Podemos copará un reducido Grupo Mixto que le dará la visibilidad negada por Sumar

La formación morada podrá intervenir en los debates, asegurará un puesto en las comisiones y el Gobierno deberá negociar con ellos el voto de sus cinco diputados.

La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra.
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra.
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Podemos ha elegido ser cabeza de ratón a cola de león con su marcha al Grupo Mixto en el Congreso de los Diputados. Una decisión "difícil" pero, a la vez, "imprescindible", en palabras de su secretaria general, Ione Belarra, por la falta de capacidad para "hacer política" a la que, denuncian los morados, les estaba condenando Sumar. Sobre el papel, disponer de un grupo parlamentario propio permite a los partidos mayores recursos económicos y técnicos, independencia al gestionar sus iniciativas legislativas, más tiempo en las intervenciones y más representación en los órganos parlamentarios, por lo que hasta ahora recalar en el Grupo Mixto se ha visto como una suerte de cajón de sastre.

Y es que los cinco diputados morados tendrán que consensuar a partir de ahora el tiempo en las intervenciones y en las comisiones parlamentarias con los de UPN, BNG y CC. -ya que cualquier cuestión interna del Grupo Mixto debe acordarse entre ellos- así como el reparto de la subvención fija que le corresponde a cada grupo parlamentario

Pero en la práctica, el giro estratégico de la formación que dirige Ione Belarra -y sin precedentes de esta envergadura- se verá compensado no sólo en lo económico, sino también con una mayor visibilidad mediática y más libertad de acción, ya que el Gobierno deberá negociar directamente con ellos.

El acuerdo entre la formación que dirige Yolanda Díaz y Podemos para concurrir juntos a las elecciones del 23-J fijaba que los morados tenían derecho a recibir el 23% del dinero total a modo de subvenciones, pese a que su proporción de parlamentarios es mucho menor: es decir, 19.429 euros al mes. Según el régimen económico y ayudas de los miembros de la Cámara, el Congreso aporta una cuota fija de 30.346,72 euros mensuales a cada grupo parlamentario y una variable de 1.746,16 euros mensuales por diputado, por lo que los de Belarra, con su llegada al Grupo Mixto, se harán con el 62,5% de toda la subvención, lo que su traduce en una cuantía mensual de 27.697 euros.

El Grupo Plurinacional Sumar también saldrá beneficiado de la salida de Podemos al retener ese 23% pactado y que supone unos 10.000 euros más al mes. Por el contrario, los damnificados serán los miembros de UPN, CC y BNG, con un diputado cada uno, que verán reducida casi a la mitad -5.500 euros al mes- su disponibilidad presupuestaria si el reparto se efectúa de manera proporcional al número de escaños de cada partido.

Asimismo, el partido morado también tendrá más visibilidad que la que dispuso dentro de Sumar tras verse privado de portavocías adjuntas en el Congreso, sin posibilidad de dar la réplica en los debates de investidura de Alberto Núñez Feijóo y de Pedro Sánchez y sin opción tampoco de intervenir el pasado martes en la comparecencia del ministro Albares para explicar la crisis de la Franja de Gaza. Esta última fue, precisamente, la gota que colmó el vaso y llevó a Podemos a los morados a consumar la ruptura.

De esta forma, los cinco diputados aterrizados en el Grupo Mixto -Ione Belarra, Lilith Verstryng, Javier Sánchez Serna, Noemí Santana y Martina Velarde- tendrán ahora que repartirse las portavocías con Néstor Rego, del BNG; Cristina Valido, de CC; y Alberto Catalán, de UPN. Eso sí, el daño colateral de este movimiento es que Santana, diputada por Las Palmas, perdió la presidencia de la comisión parlamentaria de Derechos Sociales al abandonar el grupo parlamentario de Sumar -la única que la dirección magenta había concedido a Podemos-.

El Grupo Mixto solo cuenta con un puesto en cada comisión, pero si se tiene en cuenta que el punto 2 del artículo 6 del Reglamento del Congreso establece que cada diputado tiene derecho a formar parte al menos de una comisión, todos los morados tendrán asegurado su trozo del pastel a costa, una vez más, de las tres formaciones regionalistas.

No han sido pocas las voces que desde Sumar están exigiendo que los diputados de Podemos devuelvan su escaño tras su marcha al Grupo Mixto. Este jueves Marta Lois, portavoz en el Congreso de la coalición habló de "coherencia" con la decisión un día después de que los comunes personalizaran esta petición en Verstrynge -diputada por Barcelona-.

Conchi Abellán, líder de Podemos en Cataluña, ya anticipó el miércoles que la secretaria de organización de Podemos no renunciará al escaño: "Al marchar de la coalición, seguirá representando a Podem desde el grupo mixto. No va a dejar el acta porque es la única diputada que ocupa y representa el espacio de Podem en Cataluña", defendió en la red social X.

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