Felipe González y Alfonso Guerra cargan contra la amnistía y evidencian la ruptura con Pedro Sánchez

Los históricos dirigentes socialistas tachan de "desleal" al presidente en funciones y rechazan la "humillación" y "chantaje" de la amnistía.

Presentación del libro de Alfonso Guerra 'La rosa y las espinas. El hombre detrás del político'
Presentación del libro de Alfonso Guerra 'La rosa y las espinas. El hombre detrás del político'
Enrique Cidoncha

Apenas una semana después de que Ferraz expulsase a Nicolás Redondo Terreros del PSOE por su rechazo público a la amnistía y pese al afán del núcleo fiel a Pedro Sánchez de restar importancia a la polémica, la presentación del libro de memorias de Alfonso Guerra fue la excusa para que el ala socialista más crítico con las concesiones a los independentistas a cambio de su apoyo en la investidura exhibiera su rotunda oposición a la deriva de su partido.

El Ateneo de Madrid fue el marco elegido para la "reconciliación" entre Guerra y Felipe González -que según la literatura política llevan varios años sin comparecer juntos en público- y retratar la posición unánime de la vieja guardia del PSOE y lo que, a su juicio, significan sus siglas.

Pese a que el motivo del acto era la presentación de 'La rosa y las espinas', la intervención de ambos dirigentes tuvo un marcado carácter reivindicativo y crítico contra la amnistía y el presidente en funciones y secretario general del PSOE.

"Primero dijeron que con Podemos no podían dormir, lo defendí, y luego se habló con Podemos. Primero dijeron que aquello era una rebelión, luego resultó que no. Yo no he sido desleal, más bien el disidente ha sido el otro", afirmó Guerra refiriéndose a Sánchez.

Sobre la amnistía, el exvicepresidente del Gobierno señaló que "es una humillación a toda una generación" y ha pedido a Sánchez que no conceda la amnistía que reclaman Junts y ERC. "Yo pido como socialista que no se otorgue una amnistía que falsificaría la historia y que convertiría en represores a los demócratas y presentaría como demócratas a los felones que atentaron contra la libertad", reclamó. Además, desde su punto de vista, con esta ley se pretende "borrar" un pasado democrático para pasar a un futuro "execrable".

González también cargó contra la inconstitucionalidad de la amnistía. "No es constitucional, hace desaparecer el delito. Políticamente no es aceptable y no podemos dejarnos chantajear por nadie y mucho menos por minorías en vías de extinción", señaló, recordando los resultados de los partidos independentistas en Cataluña en el 23-J. "Las mayorías se tienen que respetar a sí mismas. Y los que defendemos esa posición somos cuestionados por no ayudar. ¿A qué tengo que ayudar? Ayudaré a quien me lo pida, sin ningún problema", señaló, en clara alusión al actual líder socialista. Y dedicó unas palabras a Yolanda Díaz, sin nombrarla expresamente, al rechazar que dé lecciones de cómo hacer política cuando nunca ha ganado unas elecciones.

Arropados por Lambán y García Page

El expulsado Redondo -que fue recibido entre aplausos al igual que Guerra y González-, los expresidentes de Extremadura y Aragón, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Javier Lambán, el exdiputado popular Adolfo Suárez Illana, el exministro José Luis Corcuera y el Padre Ángel, entre otros, estuvieron presentes.

También generó una gran expectación la asistencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien ha mostrado en numerosas ocasiones su incomodidad por el protagonismo de Junts en el acuerdo de investidura. A su llegada defendió que no cree que la amnistía esté pactada como aseguró Junqueras y confía en que Sánchez "no acepte la ley de amnistía tal y como la exigen los independentistas", un hecho que abocaría el futuro del país a una repetición electoral.

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