El PP triplicará su poder municipal con los pactos con Vox acotados a lo imprescindible

Los populares limitan los acuerdos a cuatro capitales de provincia de las 30 que gobernarán, con histórico pleno enlas ocho de Andalucía.

Combo de imágenes de Santiago Abascal y Alberto Núñez-Feijóo
Combo de imágenes de Santiago Abascal y Alberto Núñez-Feijóo
Agencias

Cuando termine el día, el mapa municipal de España habrá quedado oficialmente teñido de azul y el PP habrá cumplido su objetivo para el 28-M de triplicar su poder y gobernar en treinta capitales de provincia. Los populares lucirán especialmente su renovado poder encarnándolo en los gobiernos de tres de las cuatro grandes capitales del país. Solo Barcelona se les escapa en el triángulo del éxito que componen en Madrid, con la mayoría absoluta de José Luis Martínez Almeida, Valencia y Sevilla, ambas en manos de la izquierda desde 2015. La desaparición de Ciudadanos y de Unidas Podemos ha sido clave para explicar el cambio de color en el gobierno de estas dos últimas ciudades. Los votos del partido liberal han ido a parar en su mayor parte a los conservadores y a Vox, que han visto aumentados sus concejales respecto a las elecciones de hace cuatro años.

Los pactos alcanzados entre el PP y la formación de Santiago Abascal permitirá a los conservadores arrebatar al PSOE las alcaldías de Burgos, Valladolid, Guadalajara y Toledo. "Será un sábado negro para la democracia", vaticinó el secretario de Política Municipal de los socialistas, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. El PSOE pierde músculo institucional y de las 22 capitales de provincia en las que gobierna desde 2019 se quedará sin el bastón demando en 12. Conservará, eso sí, tres de sus feudos con mayoría absoluta: Vigo, Soria y el municipio madrileño de Fuenlabrada, con casi 200.000 habitantes. Y desde estetambién recuperarán los consistorios de Lérida, Tarragona, Palencia y la disputada Vitoria, donde Maider Etxebarria va a ser investida gracias al apoyo del PNV y del PP frente a la candidata de Bildu que ganó las elecciones.

En Castilla-La Mancha, los socialistas solo han logrado retener la Alcaldía de Cuenca pese al intento unilateral de Emiliano García-Page, uno de los barones más críticos con Pedro Sánchez, de pactar con el PP para que gobierne la lista más votada -como propone desde siempre su líder Alberto Núñez Feijóo- y reducir la fuerza de Vox en esta comunidad. En Génova recuerdan que esa propuesta se circunscribe a "un pacto global" porque si no "el PP haría el canelo".

Por eso, y tras la negativa de Sánchez a respetar que gobierne quien más votos consiguió el pasado 28 de mayo, los populares se creen con las manos libres para negociar con otras fuerzas, incluida Vox por mucho que sean conscientes del riesgo de toxicidad de sus aliados. En la Comunidad Valenciana, donde acaban de sellar un acuerdo para desbancar a la izquierda y gobernar en coalición, ya han tenido que frenar a sus nuevos socios, que tratan de imponer su discurso sobre que la violencia no tiene género.

Feijóo, reacio a gobernar conjuntamente con la extrema derecha, ha decidido dejar fuera los consistorios de ese criterio, aunque la estrategia seguida con los de Abascal es muy distinta en función de la circunscripción. Es más, la mayoría de las coaliciones firmadas a lo largo de las últimas semanas se han dado en las plazas donde la suma de sus fuerzas desaloja al PSOE del Gobierno. Hay excepciones como la de la madrileña Arganda del Rey, donde fue el PP el que ganó las elecciones pero cogobernará con Vox.

En Valencia, sin acuerdo

No será esta la fórmula que predomine en aquellas capitales donde la lista más votada fue la de los populares. En Valencia, María José Catalá se va a presentar a la investidura sin pacto previo. Si no logra mayoría absoluta en la primera vuelta, en la segunda será proclamada alcaldesa como vencedora el 28-M. El mismo esquema que el PP repetirá en Alicante, Castellón, Huesca, Zaragoza, Palma de Mallorca, Huelva y Sevilla, a los que podrían sumarse Cáceres, Albacete o Ciudad Real. Los de Feijóo hacen pleno histórico en las ocho capitales andaluzas, tras coaligarse en Jaén con una fuerza provincial.

El pacto más peculiar que podría dejar este sábado la aritmética es el de Orense. PP, PSOE y BNG podrían desalojar al regidor de Democracia Ourensana, investigado por presunta corrupción.

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