El pesimismo se ha instalado estas últimas semanas en las negociaciones entre el PSOE y Junts, tras el voto en contra de estos últimos a la ley de amnistía. Ambas partes habían fijado líneas rojas que parecían incompatibles: o cedía uno o lo hacía el otro. Por ello cada vez parecía más complicado el acercamiento. Sin embargo, el eurodiputado de Junts, Toni Comín, dirigente de la máxima confianza de Carles Puigdemont, dio este viernes por hecho que la ley que borra los delitos del 'procés' saldrá adelante. "Va a haber ley de amnistía, sin ninguna duda", aseguró en Cuatro. Hacía tiempo que un dirigente independentista no se expresaba de forma tan explícita sobre la posibilidad de que se supere la situación de bloqueo entre el PSOE y Junts.

Comín, en cualquier caso, no despejó cuál es la fórmula que permitirá el acuerdo entre socialistas y junteros. "Si la supiera y estuviera autorizado a explicarla" ya la habría anunciado, dijo. Eso sí, se mostró convencido de que ambas partes serán capaces de hacer compatibles las líneas rojas que marca cada partido: la constitucionalidad de la ley por parte del PSOE y que sea integral -es decir, que cubra a todo el mundo- en el caso de los de Puigdemont. Junts está instalado en el 'o todos o ninguno'. La ley debe amparar también las causas abiertas por terrorismo a los CDR y Tsunami Democràtic , como los que incluyen también acusaciones por alta traición, como la instrucción del juez Aguirre en el juzgado 1 de Barcelona en relación a la trama rusa del 'procés'. Ambos sumarios complican que Puigdemont sea amnistiable.

"Estamos tan convencidos de la compatibilidad de este texto con el Derecho europeo que no nos preocupa lo más mínimo que se presenten cuestiones perjudiciales", aseguró Comín, pese al paso atrás dado por los suyos en la votación para aprobar la norma. "La última palabra la tendrá el Tribunal de Luxemburgo y tenemos absoluta tranquilidad porque sabemos que la ley es perfecta", remató el huido en Waterloo junto al expresident.

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Sus palabras llegaron 24 horas después de la resolución del Parlamento Europeo que insta a España a investigar la trama rusa del 'procés'. Una cuestión que complica la situación a Puigdemont. El Gobierno, en cualquier caso, salió a dar cobertura a los junteros, después de que los socialistas españoles se sumaran la víspera a la mayoría en la Eurocámara aunque no en lo referido a apuntar a Puigdemont. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que no le consta si ha habido contactos entre Rusia y el independentismo catalán y señaló que, de haber existido, donde deben constar es en los órganos judiciales.

El Ejecutivo está lanzando gestos hacia el secesionismo. Días atrás, el presidente Sánchez se mostró convencido de que la amnistía cubriría a Puigdemont porque los independentistas "no son terroristas". Además, propuso acortar el plazo de instrucción judicial como alternativa para desbloquear la amnistía.

"Desde la muerte de Franco"

El propio expresidente de la Generalitat, en una carta que envió a los eurodiputados tras la resolución de Estrasburgo, ya dejaba entrever entre líneas que no hará descarrilar la ley ni la legislatura. "Solo se dan cuenta de que soy un terrorista y un traidor a la patria precisamente hace unas semanas, coincidiendo con uno de los acuerdos políticos más relevantes que se han producido desde la muerte de Franco", dijo sobre el pacto entre PSOE y Junts para la investidura de Sánchez y la aprobación de la amnistía.

También habló en términos de "permitir otra legislatura con un Gobierno de izquierdas". Pero a pesar del mensaje optimista lanzado ayer por Comín, Junts será exigente con los socialistas para acabar votando a favor de la amnistía. "Nuestro objetivo no es la estabilidad del Gobierno sino la resolución del conflicto", reiteró Comín. Dicho de otra manera, el PSOE tiene que moverse.

Comín, como hizo Puigdemont el jueves, cargó contra el juez Aguirre por prorrogar la causa por la trama rusa del 'procés'. "Toda la trama es mentira", intentó zanjar. El exresponsable de relaciones internacionales de Convergència, Víctor Terradellas, que participó en los contactos entre Puigdemont y los rusos, restó ayer importancia a las reuniones que el independentismo mantuvo con supuestos emisarios del Kremlin. "Tuvimos contactos con todo el mundo. En aquel momento convulso hubo aquella reunión que quedó en nada, pura anécdota", dijo en Catalunya Ràdio.