protestas tras la sentencia del 'procés'

¿Qué es Tsunami Democratic?

Esta plataforma que debutó el lunes en el Aeropuerto del Prat se creó en agosto para superar la estrategia "anticuada" de los CDR.

Los Mossos han cargado contra los manifestantes concentrados ante la Delegación de Gobierno.
Disturbios en Barcelona, este martes por la noche.
Agencias

"Terminaremos sabiendo quién está detrás de estos movimientos del Tsunami Democràtic, garantizó este martes el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, cuando todavía los restos del paso de la gran ola seguían siendo visibles en el aeropuerto de El Prat, donde, según los cálculos policiales, se congregaron 10.000 personas.

El tsunami de protestas que se desató solo instantes después de conocerse la sentencia del Supremo pudo sorprender por su inesperada virulencia a los responsables políticos, pero no a los servicios de información de la Policía, Guardia Civil y Mossos, que han seguido muy de cerca la explosiva evolución de esta plataforma que casi alcanza el cuarto de millón de seguidores en sus redes apenas 50 días después de su nacimiento.

De acuerdo con los informes de los servicios de seguridad del Estado, Tsunami Democràtic vio la luz la última semana del pasado agosto. En su creación estaban algunos de los principales dirigentes de los Comités de Defensa de la República (CDR) del área metropolitana de Barcelona que, tras varias reuniones y tensas discusiones durante el verano, llegaron a la conclusión de que las acciones inconexas y discontinuas en el tiempo de los diferentes comités no iban a servir para dar una respuesta contundente a la sentencia del Supremo.

Los promotores de Tsunami concluyeron que había que reinventarse para conseguir una movilización masiva y -sin enterrar del todo a los CDR y a su "anticuada" estrategia de "guerrilla callejera descentralizada"- crear una plataforma más transversal en la que tuvieran cabida sectores izquierdistas sin el compromiso soberanista de la militancia de los CDR.

La prioridad, entre otras, era atraer a militantes de la región metropolitana de Barcelona, sabedores de que solo lo que ocurre en la capital catalana tiene relevancia suficiente para impactar en la opinión pública. Todo ello, eso sí, sin olvidar las tractoradas en los campos de Gerona o el bloqueo de carreteras comarcales en Lérida.

Según los servicios de información de Interior, Tsunami Democràtic nunca ha ocultado que su objetivo era "organizar una respuesta" a la condena de cárcel para los líderes independentistas que generara "una situación de crisis generalizada al Estado español que se prolongará en el tiempo".

De hecho, preparar a sus activistas para mantener la continuidad en el tiempo de las protestas ha sido la premisa desde que el 2 de septiembre la plataforma lanzara su acta fundacional, llamada "un mar de fondo", en la que se conjuraba para llevar a cabo "una campaña constante, continua e inagotable" hasta conseguir la independencia.

"Iniciativa exclusiva"

Aunque Tsunami' ya se había dado a conocer con acciones como la de colgar pancartas en las torres venecianas de la Plaza de España o la ocupación el pasado septiembre de sucursales bancarias de Barcelona, tenía muy claro que su principal objetivo sería la "respuesta inmediata" a la sentencia.

La toma de El Prat ha sido su primera acción, según explican los servicios de información, que reconocen que la protesta en el aeropuerto ha sido "iniciativa exclusiva" de Tsunami, con la colaboración esporádica de los CDR o de otros colectivos como Anonymous Catalonia, que se dedicaron a replicar sus llamamientos.

Tsunami Democràtic no solo exhibió músculo este lunes logrando movilizar a través del sistema de mensajería Telegram a miles de activistas en El Prat, sino que también dio muestras de una organización y financiación desconocidas hasta ahora en los movimientos asamblearios de los CDR.

Además del hecho de conseguir que un personaje como Pep Guardiola leyera su manifiesto internacional en la BBC, la plataforma, en cuestión de minutos, fue capaz de comprar decenas de billetes aéreos reales de Vueling (y dada la premura no precisamente los más baratos) para repartirlos entre sus activistas de forma telemática con el fin de que pudieran de esa manera pasar los filtros de la policía que solo dejaba pasar al interior de la terminal a personas con tarjeta de embarque. La treta funcionó porque fueron más de un centenar de manifestantes los que lograron colarse y hacer una sentada en una zona tan sensible como el área de controles de seguridad.

El movimiento insiste en que no tiene relación con ningún otro colectivo civil independentista ni con fuerzas políticas, y que todo el dinero viene de unos socios, que no son tales. La única forma de financiación conocida es una tienda en internet en la que se venden camisetas, bolsas y sudaderas (con capucha) con el emblema de Tsunami Democràtic y con precios que van desde los 14,99 a 34,99 euros.

La plataforma se juega su futuro y su credibilidad en los próximos días, donde tendrá que demostrar si es capaz de mantener el nivel de movilización exhibido en el aeropuerto. Por lo pronto, ha puesto en marcha una aplicación para los móviles en la que lanzará los avisos de las próximas movilizaciones. Eso sí, la 'app' se ha blindado ante los eventuales espías. Para entrar hay que estar apadrinado y contar con un código QR.

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