Boicot a unas copisterías aragonesas por no atender en catalán: “Estoy preocupado por si me baja el trabajo”

Un mensaje en catalán y una respuesta en castellano pidiendo hablar en esa misma lengua han causado un revuelo importante en Barcelona. 

Pintadas en una copistería
Pintadas en una Copistería Low Cost de Barcelona
Copisterías Low Cost

El zaragozano Bogdan Brie es el dueño de las famosas Copisterias Low Cost. Un negocio que tiene ya más de una década y con una insólita expansión. Comenzó en este mundo en 2013 cuando compró su primera copistería en Huesca. Ahora cuenta ya con más de 20 tiendas repartidas por toda España

La clave de su éxito reside, probablemente, en su ubicación -las zonas universitarias de las ciudades- pero sobre todo en el precio que le da sentido a su nombre 'low cost': la copia en blanco y negro cuesta 2 céntimos y en color 10. Ahora, este éxito podría verse vulnerado por un caso de acoso ultranacionalista catalán.

Tres son los negocios que tiene en la capital aragonesa, los mismos que en Barcelona. Desde allí hicieron un pedido que revolucionó el negocio. 

“Estoy muy preocupado”, relataba Bogdan en una entrevista telefónica a HERALDO, “igual me baja el trabajo”. Ha recibido todo tipo de insultos en redes, llamadas telefónicas y pintadas en una de sus tiendas. Los hechos se remontan a este mismo viernes cuando una clienta escribió un mensaje de WhatsApp en catalán a la copistería. La respuesta la realizó un empleado encargado de atención al cliente desde Zaragoza de manera muy educada: “Toda la comunicación con la plataforma se desarrolla en castellano, si me lo puedes volver a escribir”. Ahí terminaba la conversación vía WhatsApp pero entonces comenzaba el revuelo, las amenazas y el boicot en redes sociales.

La respuesta se ha traducido en imágenes donde aparece una mujer con un pasamontañas y una ametralladora hasta insultos y amenazas. "Serán subnormales", "vayas desgraciados", "impertinentes" o "vaya mierda de negocio", son sólo algunos de los ejemplos que Bogdan ha tenido que leer en redes. Los que le preocupan y mucho son los relacionados con una posible disminución de sus ventas. “Hay que buscar otra copistería para no volver nunca más a ella” o “esto es para no ir más” escribían algunos usuarios en X. También le inquietan las denuncias que proponen hacer por “la vulneración de los derechos lingüísticos del cliente”.

Pero los malos comentarios traspasan incluso las pantallas. "Nos llaman por teléfono y nos insultan", contaba Bogdan. Los empleados de sus tiendas de Barcelona también han recibido insultos como "cabrones". Un día la persiana de una de sus copisterías amaneció pintada con una frase que decía ‘Boicot català’. Por esto, el encargado de la tienda de Barcelona está pensando en denunciar

El dueño de las copisterías Low Cost no podía ocultar su preocupación, incluso relataba que tiene “empleados catalanes” en muchos de sus negocios. “Me gustaría especificar que no tengo nada en contra de los catalanes, de hecho yo soy rumano, qué problema voy a tener con ellos”, explicaba Bogdan.

La ley de Política lingüística

De acuerdo con lo que establece el artículo 33.2 del Estatuto de Autonomía de Cataluña, "las personas deben ser atendidas en cualquiera de las dos lenguas oficiales" en la comunidad. Varias personas lo han recordado en X: "En Cataluña, en Barcelona, está obligados a atender en cualquiera de los dos idiomas oficiales, catalán y castellano". 

Sin embargo, Bogdan ha recalcado que su negocio es online y no está en Cataluña, la sede está en la capital aragonesa. "Nuestra página es online, todos los pedidos salen desde Zaragoza y los 3 trabajadores de atención al cliente están aquí", ha explicado Brie. "Si estuviéramos en Barcelona sí, pero esto se ha realizado de manera telemática, no es una atención presencial desde Cataluña", sentenciaba. 

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