El atragantamiento es una obstrucción accidental, parcial o total de la vía respiratoria por un cuerpo extraño, que provoca un cuadro repentino de asfixia y que, si no se resuelve de forma rápida, puede incluso llegar a causar la muerte. Por eso es tan importante aprender a realizar la llamada maniobra de Heimlich o compresión abdominal.

Sus síntomas se identifican porque “la persona que lo sufre pone sus manos en el cuello. Es el signo universal de la asfixia. En los casos graves, no puede hablar ni emitir sonidos, no puede respirar”, afirma Pedro Orós, pediatra.

En el caso de que alguien sufra un atragantamiento, tanto Pedro Orós como Joaquín Martínez, enfermero y especialista en prevención, explican que lo más importante es mantener la calma. "Mientras uno ayuda, otra persona debe llamar al teléfono de emergencias, al 112", puntualizan.

Los siguientes pasos son:

Lo primero que debe hacer es animarle a toser. El esfuerzo de la tos puede hacer que el objeto salga. Si no, realiza la maniobra de Heimlich como se indica a continuación:Si la obstrucción es completa, seguramente, no podrá hablar ni toser; no se asuste y realice, igualmente, la maniobra de Heimlich.Rápidamente, colóquese detrás de la persona que se ha atragantado y rodee su abdomen con tus brazos por debajo de los suyos -como se indica en la imagen-.

Cierre uno de sus puños con el dedo pulgar dentro de los otros y colóquelo justo por encima del ombligo, pegado a él.Coloque la otra mano sobre el puño y empuje rápido y con fuerza hacia dentro y hacia arriba varias veces hasta que la persona consiga expulsar el objeto.Si la persona está sentada en una silla o en el suelo, igualmente, colóquese detrás y realice la maniobra.Si pierde la consciencia, tendrá que realizar un masaje cardíaco.Si es un niño (de 1 a 8 años), realice la maniobra igual que en un adulto, con la diferencia de que debe agacharse para que su tórax esté en contacto con la espalda del niño. En este vídeo puede comprobarlo. Si está solo, y es usted el que se ha atragantado, en la parte alta del respaldo de la silla, una barandilla… apoye la zona donde colocaba el puño y déjese caer. Así, con su propio peso realizará la maniobra.