Montoya confiesa que engañó a Laura Luelmo para violarla: "Me preguntó por un super y la mandé a un callejón sin salida"

El detenido asegura que, tras golpear "violentamente" la cabeza de la víctima, la abandonó inconsciente pero no muerta.

Bernardo Montoya.
Bernardo Montoya.
Vocento

Bernardo Montoya, el vecino de El Campillo (Huelva) que fue detenido este martes por la Guardia Civil, ha confesado el crimen de Laura Luelmo y, tras varias horas de interrogación, se ha podido conocer su versión de los hechos. El hombre de 50 años ya contaba con antecedentes penales, y, abandonó la cárcel después cumplir una pena de 20 años por asesinato, para instalarse en un domicilio cercano al de la fallecida. Asegura que la abandonó inconsciente pero no muerta.

El cadáver de Laura fue hallado el pasado lunes, escondido entre unos matorrales, después de que un voluntario encontrase ropa femenina a unos 200 metros de distancia. Al día siguiente, fue detenido este hombre, después de descartar a su hermano gemelo, que se encontraba en prisión por un caso de violencia de género en el momento de la desaparición de la profesora zamorana.

Bernardo Montoya se encontró con dos agentes de la Guardia Civil en la puerta de su domicilio, por lo que decidió huir en su vehículo "para no volver", pero fue arrestado tras una persecución. El automóvil está siendo analizado.

Según la declaración de Montoya que ha recogido Antena 3, este tendió una trampa a la joven de 26 años con la intención de violarla, después de que ella se acercase para preguntarle por una dirección: "La engañé porque la mandé a un callejón sin salida donde no había supermercado ni nada. En cuanto se alejó un poco yo corrí a por mi coche. Me monté y dando un rodeo llegué primero al callejón. Allí esperé a que llegara. Cuando la chica apareció en el callejón sin salida, se quedó como sorprendida y me preguntó: '¿Qué haces aquí?' Y mirando hacia los lados dijo: '¿Y dónde está el supermercado?'".

En ese momento, y según sus propias palabras, golpeó "con violencia su cabeza contra el maletero" y Laura quedó "inconsciente en el suelo". Después, tras introducirla en el vehículo y atarle las muñecas con una cuerda, condujo hasta el lugar donde varios días después sería hallado el cuerpo y, allí, trató de agredirla sexualmente. "La desnudé de cintura para abajo y traté de violarla pero pese a que estaba inconsciente no lo conseguí. Lo intenté pero nada. Juro que al final no la agredí sexualmente. Luego me asusté. La saqué del coche y la trasladé como pude hasta la zona de jaras y me fui corriendo. Pero cuando la dejé allí estaba viva", asegura Montoya.

La Guardia Civil ha marcado como prioridad la búsqueda del teléfono de Laura que, según el detenido, fue lanzado, junto a sus zapatillas, en distintos contenedores.

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