Desfile del 12 de octubre: una Fiesta Nacional marcada por la investidura y la amnistía

La princesa Leonor, presenciará con uniforme militar el desfile desde el palco junto a sus padres y se estrenará en la posterior recepción en el Palacio Real.

Foto de archivo de los Reyes el pasado 3 de junio en el desfile por el Día de las Fuerzas Armadas en Granada
Foto de archivo de los Reyes el pasado 3 de junio en el desfile por el Día de las Fuerzas Armadas en Granada
EP

Los reyes presidirán este, jueves, el desfile de la Fiesta Nacional y la posterior recepción en el Palacio Real, actos marcados por las negociaciones para intentar la investidura del jefe del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el choque político con el PP ante la posibilidad de que se apruebe una ley de amnistía como exigen los independentistas catalanes.

La otra protagonista de la jornada será la princesa Leonor, quien presenciará con uniforme militar el desfile desde el palco junto a sus padres y luego se estrenará en el acto del Palacio Real, cinco días después de su jura de bandera y a tres semanas de cumplir los 18 años.

Además de a los principales representantes institucionales, el desfile y la recepción harán coincidir a Sánchez y al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en medio de un ambiente de tensión entre el Gobierno y el principal partido de la oposición a cuenta de la posible amnistía a los condenados del ‘procés’.

El Ejecutivo ha acusado al PP de convertir el 12 de Octubre en "la fiesta del insulto", como aseguró su portavoz, Isabel Rodríguez, mientras que el coordinador general de los populares, Elías Bendodo, reivindicó que los ciudadanos tienen derecho a expresarse en la calle contra los planes de Sánchez.

Ante la posibilidad de que haya abucheos al jefe del Gobierno, la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha advertido de que quienes pitan en el desfile de la Fiesta Nacional "faltan al respeto" al rey, a las Fuerzas Armadas y "a la inmensa mayoría de los ciudadanos".

La marcha de las unidades militares discurrirá de nuevo por el Paseo del Prado y el de Recoletos, después de que en los últimos años el recorrido fuera por el Paseo de la Castellana, un cambio que, según el Gobierno, no tienen como fin mitigar los posibles silbidos a Sánchez.

Se espera la presencia de buena parte de los miembros del Gobierno en funciones, de las altas autoridades del Estado y de todos los presidentes de las comunidades autónomas, excepto el de la Generalitat, Pere Aragonés, y el lehendakari, Iñigo Urkullu, ambos de viaje, si bien en los últimos años han rechazado asistir.

Los actos de la Fiesta Nacional se celebran en medio de la ronda de reuniones de Sánchez para tratar de sumar apoyos para la investidura.

El líder del PSOE ha conversado este miércoles con el de ERC, Oriol Junqueras, y este viernes se reunirá en el Congreso con los portavoces de EH Bildu y de Junts, la formación que encabeza Carles Puigdemont, que reclama la amnistía y el reconocimiento del derecho de autodeterminación de Cataluña para dar su apoyo a Sánchez.

En paralelo al escenario político, las miradas estarán pendientes de la princesa Leonor, quien después de dos años de ausencia en el desfile, volverá a presenciarlo desde el palco, aunque esta vez con uniforme militar por su condición de dama cadete.

Recepción para 2.000 invitados y estreno de Leonor

Concluida la parada castrense, los reyes y su hija se desplazarán al Palacio Real para recibir a unos 2.000 invitados de todos los sectores de la sociedad, además de los líderes políticos y los poderes del Estado.

Es la primera ocasión en la que Leonor de Borbón participa en esta recepción, por lo que acompañará a sus padres en los saludos en el Salón del Trono y en los corrillos posteriores en el Comedor de Gala.

La ausencia será la de la infanta Sofía debido a su estancia en el internado de Gales (Reino Unido) donde estudia bachillerato, el mismo en el que estuvo su hermana durante dos años. 

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