Sánchez disemina a sus ministros y afines en las listas del PSOE para el 23-J

El jefe del Ejecutivo sitúa a la vicepresidenta Ribera como dos por Madrid y vuelve a buscar a los defenestrados Calvo y Ábalos plazas seguras.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Javier Lizon

Pedro Sánchez volverá a dispersar al grueso de sus ministros en las candidaturas del PSOE para las elecciones del 23 de julio, que el comité federal del partido aprobará este sábado sin grandes sorpresas ni fichajes de relumbrón. Después de que la vicepresidenta Nadia Calviño dejara claro que, pese a estar dispuesta a continuar en el cargo, y al igual que hizo en 2019, prefiere no presentarse, será la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien acompañe al presidente del Gobierno como número dos por Madrid, el lugar que hace cuatro años ocupó la entonces vicepresidenta primera Carmen Calvo. La ministra de Defensa, Margarita Robles irá de cuatro, presumiblemente detrás del ministro de Presidencia, Félix Bolaños.

En realidad, los socialistas tienen aún abierto el proceso de elaboración de candidaturas. Una vez las agrupaciones terminaron de votar el martes sus propuestas, el miércoles fueron los comités provinciales quienes hicieron lo propio. Este jueves las listas pasarán el filtro de los comités regionales y el viernes se reunirá la comisión de listas, que será quien eleve la propuesta definitiva el sábado al comité federal. Pero Ferraz tiene en la práctica la última palabra y, además, ha tratado de hacer llegar a los territorios sus intenciones de manera previa.

Sánchez apuesta por rostros reconocibles para el ciudadano y que, de alguna manera, puedan ser identificables con su gestión, pero también por personas de su confianza. Tras haber dejado claro la dirección del partido que se haría hueco a aquellos presidentes y alcaldes golpeados el 28-M y que así lo desearan -como el de Valladolid, Óscar Puente, o la presidenta en funciones de Baleares, Francina Armengol- intenta ahormar un grupo parlamentario a su gusto, que quizá acabe heredando otro secretario general.

La confección de las listas resulta siempre compleja y problemática, más aún cuando, como en esta ocasión, hay muchos aspirantes y las expectativas apuntan a una reducción en el número de diputados respecto al resultado logrado hace cuatro años. En algunos casos, las exigencias de arriba se aceptan con relativo buen grado. En otras, no tanto. Pero ahora, la incertidumbre del escenario que se puede abrir tras las generales parece haber jugado a favor del jefe del Ejecutivo. "Hay quien tiene ganas de plantarle cara pero a ver quién se arriesga a quedarse colgado de la brocha si resulta que, pese al susto de las autonómicas y municipales, sí consigue gobernar", apunta un dirigente.

Lambán rectifica 

El presidente en funciones de Aragón, Javier Lambán, se mostró hasta este mismo miércoles mismo abiertamente reacio, por ejemplo, a situar a la ministra de Educación, Pilar Alegría, como número uno de la candidatura del PSOE en Zaragoza, aunque finalmente ha dado su brazo a torcer. Pero su caso, ha sido el más extremo. En Castilla- La Mancha, Emiliano García-Page no pone pegas, de acuerdo con su equipo, a que la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, sea número uno por Ciudad Real. Tampoco Ximo Puig se opone a que la ministra de Ciencia, Diana Morant, lidere la plancha de Valencia.

El resto de ministros - salvo el de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, y la de Justicia, Pilar Llop, que como Calviño renuncian a ir en las listas- están igualmente ya colocados. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, volverá a encabezar la candidatura de Sevilla; el de Agricultura, Luis Planas, la de Córdoba, y el del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la de Cádiz. En Barcelona, entran el de Cultura, Miquel Iceta y la de Transportes, Raquel Sánchez, en una lista liderada por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

Otras figuras han sido recibidas con más prevención. Sánchez no ha querido dejar en la estacada ni al exministro de Transportes y exsecretario de Organización, José Luis Ábalos, dos por Valencia, ni a Carmen Calvo, que tras dudas sobre su inclusión en la lista de Córdoba, encabezará, no sin malestar interno, la lista de Granada. También se espera que regrese al Congreso, por Almería, el exportavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, que después de un fuerte distanciamiento con Sánchez (fue quien defendió la abstención en la investidura de Mariano Rajoy) fue recuperado en el otoño de 2021 como adjunto al jefe de gabinete del presidente, Óscar López.

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