El secesionismo catalán se radicaliza tras perder Barcelona

El independentismo solo tiene una de las cuatro capitales de provincia de Cataluña.

Collboni saluda a una vecina en su estreno como alcalde.
Collboni saluda a una vecina en su estreno como alcalde.
P. V./ E. P.

El secesionismo catalán continúa perdiendo posiciones. Las elecciones municipales fueron un serio correctivo para los partidos independentistas, que se dejaron entre los tres el 28-M cerca de 350.000 votos: Esquerra obtuvo 300.000 menos, Junts unos 6.000 y la CUP en torno a 40.000. La victoria de Xavier Trias en Barcelona maquilló un resultado que era malo para el nacionalismo.

Pero los pactos postelectorales han empeorado aún más el panorama soberanista. Hasta ahora, el independentismo tenía tres de las cuatro alcaldías de las capitales de provincia catalanas. Desde las investiduras del sábado, solo tiene una de cuatro (Gerona). Guanyem (CUP) se impuso además en Gerona gracias a un pacto con Junts y ERC para arrebatar la alcaldía al PSC, fuerza ganadora de los comicios. Los socialistas tienen tres de las cuatro capitales catalanas.

Un dirigente por el diálogo

Al secesionismo le va a costar digerir la pérdida de Barcelona, en el minuto de descuento. De momento, lo que ha provocado que Xavier Trias fuera apartado cuando ya saboreaba las mieles del triunfo es una radicalización de los discursos secesionistas.

Dirigentes del entorno de Laura Borràs advierten a los partidos constitucionalistas de que cargarse a Trias es derribar a un dirigente que está por el diálogo. ERC se encuentra cada vez más arrinconada para seguir defendiendo la vía pragmática de ayudar en la gobernabilidad del Estado.

Trias, templado en sus posiciones en lo que respecta al conflicto político, mantenía ayer el enfado de la sesión de investidura. "Que les den", reiteró. Usó la misma expresión del sábado, que denota que no tiene buen perder. Y apeló a una de las máximas de la hoja de ruta de Carles Puigdemont: "La vía de la confrontación inteligente".

El juntero llamó a la unidad con ERC para "hacer bajar del burro" a los que le han traicionado. Reveló una oferta del actual alcalde, Jaume Collboni, por repartirse la alcaldía, dos años cada uno, pero que rechazó esta posibilidad.

El nuevo alcalde, mientras, evitó este domingo entrar en polémicas con Junts y ERC. Collboni se estrenó en el cargo con un acto popular en las fiestas de un barrio de la ciudad, en Sants-Montjuïc. Tendió la mano. "Comenzamos una nueva etapa en Barcelona, de progreso y cohesión social", señaló. Dio a conocer los pilares del futuro ejecutivo municipal, que descansará sobre cuatro tenientes de alcalde: Maria Eugenia Gay, Laia Bonet, Albert Batlle y Jordi Valls.

Los socialistas no dan pistas de cómo piensan gobernar solo con diez concejales (sobre 41). Ernest Maragall descartó, "de momento", un tripartito de izquierdas en la Ciudad Condal, junto al PSC y los comunes. "El Estado ha decidido intervenir Barcelona, aplicó un 155 de facto", afirmó.

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