Muere un hombre de 42 años al atragantarse con un trozo de carne
Se trata de la segunda víctima mortal por la misma causa en los últimos días.
Un hombre ha fallecido en Málaga a consecuencia del atragantamiento que sufrió con un trozo de carne cuando comía una barbacoa en una zona recreativa denominada Peñón del Cuervo.
La víctima es un hombre de 42 años que en un principio recibió atención sanitaria que permitió reanimarlo, pero ingresó en estado crítico en el hospital regional y murió días después.
Según informa el diario 'El Sur', el suceso ocurrió el 23 de septiembre, sobre las ocho de la tarde. Al recibir la llamada alertando de que un hombre presentaba signos de ahogamiento, acudieron al lugar dos policías locales y un auxiliar sanitario, quienes comenzaron a realizarle maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Al poco tiempo acudieron dos uvis móviles al lugar del suceso.
Los sanitarios lograron que el paciente recuperara el pulso y lo trasladaron al Hospital Regional de Málaga, si bien en estado crítico. En el centro hospitalario ha fallecido esta semana a consecuencia de las complicaciones derivadas del atragantamiento y la falta de oxígeno.
Recientemente se produjo un caso similar, también de consecuencias fatales, en Villanueva del Pardillo (Madrid). Así, el pasado 20 de septiembre, un hombre de 78 años murió tras atragantarse también con un trozo de carne cuando cenaba en un bar en la citada localidad madrileña.
Pasos a seguir en caso de atragantamiento
Un atragantamiento se produce por la obstrucción de las vías respiratorias, provocada por un funcionamiento incorrecto del mecanismo de la deglución.
Para facilitar la expulsión del cuerpo extraño que está impidiendo la entrada de oxígeno, en caso de que la obstrucción sea completa y no pueda entrar aire, se debe realizar la maniobra de Heimlich. Se trata de un procedimiento de primeros auxilios para facilitar que se expulse el cuerpo extraño.
Para realizar la maniobra de Heimlich en un adulto es necesario que la persona que vaya a realizarla se coloque por detrás del afectado y le sujete con el puño cerrado colocado entre su tórax y el abdomen; a su vez apoyará la otra mano sobre el puño cerrado, y le presionará contra él hacia arriba. De esta forma se aumenta la presión desde el abdomen hacia el tórax y se permite que el aire residual que queda en los pulmones consiga expulsar el cuerpo extraño. La mayoría de las veces resulta efectiva. Si no se obtiene resultado, el paciente perderá el conocimiento y será preciso realizar maniobras de resucitación cardiopulmonar.
En el caso de los niños, la maniobra de Heimlich es muy similar, pero al ser más baja su estatura será necesario o bien ponerse de rodillas detrás de él o bien incorporarle sobre una mesa para realizar la maniobra.
