Ningún medicamento escapa de los efectos secundarios

Los científicos recuerdan que todos los fármacos pueden causar reacciones adversas, pero destacan el escrutinio al que están sometidas las vacunas.

Los artículos que dejaba en manos del Ministerio de Sanidad la acreditación ya han sido declarados nulos e inconstitucionales.
Ningún medicamento escapa de los efectos secundarios
Pixabay

Úlcera de estómago, úlcera de intestino, sangrado gastrointestinal, dificultad para respirar (asma, espasmo bronquial), urticaria, erupciones cutáneas, angioedema y finalmente, hipoprotrombinemia, un tipo de alteración de la coagulación. No son los efectos secundarios de las vacunas de Janssen o de Astrazeneca, sino los del medicamento más usado del mundo, la aspirina, y se observan con una frecuencia de entre uno y diez casos por cada cien personas, según la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS).

Sin embargo, pese a lo llamativo de estas reacciones adversas, ningún organismo sanitario tendría la ocurrencia de paralizar la comercialización o la administración de la aspirina, como ha sucedido en Estados Unidos con la inmunización de Janssen y ocurrió temporalmente en Europa con la de Astrazeneca hace semanas, con infinidad menos de afectados. La comunidad científica se cuestiona estas decisiones, provocadas por un clima social que considera injustificado, a tenor de los datos que se conocen hasta ahora sobre las fórmulas.

La AEMPS subraya que "ningún medicamento está completamente libre de producir reacciones adversas", pero recuerda que son "poco comunes" y que incluso "las que se describen como comunes ocurren solo en un pequeño porcentaje de las personas que utilizan el medicamento".

Los efectos secundarios de la vacuna de Astrazeneca (trombosis) se consideran como "muy raros", igual que las alteraciones en el hígado y en el riñón provocadas por el paracetamol, la pancreatitis o meningitis aséptica del ibuprofeno, la bajada de plaquetas en sangre del nolotil, la disminución de glóbulos blancos del omeprazol o las arritmias del ventolín. En teoría, todos estos medicamentos, presentes en el botiquín de cualquier casa de España, pueden causar una reacción adversa en una de cada 10.000 personas.

Paradójicamente, quien tenga miedo a sufrir un trombo (el efecto secundario de Janssen y Astrazeneca que ha desatado las alarmas), lo mejor que puede hacer es ponerse la vacuna cuanto antes. "La Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia ha estimado que el riesgo de trombosis en pacientes covid que no requieren ingreso hospitalario es del 1%. Si el paciente con covid requiere hospitalización, este riesgo aumenta hasta el 5%. Pero si el paciente requiere ingreso en UCI, el riesgo de que se produzcan trombos se dispara hasta el 25%. Cuando se contrapone esto con el porcentaje de trombosis con la vacuna de AstraZeneca, que es aproximadamente del 0,0006%, vemos que con la vacuna el beneficio es claramente superior", asevera Sergio Plata, farmacéutico hospitalario en el Hospital de Albacete y exvocal del Comité de Seguridad de Medicamentos de Uso Humano de la AEMPS.

Anticonceptivos

El director científico del Instituto de Investigación Hospital Universitario La Paz, Enrique López-Collazo, plantea otra comparación. "Los anticonceptivos orales provocan un trombo en una de cada 397.000 personas y la vacuna de Janssen, en uno por más de un millón, pero nunca ha habido negacionistas de los anticonceptivos. Se considera un ratio asumible", subraya López-Collazo, que lamenta que las decisiones políticas se vean influidas por una opinión pública "que percibe la vacunación como un 'reality show', con buenos y malos y dando su opinión desde casa", sin anteponer el criterio científico. "Jamás ha habido un medicamento que haya tenido un escrutinio público como el que están teniendo las vacunas", agrega.

Este investigador recuerda que en Estados Unidos, un país con 300.000 muertes por covid-19, han aparecido seis trombos vinculados con Janssen y pide contemplar con perspectiva, y con conocimientos sobre la historia de la ciencia, el salto de gigante que ha supuesto la introducción de las vacunas para luchar contra el coronavirus. "Hace un año, ningún científico hubiera creído que ahora tendríamos disponibles cuatro vacunas que son casi perfectas. Todo ha ido mucho mejor de lo que esperábamos", concluye.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión