24 horas de infarto que acaban con Ábalos en el grupo mixto y en guerra con el PSOE

Ferraz ha optado por dejar caer a quien fuera la mano derecha de Pedro Sánchez, ante el caso Koldo.

El exministro José Luis Ábalos, antes de la rueda de prensa que ha ofrecido este martes en el Congreso
El exministro José Luis Ábalos, antes de la rueda de prensa que ha ofrecido este martes en el Congreso
Efe

El PSOE y toda la política española han vivido 24 horas de infarto, las transcurridas desde que la Ejecutiva socialista pidió este lunes la marcha de José Luis Ábalos como diputado hasta que quien fuera la mano derecha de Pedro Sánchez ha anunciado que mantiene su acta y se pasa al grupo mixto.

Un cambio de bancada y el inicio de un choque frontal porque el exministro Ábalos se ha puesto en pie de guerra contra la dirección del PSOE después de que Ferraz haya optado por dejarle caer ante el caso Koldo, la supuesta trama ilegal de comisiones en la venta de mascarillas a administraciones públicas por la que se detuvo a Koldo García, su exasesor cuando era ministro.

El PSOE por su parte le ha suspendido de militancia cautelarmente y ha abierto la vía a expulsarlo del partido.

"No puedo acabar mi carrera política y mi trayectoria como un corrupto cuando soy inocente", ha resumido Ábalos sus argumentos con los que ha decidido mantenerse en el hemiciclo, sentado ya al lado de Néstor Rego, del BNG, que horas antes había afirmado que en el grupo mixto estaban ya "al completo".

Cuenta Pedro Sánchez en su 'Manual de resistencia' que al finalizar el debate de la moción de censura que acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy, Ábalos se refirió a una frase que había escuchado en una serie de televisión danesa: "Borgen… ¿qué Borgen? ¡La política española es mucho más emocionante y auténtica!".

Este lunes, en una sala de prensa atestada de periodistas y tras horas de expectación y espera, incluso dentro de su partido, Ábalos se ha convertido en el último protagonista del frenético 'thriller' en el que se ha convertido la política española.

Europa Press

El PSOE esperaba un adiós para amortiguar el caso Koldo, pero se ha encontrado con un aviso de revancha de Ábalos, que desde el grupo mixto espera llegar al final de "esta partida" para obligar a quienes ahora pretenden echarle "por la puerta de atrás" a mirarle "a la cara". Ábalos, que hace tres días prometía lealtad a Sánchez y defendía que no tenía apego al cargo, ha defendido que renunciar ahora se interpretaría como un "signo de culpabilidad" y no serviría para frenar una "cacería" que va más allá de él.

Y ha dirigido embates contra el "justicialismo" y contra el PSOE por actuar "al dictado" de quienes más han hecho por ocultar la corrupción, en alusión al PP, por haber hecho un "tributo a la derecha" y por su intención de sacrificarle.

En el Congreso faltaban minutos para que empezase el pleno cuando Ábalos ha optado por la épica: "Me enfrento a todo: vengo solo en mi coche, no tengo secretaria, no tengo a nadie detrás ni al lado. Me enfrento a todo el poder político, de una parte y de otra, y lo tengo que hacer solo".

Minutos después, en los pasillos de la Cámara Baja el portavoz del Grupo Socialista, Patxi López, ha dicho que éste era un "día muy triste".

Ábalos emprende desde el grupo mixto una lucha por su honor y contra Ferraz que no tiene precedentes.

Para su defensa, ha escogido un camino que le separa de Sánchez, su hasta ahora jefe de filas, expertos en gestas, que renunció al escaño tras ser apartado como secretario general del PSOE, antes de iniciar un viaje para reconquistar el poder.

El trayecto que entonces hicieron juntos ha llegado ahora a su fin. Y de nada han servido los intentos para evitarlo. Ni los mensajes en público del propio presidente del Gobierno, su vicepresidenta primera o su portavoz, ni las aproximaciones en privado de personas como el actual secretario general del PSOE, Santos Cerdán.

Además, el terremoto del caso Koldo continúa. El jefe del Ejecutivo y sus ministros tendrán que responder en el Congreso a las preguntas de la oposición y deberán enfrentarse también a investigaciones parlamentarias, bien la impulsada por los socialistas en el Congreso o la del PP en el Senado.

Por su parte, el PP y Vox extienden el alcance de la supuesta trama a todos los ministerios que compraron mascarillas y a los entonces presidentes de Canarias y Baleares, Ángel Víctor Torres (hoy ministro de Política Territorial), y Francina Armengol (actual presidenta del Congreso).

Un "esperpento" y "espectáculo" como califican lo vivido estas últimas 24 horas desde el PP y Sumar; muestra de que la política española es tan "emocionante y auténtica" como ya dijo el propio Ábalos. 

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