Los otros diputados que no renunciaron a su acta tras romper con su grupo parlamentario

Podemos, Sumar, UPN o Ciudadanos han encarado situaciones similares a la protagonizada por Ábalos tras su marcha al Grupo Mixto.

MADRID, 06/02/2024.- La líder de Podemos, Ione Belarra, realiza declaraciones en el marco de la reunión de la Junta Portavoces del Congreso este martes en Madrid. EFE/ J P Gandul
Foto de archivo de Ione Belarra.
J P GANDUL

La marcha de José Luis Ábalos al Grupo Mixto después de negarse a entregar su acta de diputado, como le pedía el PSOE, no es un caso inédito en el Congreso de los Diputados. Tan solo en la pasada legislatura hubo varios movimientos idénticos o muy parecidos de una práctica que no está censurada por Reglamento de la Cámara baja.

El ejemplo más reciente lo protagonizaron, a principios de diciembre de 2023, los cinco diputados de Podemos, que hasta entonces formaban parte del grupo parlamentario de Sumar, con quienes habían concurrido a las generales del 23-J. Las diferencias políticas y personales con Yolanda Díaz provocaron que Ione Belarra, Martina Velarde, Javier Sánchez Serna, Noemí Santana y Lilith Verstrynge (que renunciaría después a su acta) dieran el salto al Grupo Mixto entre acusaciones de transfugismo -que ellos negaron- por parte de sus antiguos compañeros de bancada.

En marzo de 2022 se produjo un movimiento similar, también con el partido morado como protagonista. La diputada canaria de Unidas Podemos Meri Pita rompió con su grupo parlamentario por diferencias con la dirección nacional de la formación. "No nos han permitido salir a defender las iniciativas de Canarias, ni siquiera se nos consulta", señaló antes de instalarse en el Grupo Mixto, donde permaneció el resto de la legislatura.

Las discrepancias entre la rama canaria de Podemos y la cúpula del partido venía de lejos. La baja de Pita dejó al grupo parlamentario morado con 33 escaños -pese a que en las generales había logrado 35- porque a esta salida se sumó la expulsión del también canario Alberto Rodríguez por parte de la entonces presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tras una condena judicial que el Constitucional acabaría anulando parcialmente. El escaño de Rodríguez permaneció vacío y no se sustituyó a modo de protesta por parte de sus compañeros en Canarias, a los que les correspondía relevarle por lista electoral.

Otro caso parecido al de Ábalos fue el de los diputados de UPN (que ahora forman parte del grupo popular) Sergio Sayas y Carlos García Adanero. Fueron expulsados por su partido acusados de indisciplina tras votar en contra de la reforma laboral impulsada en febrero de 2022 por Yolanda Díaz en el Congreso -y que salió adelante solo gracias al error en la votación del diputado del PP Alberto Casero-. Ambos mantuvieron su acta durante el resto de la legislatura.

Un año antes, el diputado de Ciudadanos Pablo Cambronero protagonizó un salto al Grupo Mixto también por diferencias con la dirección del partido, encabezada por Inés Arrimadas. Llegó a votar, a diferencia de sus excompañeros, a favor de la moción de censura presentada por Vox en marzo de 2023 y que proponía como candidato a Ramón Tamames.

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