Miquel Iceta: "La 'Dama de Elche' y el 'Guernica' no se moverán de sus museos"

A riesgo de pasar por "cobarde y conservador", no firmará una orden de traslado sin un informe técnico favorable.

El ministro Miquel Iceta, con un ejemplar del Bono Cultural Joven en la mano.
El ministro Miquel Iceta, con un ejemplar del Bono Cultural Joven en la mano.
Enric Fontcuberta

¿Cómo va el Bono Cultural?

Superamos los 100.000 visitantes de la página web, que empiezan a proporcionar sus datos, y casi 5.000 empresas inscritas. Queda mucho hasta el medio millón de jóvenes y necesitamos muchísimas empresas para asegurar la máxima diversidad de oferta y una distribución territorial lo más amplia posible. Queremos llegar a todo el mundo. Es posible inscribirse hasta mediados octubre, y a partir de entonces hay un año para utilizarlo. Las empresas pueden apuntarse en cualquier momento. Los jóvenes tienen una oportunidad que no tuvimos nosotros. Espero que se dejen seducir y disfruten de la cultura, que prueben cosas nuevas y ayudemos a los sectores culturales que quedaron muy tocados con la pandemia.

Futuras administraciones, ¿podrán suprimir el bono?

Llega para mantenerse con una oferta variada y abundante. El compromiso de este Gobierno es total. Se mantendrá el año que viene, bien porque haya presupuestos o porque la prórroga incorpora esta partida. Luego habrá que decidir en las Cuentas cada año. Confiamos en que se consolide tanto que nadie se atreva a suprimirlo. En los países donde se puso en marcha ha tenido continuidad. Se han visto las ventajas.

¿Por qué quedan fuera los toros, la gastronomía o la moda?

Actuamos en función de las estadísticas de consumo cultural. Priorizamos unas cosas y no otras. Tampoco están los objetos de diseño, la cerámica o las obras de arte. Hay productos tradicionales y algunos relativamente nuevos, como la novela gráfica o los videojuegos. Cada año habrá que decidir y ajustar. A diferencia de Francia o Italia, aquí se pueden hacer suscripciones a publicaciones en papel o en digital. En Francia e Italia los sectores que han gozado de más favor han sido libros, cómics y videojuegos. Pero permite arriesgar y entrar en nuevo ámbitos. Aspiramos a que hagan un uso más variado y diverso preservando la libertad de decisión de cada joven. De los cuatrocientos euros, doscientos se deben dedicar a la cultura en vivo, cien a productos culturales físicos y cien a productos digitales.

¿En qué se lo hubiera gastado usted?

Quizá me lo hubiera fundido la primera semana con la discografía completa de Elton John.

¿Ve posible comprar la colección de Carmen Thyssen cuyo acuerdo de alquiler por casi 100 millones de euros en 15 años ratificó usted? Su valoración es hoy de 1.700 millones de euros.

Me parecería más asequible pensar en renovaciones sucesivas por 15 años. Su valor es tal que difícilmente un Estado puede hacer frente a la compra. El precio de mercado lo marca lo que alguien esté dispuesto a pagar por una obra. Es una colección fabulosa que complementa la permanente del museo. Era un reto que se quedara en España, y me tocó culminarlo plenamente consciente de lo que implica económica y culturalmente. Estoy muy satisfecho, como de las reciente adquisición del archivo Lafuente. Tenemos un patrimonio cultural riquísimo y a veces solo nos damos cuenta cuando nos lo dicen desde fuera. Pero hay que cuidarlo.

Apuesta por descentralizar la cultura y el arte, pero parece que las demandas para que la 'Dama de Elche' viaje a su ciudad y el 'Guernica' se exhiba en Euskadi son utópicas.

Ninguna se moverá de su museo. Igual alguien dice que el ministro es un cobarde. Pero mientras un comité técnico diga que la pieza corre peligro si se mueve, no firmo una orden de traslado. La responsabilidad es enorme. Reconozco que en esto soy un poco conservador. He pedido a todos los museos públicos que hagan el esfuerzo en mover sus colecciones para que se admiren en cuantos más lugares mejor. Pero el límite es poner en riesgo alguna pieza. Algunas obras no las podremos mover y quien quiera conocerlas deberá visitar el 'Guernica' en el Reina Sofía o la 'Dama' en el Arqueológico. Mover colecciones, sí; poner en riesgo obras, no.

Los productos culturales tienen un IVA dispar: libros el 4%, cine y música el 10% y vídeos el 21%. ¿Cabe pensar en un IVA cultural unificado?

Tendría mucho sentido, pero no lo veo en una perspectiva a corto plazo. Tenemos una diversidad de figuras impositivas que gravan productos culturales que forman parte del mismo gran árbol de la creación. Soy consciente de que el año que viene no pasará. Y es difícil hacer proyecciones a más largo plazo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión