamula, de Papúa Nueva Guinea, a cuyos miembros un antropólogo enseñó imágenes de estos largometrajes para estudiar sus reacciones. Estos quedaron tan impresionados por su protagonista que desde entonces lo adoran como un Dios, un amor que podría aumentar próximamente debido al anunciado estreno de una próxima secuela de la saga. Odinistas: los seguidores de Thor, Tyr, Bragi y otros dioses de la mitología nórdica manifiestan su devoción de diversas maneras. Sin embargo, hay un grupo que destaca por encima del resto en lo referente a su carácter ceremonioso: los odinistas. Actualmente de moda gracias a innumerables películas, series, libros y videojuegos, estos fans tienen además la particularidad de estar reconocidos como religión oficial al contar con todo lo necesario para ello. Tienen un templo radicado en el pueblo de Albacete, Navas de Jorquera, tienen el Moncayo como lugar sagrado, y una jerarquía clara que incluye sacerdotes. Adoradores del duque de Edimburgo: aunque está ya retirado de la vida pública, Felipe de Edimburgo, el marido de la reina Isabel II, ha dejado para las hemerotecas algunas actitudes muy polémicas que aún se recuerdan. Sin embargo, el culto a las figuras de autoridad y reyes ha sido una constante a lo largo de la historia desde el tiempo de los faraones y los emperadores romanos. Uno de los casos más curiosos sucede en la isla de Tanna del país de oceaníaco Vanuatu, que rinde honores de Dios al duque de Edimburgo. Una pleitesía que tiene su origen en una leyenda sobre un hijo de piel pálida del espíritu de la montaña que se fue lejos de la isla y contaba la leyenda que se casaría con una mujer poderosa. Con la colonización británica y los años siguientes, se identificó esta figura con el duque tras una visita de la pareja real en los años 70.