Nacional

nacional

La crisis interna de Vox revienta el puzle de los pactos en Baleares

El PP debe decantarse entre apoyarse en los cinco de Vox en rebeldía o en los fieles a Abascal a riesgo de tener una mayoría en contra.

Vista general de la Junta de portavoces del Parlament balear después de la crisis de Vox, el 31 de enero.
Isaac Buj

El estallido de la crisis interna de Vox en Baleares -su grupo parlamentario saltó por los aires este lunes al ser expulsados dos de sus diputados- ha dejado en una situación de extrema dificultad al Ejecutivo liderado por Marga Prohens.

El Partido Popular recuperó en las anteriores autonómicas el poder al cosechar 25 escaños tras ocho años de gobierno socialista de Francina Armengol, pero para aupar a Prohens necesitó los ocho diputados de Vox, que hasta ahora ha sostenido con sus votos al Gobierno autonómico a pesar de no formar parte del mismo. Baleares fue la única región en la que tras el 28-M, los de Santiago Abascal renunciaron a entrar en una coalición con el PP.

Lo hicieron, eso sí, a cambio de la presidencia del Parlament y de un acuerdo programático para "lograr el fin de las políticas socialistas y separatistas". Pero ahora se antoja imposible vaticinar si Prohens podrá llevar a buen término esa hoja de ruta.

Los populares tienen los mismos diputados que toda la izquierda -PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos-, mientras el resto del arco parlamentario está formado por los cinco diputados a los que Vox ya ha anunciado que echará del partido; los dos expulsados este lunes -Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras, todavía presidentes del Parlament y de Vox en la comunidad, respectivamente-, que pasarán a ser diputados no adscritos; un exparlamentario de los de Abascal que abandonó la formación en octubre -el grupo pasó de ocho a siete-; y el representante de Formentera al que su partido, Sa Unió, echó hace semanas.

La Cámara tiene 59 asientos y la mayoría se sitúa en 30, por lo que la encrucijada a la que se enfrenta el PP pasa por apoyarse en los cinco díscolos que le dan la mayoría o decantarse por los dos diputados expulsados y que no le permiten sumar los apoyos suficientes.

Lo cierto es que solo el acuerdo con los rebeldes permitiría a Prohens seguir aprobando sus propuestas. En caso contrario, estaría a merced de esos cinco parlamentario no decidieran torpedearla sumando con la izquierda. Pero si decide acercarse a ellos, el riesgo es evidente: Vox ha advertido ya de que eso supondría traspasar una línea roja que pondría en peligro el resto de pactos que ambos mantienen.