Bildu alcanzaría a un PNV que podría reeditar su Gobierno junto al PSE

Los 'abertzales' ganarían las elecciones con tan solo cuatro décimas sobre el PNV. Los socialistas tendrían de nuevo 9 o 10 escaños y serían llave para de la Lehendakaritza.

Los candidatos a las elecciones del País Vasco.
Los candidatos a las elecciones del País Vasco.
EFE

Vuelco histórico en el País Vasco a apenas una semana de las elecciones autonómicas. Así lo refleja el barómetro de DYM para HENNEO, el último que la ley permite publicar antes de los comicios, que refleja que, si se celebrasen hoy, EH Bildu ganaría por primera vez los comicios con un 36% de los votos, aunque en un empate técnico con el PNV, que sumaría un 35,6% y que no vencería en unas elecciones autonómicas por primera vez desde la reinstauración de la democracia. En el Parlamento Vasco, ambas formaciones obtendrían 28 o 29 diputados.

Con un resultado así, y aun perdiendo dos o tres escaños con respecto a 2020, el PNV tendría casi asegurado seguir gobernando junto al PSE, que ya ha expresado que su opción prioritaria es reeditar alianza con los nacionalistas. Ambos podrían mantener -por los pelos- la mayoría absoluta, ya que los socialistas clavarían su resultado de 2020 y obtendrían 9 o 10 diputados (los mismos o uno menos que entonces), que sumados a los de los nacionalistas vascos dejarían a ambos entre 37 y 39 diputados, cuando la mayoría absoluta en el Parlamento Vasco está situada en las 38 actas.

En cualquier caso, pese a tener escasísimas opciones de gobernar, el impulso de EH Bildu en cuatro años es muy notable. En 2020, la formación ya obtuvo los mejores resultados de la historia de la izquierda abertzale, con un 27,9% de los votos. Y cuatro años después, la candidatura liderada por Pello Otxandiano conseguiría romper la barrera del 30% de los sufragios con mucha comodidad. Tras sustituir a Arnaldo Otegi por un candidato sin ningún tipo de vínculo pasado con la actividad terrorista de ETA, EH Bildu consigue incluso abrir fugas importantes en el PNV y, en menor medida, en el PSE: un 4,4% de los electores socialistas de 2020 votarían ahora a los 'abertzales', y lo mismo ocurre con nada menos que un 9,4% de los votantes del PNV.

La otra gran afluencia de votantes hacia EH Bildu procede de Elkarrekin Podemos, que se quedaría con tan solo el 1,8% de los votos y con uno o ningún escaño. La ruptura de los morados con IU y Sumar, unida a la pujanza de la formación abertzale, provoca que el 26,1% de quienes votaron en 2020 a Elkarrekin Podemos digan ahora que apoyarán a Otxandiano. De hecho, tan solo el 31,3% de los votantes morados tienen decidido repetir su voto, con mucho la cifra más baja de fidelidad de voto entre todos los partidos: el 20,9% elegirá la papeleta de Sumar, y el 15,7% aún está indeciso.

En la situación opuesta a la de EH Bildu se encuentra el PNV, que solo retiene a poco más de dos tercios de sus votantes de 2020. A la mencionada fuga hacia los abertzale se suma otra hacia el PP de menor tamaño, puesto que el 3,5% de los votantes del PNV dicen ahora que apostarán por Javier de Andrés. El principal reto de la candidatura liderada por Imanol Pradales en la última semana de campaña, no obstante, es movilizar a su electorado, puesto que el 15,3% de quienes votaron al PNV en 2020 no saben lo que harán, la cifra más alta de todos los partidos, junto a la de Podemos.

Precisamente ese espacio, el de la izquierda no nacionalista a la izquierda del PSOE, también tiene ante sí un reto mayúsculo: el de no quedarse fuera del Parlamento Vasco. La división en dos listas abre la puerta a esta posibilidad, porque el barómetro estima que tanto Elkarrekin Podemos (1,8%) como Sumar (2,6%) tendrán uno o ningún escaño. En el caso de los morados, el que están peleando es el de Guipúzcoa, mientras que los de Yolanda Díaz pugnan por conseguir representación por Álava.

Quien, según el barómetro, no tendría opciones de reeditar su único diputado es Vox. El 12% de sus votantes de hace cuatro años tienen ahora decidido elegir la papeleta del PP, y los populares, de hecho, crecerían hasta el 9,6% de los votos y los siete u ocho diputados, frente a los seis que consiguieron en 2020.

Pese a la bajada que experimenta el PNV, lo cierto es que la opinión de una amplia mayoría de los ciudadanos en relación al desempeño del Gobierno Vasco es positiva. Un 66,8% de los ciudadanos aprueban su gestión, por tan solo un 31,3% que le dan un suspenso, y la nota media es de 5,3. 

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