Seis de cada diez españoles pagarían más impuestos para erradicar la pobreza infantil
Los padres pronostican un negro futuro para sus hijos, sin empleo ni vivienda dignos y en el que serán más infelices que ellos, según Save the Children.
Ocho de cada diez españoles creen que la pobreza infantil es un enorme problema en este país y consideran que es una obligación de los poderes públicos luchar contra esta lacra, una tarea "prioritaria" para los gobiernos central y autonómicos que salgan de las elecciones de abril y mayo. Son dos de las principales conclusiones del estudio sobre percepción social de la pobreza infantil en España realizado por Save the Children a partir de una encuesta nacional a 1.887 adultos.
Los ciudadanos dan un sonoro suspenso tanto al Gobierno como a las autonomías en la lucha contra esta dramática realidad en la que viven 2,2 millones de niños españoles, el 28% de todos los menores, un altísimo porcentaje que coloca a España en el furgón de cola de la UE, solo superada en pobreza infantil por Bulgaria y Rumanía.
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Según el estudio, los españoles valoran con un pírrico tres sobre diez las medidas que han adoptado hasta ahora los ejecutivos, que consideran claramente insuficientes. Los encuestados empujan a los políticos para erradicar este problema, pero también dejan claro que es una lucha en la que están dispuestos a comprometerse. El 56,7% aseguró que estaría dispuesto a pagar más impuestos si supiese que ese dinero se va a utilizar en este combate.
Renuncias
Uno de cada cuatro españoles, el 24%, confiesa que durante el último año, debido a sus problemas económicos, se planteó reducir los gastos con los que cubre las necesidades de sus hijos y un 12,2%, de hecho, se vio obligado al final a hacerlo. A la hora de meter la tijera, el 40% indicó que tuvo que dejar a los pequeños sin un solo día de vacaciones en todo 2018, el 16% no ha podido pagar ni el comedor escolar ni las clases de refuerzo que necesitaban y el 24,8% se ha tenido que olvidar de contratar actividades extraescolares. De igual manera, el 18% y el 12%, respectivamente, dejaron de llevar a los niños al dentista y al oculista pese a que lo necesitaban, y un 5% confesó que no fue capaz de dar a sus hijos tres comidas al día.
La encuesta refleja un gran pesimismo de los españoles sobre las posibilidades de erradicación de esta lacra, pues el 48% considera que, salvo que las administraciones públicas tomen de verdad medidas efectivas, la pobreza se heredará en este país y que, de manera especial, continuará cebándose en muchos grupos de inmigrantes.
Lo cierto es que, a la vista de sus respuestas, los padres españoles ven un futuro negro para sus hijos. El 60% cree que sus descendientes no lograrán tener un trabajo y una vivienda dignas, el 70% está convencido de que no dejarán la casa familiar antes de los 30 años y de que no tendrán su primer hijo antes de los 35, y el 54% no ve posibilidad de que vayan a poder permitirse el lujo de viajar por placer. De hecho, pese a que están convencidos de que el nivel de estudios de sus hijos será superior al suyo y de que solo el 10% estará en riesgo de pobreza, tres de cada cuatro consultados (75,4%) creen que sus hijos serán más infelices que ellos.
Medidas urgentes
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El paquete de actuaciones urgentes que los españoles piden a los gobiernos para reducir la pobreza infantil coincide con la lista de demandas que Save the Children ha comenzado a enviar a todos los partidos de cara a las próximas elecciones. Destaca la reclamación de más inversiones y ayudas en educación: para lograr la gratuidad de los libros de texto, para universalizar con plazas gratuitas la etapa de 0 a 3 años, para mejorar el número y la cuantía de las becas, y para aumentar los refuerzos educativos y el número de profesores, sobre todo en los colegios de barrios modestos o con más proporción alumnos vulnerables.
Un segundo paquete pide que la sanidad pública luche contra la obesidad infantil y que incluya en la cartera de servicios gratuitos la atención en salud mental, visual y bucodental de los menores. La tercera gran demanda es el aumento de la prestación pública por hijo a cargo, para que se transforme en una renta básica que saque de la miseria a mucha familias. Piden que la prestación por hijo suba a los 100 euros al mes, desde los 28,5 que ahora cobran las familias en situación de pobreza o los 49 euros que reciben los hogares en los que la falta de recursos es severa.