La declaración unilateral de independencia divide al secesionismo ante el 14-F

ERC critica las "falsas promesas" y "engaños" de JxCat, que se compromete a una ruptura abrupta si el independentismo obtiene más del 50% de los votos.

Pere Aragonès (ERC), Angels Chacón (PDECat), Laura Borrás (JxCat) y Dolors Sabaté (CUP).
Pere Aragonès (ERC), Angels Chacón (PDECat), Laura Borrás (JxCat) y Dolors Sabaté (CUP).
EFE/EP

Los roles se han intercambiado en el mundo independentista. JxCat actúa como si fuera la CUP, los anticapitalistas juegan el papel que hacía ERC y los republicanos se parecen a la antigua Convergència. El mundo al revés. Todo cambia. Quien más defiende en estos momentos la vía unilateral es Junts per Catalunya, formación postconvergente nutrida por excargos de CDC y convertida en la más radical de cuantas concurren el 14-F. Su candidata, Laura Borràs, se declara defensora del lema antisistema 'fuera las fuerzas de ocupación' y ha puesto sobre la mesa, en el inicio de la campaña, la promesa de reactivar la declaración unilateral de independencia, si el secesionismo obtiene más del 50% de los votos en las elecciones, una posibilidad más que posible, según la última encuesta del CEO de la Generalitat.

Fue Carles Puigdemont quien impulsó la DUI el 27 de octubre de 2017 y quien la guardó en un cajón sin ni siquiera arriar la bandera española del Palau de la Generalitat. Junts insiste en regresar a octubre de 2017, pero de entrada está solo en ese viaje al pasado. ERC y la CUP, que durante los hechos de octubre fueron los que más presionaron para que Puigdemont siguiera adelante con la proclamación de la república, ahora admiten que este tipo de gestos no son, a día de hoy, más que humo que no lleva a ningún lado.

«No podemos engañarnos» con «falsas promesas», afirmaron este domingo los republicanos. «Los milagros no existen», afirmó la consejera de Agricultura, Teresa Jordà, encargada de echar agua al vino sobre la propuesta de JxCat de reactivar la DUI. La independencia no es una cuestión de «retórica y declaraciones», insistió Pere Aragonès desde Lloret de Mar (Gerona). A su juicio, es posible avanzar hacia la secesión «hablando claramente al mundo y ganando elecciones una y otra vez con más del 50% de votos».

Es la vía amplia de Esquerra, que apuesta por un referéndum pactado con el Gobierno central en su programa electoral. No descarta la vía unilateral, pero no la concreta. Solo dice que estará sobre la mesa si el Ejecutivo de Pedro Sánchez se cierra en banda a negociar. La CUP tampoco aboga en estos momentos por una declaración de independencia. Sus dirigentes fueron los que más celebraron la DUI que se proclamó en octubre de 2017, pero ahora reclaman «realismo» y «no generar falsas expectativas», una referencia directa a las promesas de independencia por la vía exprés de JxCat. Hace falta mucha más gente para reactivar el 'procés', consideran los anticapitalistas, que proponen celebrar un referéndum antes de 2025. El PDECat también cree que una DUI ahora «no sería efectiva».

JxCat replicó cargando contra los que quieren la independencia pero no se ponen a ello. Hay que pasar de querer a poder, según los nacionalistas. Quien no sabe lo que quiere, siempre encuentra «excusas», afirmó Jordi Turull sobre el desmarque de ERC de la vía unilateral y sus pocas prisas para retomar el 'procés'. «Sólo ponen excusas y no quieren molestar al Estado», remató.

La candidata Laura Borràs evitó este domingo insistir en su propuesta de ruptura y centró sus mensajes de campaña en atacar al PSC y a Salvador Illa. «Es la devolución de un producto defectuoso. Se fue siendo la cuota del PSC y vuelve aquí siendo la cuota del PSOE. Seguramente se lo quitan de encima por incompetente. Salvémonos de este Salvador, porque no nos salvará de nada», afirmó. «Yo lo llamo el defecto Illa», remató desde La Seu d'Urgell (Lérida). Si los socialistas querían plantear una campaña centrada en la gestión y en la pandemia, el secesionismo ha logrado llevar la atención a su terreno y a la cuestión del 'procés'. Aunque las fuerzas independentistas corren el riesgo de dejar muy al aire libre sus discrepancias en la hoja de ruta rupturista, que han sido una constante entre JxCat y ERC en la legislatura que ahora se acaba.

Pactos postelectorales

Tienen estrategias muy distintas desde el punto de vista del 'procés' y en relación a la gobernabilidad española, y ahora chocan además en campaña respecto a los pactos postelectorales. Los postconvergentes abogan por un gobierno nítidamente independentista, con ERC y la CUP, mientras que los republicanos incluyen en la ecuación también al PDECat y los comunes. Está por ver cuáles acaban siendo las alianzas. Dependerá del resultado.

Las posiciones están muy apretadas, según dos encuestas publicadas este domingo, de Antena 3 y El Periódico. La de la cadena de televisión pronosticó una victoria de ERC, por apenas un escaño por delante de JxCat y PSC, mientras que el diario barcelonés vaticinó un triunfo de los socialistas, con tres diputados de ventaja sobre ERC y cuatro sobre JxCat. La abstención y los indecisos decidirán la pugna.

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