ERC contempla investir a Sánchez antes de que la amnistía entre en vigor

El PSOE y Sumar coinciden ahora en que más importante que el calendario es el contenido de la norma.

La número 2 de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Teresa Jordà, interviene durante un acto de ERC, con motivo de la Diada, en Barcelona, Cataluña (España).
La número 2 de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Teresa Jordà, interviene durante un acto de ERC, con motivo de la Diada, en Barcelona, Cataluña (España).
EP

Esquerra rebaja las exigencias para la investidura de Pedro Sánchez. Asume ahora que es difícil que la ley de amnistía que reclama el secesionismo esté aprobada antes de que el presidente del Gobierno en funciones pida la confianza del Congreso para pilotar el país una legislatura más - la fecha límite es el 27 de noviembre- y se conforma con un compromiso por escrito y un calendario claro.

La nueva posición de los republicanos, expresada por la diputada Teresa Jordà en Radio 4, facilitaría 'a priori' las cosas al PSOE y Sumar, que ya habían enfriado la tramitación exprés de una norma tan delicada y trascendente. Pero ninguna de las dos formaciones canta victoria.

La posición determinante sigue siendo, por el momento, la del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Y este no ha modificado la exigencia que puso sobre la mesa la semana pasada no ya para que los siete diputados de Junts permitan un nuevo Ejecutivo de Sánchez y Yolanda Díaz sino para sentarse a hablar: amnistía como requisito previo y un mediador que verifique el cumplimiento de lo pactado.

Está por ver que ERC pueda arrastrar al expresident, prófugo de la justicia desde hace seis años, a sus posiciones. Jordà se mostró este miércoles aun así muy conciliadora con Junts y llegó a sugerir la idea de que ambas fuerzas políticas, enormemente distanciadas, formen un equipo negociador. "Sería fantástico, maravilloso, sería la forma de avanzar", dijo.

Argumentos para romper

En la Moncloa, se aferraron la semana pasada al hecho de que Puigdemont no exigiera el referéndum en la conferencia en la que fijó sus condiciones para negociar la investidura y lo interpretaron como una señal de que al menos no buscaba, como en su día hizo con Mariano Rajoy, argumentos para romper. También leyeron en esa clave el acuerdo alcanzado para la Mesa del Congreso, por el que los socialistas accedieron a algo que habían rechazado legislatura tras legislatura, el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara baja, y a solicitar que el catalán sea lengua de trabajo en el Parlamento europeo. Pero en la dirección del PSOE reconocen ahora que no las tienen todas consigo.

Después de un goteo de declaraciones de dirigentes y exdirigentes socialistas en contra de la amnistía -el último, el expresidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra - en Ferraz llevan días tratando de matizar su entusiasmo inicial. Fuentes de la cúpula del partido ya advirtieron, de hecho, este lunes que "más importante" que el calendario es el contenido de lo que se negocie y que no están dispuestos a aceptar cualquier cosa.

Aunque Sumar y el PSOE mantienen vías paralelas de negociación -y los socialistas han dado a entender, con el paso de los días, que consideraron un error la decisión de la vicepresidenta segunda de viajar hasta Bruselas para reunirse con Puigdemont el pasado 4 de septiembre- también el portavoz de la coalición liderada por Díaz, Ernest Urtasun, apuntó en RNE este miércoles que el qué es más importante que el cuándo.

Sumar tiene intención de hacer pública en breve su propuesta. El PSOE, no. Solo lo hará, según aseguran en la dirección, cuando se haya alcanzado un acuerdo o, por el contrario, cuando quede claro que este no ha sido posible. En ese caso, que insisten en presentar como no deseado, creen que la suya será una posición ganadora de cara a una repetición electoral porque les permitiría presentarse como dialogantes pero no a cualquier precio.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión